Panorama Suizo 2/2018
14 Panorama Suizo / Marzo de 2018 / Nº2 Política La Presidenta Federal Doris Leuthard —aquí en una conferencia de prensa con el Presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker— señala que la UE discrimina a Suiza. Fotografía de Keystone MARKUS BROTSCHI En el último decenio, Suiza ha pagado 1 300 millones de francos para proyectos de desarrollo en Europa del Este. Esta aportación a favor de la cohesión, destinada a unifor- mar los niveles de desarrollo entre los paísesmiembros de la UE, le fue exigida por primera vez hace diez años, como coste de ingreso al mercado único europeo. Suiza pagó 1 000millones de francos para los diez países de la UE que pasaron a formar parte de la Unión en 2004, sobre todo países de Europa del Este. A esto se sumaron después 260 millones para Bulgaria y Rumanía, así como 40 millones para Croacia. Polonia es el país que más se ha beneficiado de estas aportaciones, al recibir casi 500 millones de fran- cos. Con estos 1 300 millones, Suiza ha financiado más de 200 proyectos, por ejemplo, de infraestructura para la protec- ción de las fronteras, de apoyo para la administración de justicia, proyectos de educación ambiental o plantas de tra- tamiento de aguas residuales. Los países receptores tuvie- ron que financiar el 15% de cada proyecto. Suiza supervisó la utilización de los fondos a través de oficinas propias, ins- talas en cada país. El balance de la Confederación sobre el uso de los fondos desembolsados hasta la fecha es positivo. Sin embargo, ahora la Unión Europea espera que Suiza re- nueve su aportación de cohesión para los próximos diez años. El Consejo Federal confirmó su compromiso en no- viembre del año pasado, durante la visita a Berna del Presi- dente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Suiza debe renovar su aportación para tener acceso al mercado interior de la Unión Europea Por segunda vez, Suiza ha ofrecido a la UE 1 300 millones de francos para impulsar el desarrollo de los países miembros con menos recursos. Sin embargo, las presiones de Bruselas provocan malestar en Berna.
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