Panorama Suizo 3/2018
21 Panorama Suizo / Mayo de 2018 / Nº3 haysituacionesque sólo le tocavivirpor segunda, tercera o cuarta vez. El hecho de que salga airosode ellas esmuy reve- lador de su aptitud, de su talento como entrenador. Petkovic, quien ha adqui- rido entretanto la doble nacionalidad croata y suiza, siguió en 2014 los pasos de los grandes entrenadores, al suceder a una figura de clase mundial como HitzfeldyaKöbi Kuhn, auténticohéroe nacional quegozódegranpopularidad, primero como jugador y, más tarde, como entrenador. Ahora se le presenta Vladimir Petkovic, el motivador en reposo (en la imagen, con el delantero nacional Haris Seferovic). Fotografía: Keystone suizos perdieron y tuvieron que ir a la repesca contra Irlanda del Norte. Hubo dudas respecto a la solidez del equipo, el cual se considera a sí mismo mejor de lo que es desde hace años. Sin em- bargo, Petkovic lo condujo sereno por la repesca y por losmomentos de duda, como si fuera entrenador al máximo nivel desde hace veinte años o más y hubiera pasado innumerables veces por semejante situación. Pero tal no era el caso. A diferencia de su predecesor Ottmar Hitzfeld, Pe- tkovic no ha pasado por decenas de grandespartidos enestadios repletos, y mente capaz de llegar a ser un buen entrenador. Y si no nos referimos al Te- sino, sino a la situación de partida de Petkovic, es verdad que vino desde muy lejos. Durante bastante tiempo, tuvo que demostrar lo que era capaz de hacer —a diferencia de los jugado- res de élite, de los que se cree que son capaces de grandes logros antes si- quiera de que hayan entrenado a un equipo—. Sí, es probable que Petkovic haya aprendido muchas cosas sin que lo re- cuerde en la actualidad: no sólo de los sesenta y setenta en Sarajevo, sino tam- bién más tarde, cuando llegó a Suiza como jugador de fútbol de 23 años y, de- bido a un malentendido, no había na- die para recogerlo en el aeropuerto de Kloten. Otromalentendido se produjo cuando los del Coira, que esperaban a un delantero, dieron con un centro- campista. Bien podría afirmarse que Petkovic siempre tiene que demostrar sus capacidades, algo que resulta par- ticularmente útil en el ámbito futbolís- tico, donde lo que fue ayer, hoy en día ya no tiene casi ninguna validez. El mejor ejemplo de ello es que gracias a Petkovic, precisamente, el Young Boys jugó un fútbol espectacular, aunque el pasode este entrenador por el clubber- nés suele asociarse con el frustrado tí- tulo de campeón, en 2010. Con la selección sucede algo pare- cido: en la calificación para el Mundial de 2018, Petkovic condujo al equipo de victoria en victoria durante nueve partidos; sin embargo, todos aguarda- ban el décimo encuentro, que jugó fuera en Portugal, en cuya ocasión los la siguiente oportunidad, la de superar a estos dos ídolos, intentando llevar a Suiza, por primera vezdesde 1954, a los cuartos de final de este gran torneo. Hace dos años, en la Eurocopa de Fran- cia,éltampocopudolograresteobjetivo y tuvo que rendirse ante Polonia du- rante lospenaltisde losoctavosdefinal. Pero es probable que haya aprendido muchas cosas de esa derrota, sin que lo recuerde en la actualidad. BENJAMIN STEFFEN ES REDACTOR DEPORTIVO EN EL DIARIO NEUE ZÜRCHER ZEITUNG.
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