Panorama Suizo 2/2018
19 Panorama Suizo / Marzo de 2018 / Nº2 La sensación de poder cambiar el mundo parecía unificar el movimiento, más allá de todas las diferencias. Sí, esa sensaciónexistía: ahoraharemos todo de nuevo y mejor, sobre todo mo- ralmente mejor. Lo moral estuvo muy presente en el 68. Algunos pequeños núcleos delmovimientoprocedíandel Partido Socialista o del Partido del Tra- bajo. Sin embargo, la mayor parte pro- venía de los círculos eclesiásticos. Más solidaridad y justicia para el Tercer Mundo, para los trabajadores migran- tes, para las mujeres: todo ello se fun- damentaba en una sólida basemoral. ¿Qué papel desempeñó la protesta contra la guerra de Vietnam? Esta guerra hizo que muchos se poli- tizaran, como también lo hizo la revo- lución socialista en Cuba, la lucha por la liberación de la Argelia ocupada por los franceses, pero también los movi- mientos disidentes en el bloque de Eu- ropa del Este. A través de estos aconte- cimientos adquirimos conciencia de la creciente resistencia contra el “im- perialismo” y los regímenes de Europa del Este. Nosotros nos considerába- mos parte de esta resistencia. Así es como lo entendían también los representantes del orden establecido: las autoridades reaccionaron con represión frente a la protestas. Sí, predominaba el clima político de la Guerra Fría, los archivos secretos y el espionaje. Aunque eso sólo era la mi- tad de la historia. La otra mitad era que estaban dispuestos a discutir con nosotros y ahondar en nuestras in- quietudes, incluso entre las élites tra- dicionales. ¿De verdad? También en las universidades reinaba una indudable apertura intelectual. Las direcciones universitarias y mu- chos profesores querían debatir con nosotros. Eso mismo lo experimenté más tarde como maestro. Impartí cla- ses en una escuela profesional para sordos enZúrich, nuestro director era presidente de una sección local de la UDC y, a pesar de todo, se sentaba con- migo una vez a la semana para debatir. No obstante, a usted le prohibieron una vez ejercer su profesión… Eso no fue así, no. En un instituto de enseñanza media de Winterthur, no fui elegido como maestro titular y perdí mi puesto como maestro por motivos políticos, pero sí que pude en- señar en otras escuelas públicas. En 1979, usted afirmó en un libro que “en Suiza el camino hacia el socialismo consiste en derrocar el capitalismo, acabar con el poder que ejerce la clase capitalista sobre la gran mayoría de la población”. Osterwalder (segun- do por la derecha) y otros miembros de la Liga Marxista Revo- lucionaria anuncian, en junio de 1975, que el Partido participará, en doce cantones, en las elecciones al Consejo Nacional. Fotografía de Keystone Fritz Osterwalder, 50 años después: “El liberalismo bur- gués era uno de nuestros más acérri- mos enemigos, pero es la base de una so- ciedad democrática”. Fotografía de Adrian Moser
RkJQdWJsaXNoZXIy MjYwNzMx