Panorama Suizo 5/2018
Panorama Suizo / Septiembre de 2018 / Nº5 7 el país sigue contando con un impor- tante potencial de densificación, par- ticularmente en las ciudades que pre- sentan una baja densidad”. ¿Nuevas viviendas? Sí, pero no aquí en mi barrio Creada en 1943 para proteger los espa- cios naturales, la asociación Espace- Suisse recibió por parte de la Confede- ración el encargo de apoyar a los municipios y a los cantones en la apli- cación de lasmedidas de densificación urbana promovidas por la LPT. Porque existen grandes necesidades en este campo: aunque la idea de salvaguar- dar los espacios agrícolas y naturales ha sido aceptada por los suizos, el con- cepto de densificación suele asustar- los. ¿Algún ejemplo reciente? Un pro- yecto de 268 viviendas en la región ginebrina de Chêne-Bougeries fue re- chazado en marzo mediante un refe- rendo, a pesar de la voluntad del mu- nicipio y del cantón y aunque sólo presentaba una densidad moderada, con un índice de uso del suelo de 0.9 (véase el cuadro de texto adjunto). ¿Re- chazar viviendas para proteger una superficie hortícola, en un cantón en el que existe una enorme necesidad de apartamentos? La reacción puede pa- recer egoísta. “No podemos repro- chárselo a los habitantes de este mu- nicipio, afirma Jérôme Chenal. Los vecinos consideraron que este pro- yecto iba a alterar profundamente su barrio, en el que se encuentran a gusto tal y como está”. Sin embargo, esta reacción de re- chazo no corresponde a una actitud generalizada, ya que por las mismas fechas los ginebrinos aprobaron me- diante votaciónmunicipal dos proyec- tos que sumaban un total de 600 vi- viendas: uno en el municipio suburbano de Bernex y el otro en el co- razón del barrio urbano de Petit-Sa- connex. Este voto refleja otro deseo de los suizos: “vivir cerca de su trabajo y contar con todos los servicio de proxi- midad”, indica el director del CEAT. “Suiza sigue siendo un país antiurbano” Esta desconfianza hacia la ciudad co- rresponde a un sentimiento enraizado en los suizos, quienes siguenmostrán- dose “antiurbanos” y en los que preva- lece el ideal de una mansión en la na- Aumentando la densidad de las zonas residenciales gracias a un hábil manejo de los códigos culturales En Ginebra, la zona 5 -residencial- representa casi la mitad de la zona edificable del cantón, aunque sólo uno de cada diez ginebrinos vive en ella. El problema es que la construcción de viviendas más densas en estos espacios suscita una fuerte oposición. El propio concepto de densificación conlleva una imagen negativa, asociada a la delincuencia o la estandarización de la vivienda. Pero los tiempos cambian, opina Nicolas Bassand. “Una parte de la pobla- ción se ha despedido del modelo de la residencia con césped y setos de tuyas. Asimismo, la presión económica hará quizás que los propietarios de residencias acepten proyectos de viviendas en estas áreas, siempre y cuando se diseñen con mimo y de un modo que asocie propietarios y responsables del proyecto”. El arquitecto cita el caso de unas viviendas construidas junto a una zona residencial, con lo que se logró más que duplicar la densidad –pasando de un índice de uso del suelo de 0.3 a 0.8-, “gracias a la integración de los códigos culturales de la zona residencial”. Nicolas Bassand menciona el conjunto Brüg- gliäcker, en Schwamendingen (ZH), y el de la carretera Jean-Jacques Rigaud, en Chêne-Bougeries (GE). “En Zúrich, les frontones del edificio (ordenados en forma de quincunce) se asemejan en tamaño a los de las residencias que se encuentran justo al lado. Atrás ha quedado la imagen de viviendas enjauladas y, al mismo tiempo, la densidad es mayor. Gracias a sabios arreglos, los arquitec- tos han jugado con el ambiente del jardín. Y, en Ginebra, los tejados de dos aguas y la fachada de madera del proyecto recuerdan a una arquitectura rural”. Nicolas Bassand dedicó su doctorado al tema de la “profundidad” de la construcción. Este modo compacto de construir, inspirado en algunas construc- ciones medievales, se abandonó en el siglo XX, con lo que surgieron bloques de viviendas lineales y espaciados, acordes con las exigencias higienistas del ur- banismo. Desde principios de siglo está de regreso en Suiza este concepto de profundidad, con construcciones más densas y anchas. El profesor de la HEPIA cita como ejemplo un inmueble del Schürliweg, en Affoltern (ZH), que presenta un espesor de 38 metros, o bien un bloque de edificios de 19 metros de profun- didad, construido en el barrio de Hardturm, en Zurich-West, que integra aparta- mentos comunitarios de trece habitaciones. turaleza”, subraya Nicolas Bassand, quien imparte clases de arquitectura en la Escuela Superior de Paisajismo, Ingeniería y Arquitectura de Ginebra (HEPIA). Sin embargo, existe una cre- ciente demanda de espacio, recuerda la Vicedirectora de EspaceSuisse. “Por un lado, la población aumenta y, por otro, disminuye el número de familias numerosas. En 1930, la mitad de los hogares contaba con cinco personas o más, mientras que hoy, dos tercios cuentan con una o dos. Asimismo, la El complejo residencial de Brüggliäcker, en Schwamendingen, desarrollado por una cooperativa de construcción de viviendas, está situado junto a un barrio tradicional de casas unifamiliares.
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