Panorama Suizo 1/2018
10 Panorama Suizo / Enero de 2018 / Nº1 Tema Clave de radio y televisión de alta calidad para todas las regiones de forma rentable, en vista de la importante parcelación lingüística y cultural que caracteriza a Suiza. Esto sólo lo logra la SSR, que recauda alrededor del 70 por ciento de las contribuciones en la Suiza alemana, pero sólo gasta allí el 45 por ciento. El resto se desembolsa como subvenciones cruzadas en la Suiza francesa, la Suiza italiana y la Suiza ro- manche. Los ingresos se distribuyen de manera que las mi- norías se beneficien de la mayoría: la Suiza francesa, la ita- liana y la romanche cuentan con una oferta similar a la de la Suiza alemana. Este es el concepto de “nación voluntaria” aplicado al periodismo. El perfil heterogéneo de los oponentes a la SSR Los partidarios del “No Billag” critican que la SSR se ha vuelto demasiado poderosa en el panoramamediático y que deja poco espacio a las empresas privadas. Hay que admitir que la SSR es un gigante en Suiza: ha crecidomasivamente desde su fundación en 1931, tiene en la actualidad cerca de 6 000 empleados y opera 17 emisoras de radio y 7 emisoras de televisión, además de servicios online y Swissinfo en diez idiomas de relevancia mundial: esto hace de la SSR la ma- yor empresa de medios de comunicación electrónicos de Suiza. Con un volumen de negocios anual de 1 650millones de francos, se financia en un 75%mediante contribuciones obligatorias y en un 25%mediante actividades comerciales. La imagen nostálgica de las antiguas emisoras regiona- les Beromünste r, Sottens y Monte Ceneri pertenece desde hace mucho tiempo al pasado. Pero quien es tan grande como la SSR actual no sólo tiene amigos. Por eso, el claro rechazo de la iniciativa “No Billag” en el Parlamento no es un indicador fiable de la opinión de la población. Esa opi- nión es, cuandomenos, ambivalente. Por una parte, los pro- gramas de la SSR obtienen casi siempre buenas calificacio- nes y gozan de un amplio apoyo en ratings y encuestas, sobre todo los programas informativos. Por otra parte, la iniciativa “No Billag” podría beneficiarse de una oposición bastante heterogénea. Un ejemplo es la UDC, quemantiene una relación conflictiva con la SSR. Los conservadores es- timan que la SSR tiene una orientación izquierdista. Ade- más, la SSRno sólo es criticada pormotivos políticos e ideo- lógicos, sino también económicos. La SSR es motivo de irritación para algunas editoriales, quienes exigen, entre otras cosas, que ésta se redimensione y que desista de sus ofertas específicas de Internet. Tirando al bebé con el agua de la bañera Los programas de la SSR son consumidos a diario por mi- llones de personas. Naturalmente, nunca todos están satis- fechos con todo lo que se les presenta en la radio y la televi- sión. La crítica a los contenidos difundidos en los medios de comunicación no sólo es legítima, sino también necesa- ria paramejorar su calidad. Sin embargo, la votación sobre el “No Billag” podría inducir amuchas personas a expresar, a través de un “Sí” en las urnas, su descontento con progra- mas individuales y, de esamanera, a tirar al bebé con el agua de la bañera. Y también están todos aquellos que se dejan convencer fácilmente con el argumento de las “tasas coer- citivas”, sobre todo los jóvenes que suelen informarse ex- clusivamente a través de Internet y que han crecido conme- dios de comunicación gratuitos. Teniendo en cuenta la lucha de la prensa por su super- vivencia que tiene lugar al mismo tiempo, la aprobación de la iniciativa sería como una revolución en la política de los medios de comunicación. Suiza sería el único país en toda Europa que no contaría con una radiotelevisión pública. Los iniciadores afirman que su objetivo no es eliminar la SSR, sino la contribución obligatoria “Billag”. La SSR no se menciona en ninguna parte del texto de la iniciativa. Po- dría seguir produciendo y emitiendo programas después de la eliminación de las contribuciones obligatorias, pero tendría que autofinanciarse, como la mayoría de las em- presas. Sin embargo, es ilusorio pensar que el alcance y la calidad de la oferta actual de la SSR podrían financiarse ex- clusivamente a través de la economía de mercado. La rea- lidad sería probablemente muy diferente: la eliminación de las contribuciones obligatorias, y con ello la aniquila- ción de facto de la SSR en su forma actual, abriría el mer- cado para empresas mediáticas con importantes capitales, sobre todo para los gigantes de Internet con sede en el ex- tranjero. Y tomando como ejemplo a los Estados Unidos se puede ver ya adónde conduce un sistema de radiodifu- sión totalmente gratuito: la radio y la televisión tienen en este país un nivel de comercialización y preferencias po- líticas extremo, y en muchos casos existen verdaderas emisoras de propaganda, algo que fomenta la polariza- ción de la sociedad y merma la búsqueda de consenso, es decir, la base misma de la democracia. El antiguo Direc- tor General de la SSR, Roger de Weck, advirtió el año pa- sado que debido a la falta de financiación del periodismo, esta situación también podría darse en Suiza; opina que se está desarrollando un paisaje político en el que “cada vez más fuerzas políticas han dejado de ser leales a los va- lores básicos de la Ilustración”. Y esas fuerzas intentan controlar los medios de comunicación, que todavía per- manecen fieles a estos valores básicos.
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