Panorama Suizo 5/2018
Panorama Suizo / Septiembre de 2018 / Nº5 9 En el barrio de Plaines-du-Loup, en Lausana, se planea la creación de viviendas para unas 7 000 personas y de 4 000 puestos de trabajo. El municipio, como propietario de los terrenos, garantiza una alta calidad, así como precios razonables. movilidad se dispara, lo que incre- menta drásticamente la necesidad de terrenos con infraestructuras, sobre todo por el tiempo dedicado al ocio, el cual se ha duplicado entre 1984 y el año 2000, de modo que un 60% del tiempo de traslado se relaciona con es- tas actividades. El nivel de vida se ha elevado”, señala. De ahí la necesidad de densificar, pero conservando en todo momento la calidad de vida. Las cooperativas de vivienda: alojamientos asequibles en el centro Según Nicolas Bassand, las cooperati- vas de vivienda serían lamejor opción para crear alojamientos cerca del cen- tro, asequibles para todos los niveles de ingresos. En concreto, cita el ecoba- rrio de Plaines-du-Loup, en Lausana, una zona periurbana que acogerá 11 000 habitantes y en cuya planifica- ción participarán cooperativas. Sin embargo, el sistema de cooperativa, muy de moda en la Suiza alemana, ne- cesita que las colectividades públicas mantengan el control de la propiedad. “En Plaines-du-Loup, el municipio de Lausana, el cual posee el suelo, edifica con calidad; pero si dejamos el terreno en manos privadas, la cosa cambia”, asegura Jérôme Chenal. El arquitecto y urbanista menciona como ejemplo el proyecto ginebrino Praille-Aca- cias-Vernets (PAV), que contempla la creación de 12 000 viviendas y 6 000 puestos de trabajo. Aunque se encuen- tra enmanos públicas, esta zona se ce- dió a empresas privadas a muy largo plazo, por lo que suscita la codicia de promotores inmobiliarios que sólo an- helan construir el mayor número po- sible de condominios en cada piso. Un riesgo: la densificación podría favorecer la gentrificación de los centros urbanos De hecho, en tiempos pasados las co- lectividades públicas ya construyeron la ciudad dentro de la ciudad. Esto es lo que sucedió en la Ginebra de los años 1960 con los edificios de alquiler de los hermanos Honegger, que se construyeron en el barrio de la Jonc- tion. “En Lausana, elmunicipio dice no poseer los medios; en realidad, el al- quiler de viviendas permitiría obtener una plusvalía que podría redistri- buirse”, opina Jérôme Chenal. En cam- bio, el Estado desarrolla transportes públicos eficientes. “Las colectivida- des ofrecen las infraestructuras que Ginebra, entre la espada y la pared: la apremiante necesidad de alojamientos vs. el miedo al hormigón Construir allí donde sea posible o ahogarse bajo un intenso tráfico y no conseguir alojar a sus propios habitantes: tal es el dilema que vive Gi- nebra actualmente, cuya prioridad coincide con la de la LPT: densificar. ¿Cuál es el objetivo? Construir 2 500 viviendas cada año hasta 2030, con el fin de alojar a 100 000 personas. Se trata de recuperar el tiempo perdido en un cantón que crea empleos y atrae a nuevos trabajadores, a la vez que exporta parte de su población fuera de sus fronteras. Este mensaje de “sentido común” lo difunde urbi et orbi el Verde Antonio Hodgers, a quien acusan de querer cubrir la ciudad de hormigón. El arquitecto-urbanista Jérôme Chenal considera que “Ginebra no tiene elección. Si quiere alojar a sus trabajadores, deberá encontrar el modo de uti- lizar su zona agrícola, puesto que el desarrollo de la zona residencial es demasiado difícil de gestio- nar y puede llevar 50 años”. Pero existe un proble- ma: las “buenas tierras”, denominadas zonas de rotación de cultivos, están protegidas por la Confe- deración, y Ginebra está al límite de su capacidad. “El asunto ha llegado hasta Berna, que está estu- diando la cuestión”, subraya Christa Perregaux Du- Pasquier, no sin reservas: “Si empezamos a utilizar las zonas de rotación de cultivos, corremos el ries- go de abrir la caja de Pandora y serán muchos los cantones que empiecen a solicitar derogaciones”. benefician al sector privado gracias al incremento del atractivo de las vivien- das situadas cerca de las estaciones”, señala el Director del CEAT, citando como ejemplo el futuroM3 de Lausana. A este respecto, el investigador se- ñala la gentrificación, que sería uno de los mayores riesgos ligados a la densi- ficación de las ciudades. “El Estado debe intervenir para construir vivien- das de utilidad pública”, afirma Christa Perregaux DuPasquier.
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