Panorama Suizo 6/2018

Panorama Suizo / Noviembre de 2018 / Nº6 10 Política JÜRG MÜLLER “Chanchullo” fue la palabramás empleada durante la sesión de otoño de 2018. Por su parte, el Ministro de Finanzas, Ueli Maurer, de la Unión Democrática del Centro (UDC), cali- ficó el mismo proceso de “pequeña obra de arte del com- promiso político”. Esta diferencia de percepción tiene una explicación: en realidad, lo que ha provocado el rechazo de unos y la aprobación de otros es un acuerdo parlamentario algo insólito, que fusiona en un solo proyecto de ley dos ám- bitos políticos diferentes: una reforma del impuesto sobre sociedades, de gran relevancia para la economía suiza, y una inyección financiera a favor del seguro de vejez y su- pervivientes. En la sesión de otoño, el Parlamento aprobó la ley federal sobre la reforma fiscal y la financiación del se- guro de vejez y supervivientes. Para comprender la especial mecánica de este paquete legislativo, hay que hacer un poco de retrospectiva. En 2017 fracasaron dos grandes proyectos de reforma en sendos re- ferendos: el 12 de febrero fue rechazada la tercera reforma del impuesto sobre sociedades y el 24 de septiembre, el “Sis- tema de pensiones 2020”. Lo cierto es que existe una impe- riosa necesidad de reforma en ambas áreas. Ante todo, urge resolver la cuestión fiscal, porque si no hay reforma, Suiza podría ir a parar a una lista negra de la Unión Europea (UE); los Estadosmiembros de laUEpodrían tomar desagradables represalias contra Suiza. Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también está presionando a Suiza en este sentido. Un viejo problema Los problemas no han surgido de la nada. Desde 2005 la UE denunciaba ciertas prácticas fiscales de los cantones, ya que las empresas pagan menos impuestos por las ganancias ge- neradas en el extranjero que por las generadas en Suiza, lo cual, según los críticos, conduce auna perjudicial competen- cia fiscal. Suiza se comprometió a acabar con el estatus fiscal especial de las sociedades de cartera y otros grupos interna- cionales, ya que este sistema hacía de Suiza un país muy atractivo para las empresas de granmovilidad, las cuales go- zabandeun régimen impositivoprivilegiado con respecto a las sociedades nacionales. Con la reforma fiscal se pretendía equiparar a todas las empresas a nivel tributario. Para ofre- cer una compensación a estas empresas antes privilegiadas, seplaneaba concederles nuevas deducciones fiscales. Sinem- bargo, en opinión del Partido Socialista Suizo (PSS), el Parla- mento incluyó innecesariamente otras desgravaciones fis- cales en el proyecto de ley inicial del Consejo Federal, por lo que el PSS promovió el referendo, en el que este partido sa- lió victorioso en febrero de 2017. Una complicada mecánica fiscal Ahorahabíaquebuscar rápidamenteunanueva solución. Por un lado, porque las empresas que operan a nivel internacio- nal sonmuy importantes para Suiza, especialmente enmate- ria fiscal, ya que representan casi el 50% de los ingresos fisca- les federales de las personasmorales; y por otro lado, porque el tiempo apremiaba cada vez más. El objetivo de la reforma es evitar el aumento drástico de la carga fiscal para estas so- ciedades de régimen especial, ya que, de otromodo, se teme que huyan del país. Por tanto, los cantones reducen de forma general sus impuestos a las utilidades. En el futuro, las socie- dades privilegiadas pagarán algomás,mientras que aquellas que actualmente no gozande ventajas fiscales, sobre todo las pymes nacionales, pagaránmenos. Esto conlleva cuantiosas pérdidas fiscales: en cierto modo, es el precio de la igualdad de trato a todas las empresas. Para seguir atrayendo a las so- El insólito acuerdo sobre el impuesto de sociedades y el seguro de vejez y supervivientes Bien puede afirmarse que se trata del asunto más importante y decisivo de la actual legislatura: la reforma del impuesto sobre sociedades, a la que se aúna una polémica inyección financiera a favor del seguro de vejez y supervivientes. El pueblo tendrá la última palabra el 19 de mayo de 2019. Tras haber luchado por el acuerdo que fusiona la reforma fiscal con el seguro de vejez y supervi- vientes, los Conseje- ros de los Estados Christian Levrat y Paul Rechsteiner, del PSS, deben enfren- tarse ahora al escep- ticismo de la base. Fotografía: Keystone

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