Panorama Suizo 4/2018

Panorama Suizo / Julio de 2018 / Nº4 30 La joven cantante suizo-albanesa de jazz y compositora Elina Duni es un auténtico fenó- meno. Su voz impresiona tanto como su per- sonalidad y su aspecto: estamujer cautivadora, políglota, ágil, llena de vida, con encanto fran- cés y una inteligencia muy viva, es al mismo tiempo una artista comprometida, con una profunda sensibilidad por lamúsicamelancó- lica. Nació en Tirana en 1981. Como hija de una escritora y un director de cine, se crió en un hogar de artistas. Pisó el escenario ya a la corta edad de cinco años, aprendió a tocar el violín y, más tarde, el piano. A los diez años se tras- ladó junto con su madre, quien entretanto se había divorciado, de su Albania natal a Suiza: después de una breve estancia en Lucerna se fue a vivir a Ginebra. “Para mí, la lengua de la poesía sigue siendo el albanés”, declara, “aunque mi lengua intelec- tual es el francés”. Por si fuera poco, habla también el alemán de Berna con un acento lleno de gracia. En la Escuela Superior de Artes de Berna estudió canto y compo- sición. Allí conoció al famoso pianista de Lausana Colin Vallon, con el que fundó su cuarteto. Sus ídolos fueron Ella Fitzgerald, Billie Holi- day, Shirley Horn y Sheila Jordan. No obstante, también se mostró abierta al rock y a las músicas del mundo. “Partir” es el nombre de su nuevo y tercer CD, que publica con el reputado sello de ECM. Elina Duni renuncia, en este caso, a su pro- bada banda y se acompaña ella misma, alternando entre el piano, la guitarra y la percusión. Ocasionalmente canta también a capela. Ha seleccionado doce canciones procedentes de todos los países del mundo. Escuchamos una canción popular de Kosovo, otra de Arme- nia y otramás deMacedonia. Sin embargo, también hace incursiones en el fado portugués y en la Italia de Domenico Modugno. Cita a Jac- ques Brel con su Je ne sais pas , mientras que Suiza está representada con Schönster Abestärn . Aunque esto pareciera una miscelánea para amantes de la globa- lización, nada está más lejos de la verdad: este álbum conforma en sí una unidad, cuyos tonos invitan a la meditación, aunque el tema es “partir”. Pero no se trata de un partir eufórico o, incluso, a la ligera, sino de un partir prudente y, en ocasiones, melancólico. Un partir que Elina Duni canta con gran presencia y con una fuerza magistral. “Partir” no es una obramenor; es una obra en la que la solista Elina Duni lo da todo: se lanza al vacío sin red, asumiendo los peligros de su actuación. La escuchamos embelesados. MANFRED PAPST “ ‘Ahora usted ha recuperado su vida, ¡señor!’ ‘¿Cuál vida?’ Miré hacia abajo en dirección al parque, […] las personas […]; todas tenían un plan, yo ninguno.” Así empieza la novela sobre Lukas Ross- berg, quien resultó gravemente herido de un disparo en la cabeza y el pulmón al presenciar un asalto a una sala de juegos. Tras siete años en estado vegetativo y un largo período de re- habilitación deberá recuperar su vida anterior. Vuelve a un mundo que no ha esperado su re- torno. Su novia lo ha abandonado, su empresa ya no existe y como especialista informático pertenece a la vieja escuela. Además, los dolo- res y las secuelas de sus lesiones repercuten en su vida cotidiana. Un antiguo compañero, Ro- bert Keller, actual director de una empresa de lotería, para el que Ross- berg desarrollaba programas informáticos, le ofrece un puesto de tra- bajo. A Rossberg le tocará comunicar la gran noticia a los millonarios recién agraciados con el premio de lotería: se convierte en el portador de la suerte. Rossberg entiende pronto que Keller no tiene la concien- cia tranquila y no dice la verdad sobre lo que ha ocurrido en la noche del asalto. Empieza a investigar y no tarda en descubrir incongruen- cias y maquinaciones criminales en la empresa de lotería. Rossberg intenta aclarar lo sucedido, además de sincerarse consigo mismo. El autor Claude Cueni es conocido entre un amplio público lector más bien por sus largas novelas, sobre todo de corte histórico. Al cabo de las 275 páginas que abarca esta novela y por más que el narrador en primera persona no tenga mucha suerte y no haya un final feliz, uno quisiera seguir leyendo. El amor que nace entre Rossberg y una vendedora, no exento de problemas, crea un sentimiento ampliamente positivo. Cueni, quien padece leucemia desde hace unos años, recu- rre hábilmente a su experiencia personal y profesional, sin incurrir en lo patético ni en lo moralista. En una entrevista, señaló que le gus- taría escribir entretenimiento inteligente. En este caso, lo ha logrado a la perfección. Claude Cueni nació en 1956 en el seno de una familia francófona de Basilea. Tras haber abandonado los estudios, viajó por Europa y se ganaba la vida haciendo trabajillos. A partir de los años ochenta hizo sus pinitos como autor de novelas, obras radiofónicas, obras de teatro, y posteriormente, de guiones para el cine y la televisión. Asimismo, desarrolló videojuegos y fundó una exitosa empresa de software. Sus libros se han traducido a varios idiomas. El autor reside actualmente en Basilea. RUTH VON GUNTEN Nueve idiomas, un mismo sonido ¿La suerte?... ¿qué es la suerte? Oído Leído ELINA DUNI: “Partir”, ECM CLAUDE CUENI: Der Mann, der Glück brachte (El portador de la suerte) Editorial Lenos, 2018 275 páginas; 29,90 CHF, aprox. 23,90 €

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