Panorama Suizo 6/2018

Panorama Suizo / Noviembre de 2018 / Nº6 13 Política HEIDI GMÜR ¿Se atreverá el Consejo Federal a seguir lidiando con la po- lítica interior? ¿O se rendirá a unos cuantos pasos de la meta? A finales del pasado verano se intensificaron los es- fuerzos que se venían realizando desde hacía años para ha- llar una solución a los problemas institucionales con la Unión Europea (UE) en torno a esta pregunta. La respuesta del Consejo Federal llegó a finales de septiembre: ni lo uno ni lo otro. Es cierto que el Consejo pretende proseguir con las negociaciones y alcanzar un acuerdo con la UE lo más pronto posible, con el fin de garantizar la continuación de la exitosa carrera bilateral hacia el futuro. Sin embargo, el Consejo Federal no quiere hacer concesiones en la configu- ración de las medidas complementarias para combatir el dumping salarial y social, tal y como Bruselas le ha exigido, al parecer amodo de ultimátum. Al menos no por ahora. No contra la oposición interior que se generó durante el verano. En otoño comenzó una última ronda de negociaciones, marcada por la incertidumbre en torno a la posibilidad real de llegar a algún acuerdo en tales circunstancias. Irónica- mente, si el acuerdomarco fracasara, esto no se debería bá- sicamente a la oposición de la Unión Democrática del Cen- tro (UDC) hacia los impopulares “jueces extranjeros”, sino al rechazo, por parte de los sindicatos y el Partido Socialista Suizo (PSS), a las medidas alternativas de protección sala- rial aceptadas por la UE. Hay que remontarse a los orígenes para tener mayor cla- ridad en este asunto. Todo empezó en Suiza. La idea de crear un acuerdo que estableciera un marco común para el cada vez más complejo tratado bilateral entre Berna y Bruselas, surgió en 2002, en el Consejo de los Estados. En 2006, en un informe sobre Europa, el Consejo Federal mencionó la posi- bilidad de elaborar un acuerdo marco. Finalmente, en 2008 laUEdejó claroque yanoestabadispuesta a continuar conel bilateralismocomohasta entonces lohabíavenidohaciendo: deseaba garantizar la aplicaciónuniformedel derechocomu- nitario por parte de Suiza, que gracias a los acuerdos bilate- rales contaba con un acceso privilegiado al mercado único, a pesar de no ser miembro de la UE ni del Espacio Económico Europeo (EEE). Bruselas tenía en mente sobre todo el con- flicto pendiente desde hacía años en torno a ciertasmedidas complementarias suizas incompatibles, según la UE, con el acuerdo sobre la libre circulación de personas; la UE se refe- ría, en particular, al plazo de preaviso de ocho días para las ¿De qué están hablando Berna y Bruselas? A un año de las elecciones, muchos políticos ya no tienen tantas ganas de quemarse los dedos con el expediente más candente de Berna: el acuerdo marco institucional entre Suiza y la Unión Europea. Aunque el tema parece un poco tedioso, se trata de un asunto clave para continuar desarrollando la actual política bilateral. Durante un discurso, el Consejero Federal Ignazio Cassis recurre a piezas de madera de colores para tratar de expli- car el complicado acuerdo marco. Fotografía: Keystone

RkJQdWJsaXNoZXIy MjYwNzMx