Panorama Suizo 1/2018

6 Panorama Suizo / Enero de 2018 / Nº1 Tema Clave JÜRG MÜLLER Todavía no está claro si la iniciativa popular “No Billag” será un simple petardo o una verdadera bomba atómica para los medios de comunicación suizos. La denominación abre- viada de esta iniciativa es fruto de un cálculo inteligente, porque la empresa Billag recauda la contribución obligato- ria para la radio y la televisión y es casi igual de popular en- tre la población que la propia administración fiscal. Pero lo que está en juego en esta iniciativa no es la empresa Billag, sino nada menos que el futuro del panorama mediático suizo. Para decirlo en pocas palabras, la iniciativa reclama la eliminación de la contribución obligatoria para la radio y la televisión. Si tiene éxito en la votación del 4 de marzo, esto equivaldría al cierre de la Sociedad Suiza de Radiodi- fusión y Televisión (SSR), una empresa pública que perde- ría su base financiera, al tiempo que 34 estaciones de ra- dio y televisión privadas se verían seriamente afectadas. Un pequeño grupo apoyado por algunos jóvenes políti- cos de la UDC y el PLR lanzó la iniciativa hace unos años. Al principio no se tomómuy en serio a los iniciadores. Pero en- tretanto está claro que este pequeño grupo, relativamente insignificante en un principio, ha suscitado el debate más acalorado hasta el momento en materia de política mediá- tica suiza. Un “Sí” en las urnas podría hacer tambalear los fundamentos de nuestro sistemamediático. “Esto sería algo muy negativo para Suiza”, comenta Silke Adam, profesora y Directora del Instituto de Ciencias de la Comunicación y de losMedios de Comunicación de la Universidad de Berna. Sobre todo “porque en Suiza el periodismo de alta calidad ya tiene que hacer frente a graves problemas financieros”. “El periodismo clásico se encuentra en crisis” El debate en torno a la radiotelevisión pública se inscribe en una coyuntura en la que el sistemamediático se encuen- tra sometido a dura prueba. La prensa se halla en una fase de transición fundamental: con la presión de los costes, la competencia de Internet y la caída de los ingresos deriva- dos de la publicidad, “el periodismo clásico se encuentra en una grave crisis”, diagnostica Silke Adam. Por una parte, Internet ofrece una cantidad inaudita de información, aunque con frecuencia en detrimento de la claridad y la evaluación crítica de las fuentes. Todos pueden tomar de la red lo que más les gusta –con el riesgo de per- derse en las llamadas “cámaras de eco”, en las que sobre todo resuena aquelloque coincide con los propios puntos de vista–. Esto es peligroso para el diálogo político. Muchos piensan que precisamente en estos tiempos, en los que un flujo de in- formacióndesbordante puede sermanipuladomedianteno- ticias falsas, se requiere una instancia leal al público y no a quienes se encuentren en el poder, y que se dedique a orde- nar y clasificar los datos. Los periodistas independientes y conuna sólida formaciónpodríanasumir este papel a través de artículos bien fundamentados, con datos de fondo, co- mentarios ydebates públicos y transparentes. Sobre todo en una democracia directa, este tipo de debate que ofrece una visión de conjunto resulta indispensable. Pero los medios de comunicación clásicos tienen una posición difícil frente a Internet. Los fondos para la publi- cidad fluyen en granmedida hacia losmedios sociales y ha- cia las plataformas controladas por algoritmos, como Goo- Losmedios de comunicación suizos sometidos a dura prueba Con el ataque masivo al servicio público orquestado por la iniciativa “No Billag”, la lucha de la prensa por su supervivencia y las recientes innovaciones de los medios de comunicación online, el panorama mediático suizo se encuentra en plena mutación.

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