Panorama Suizo 1/2019

Panorama Suizo / Enero de 2019 / Nº1 30 Una vez más, el prestigioso CD vuelve a ocu- par el centro de atención: en el corazón de la gigantesca Beijing, Ilona Schmiel, Directora Artística de la Orquesta de la Tonhalle de Zú- rich, entrega a la Directora del Festival deMú- sica de la capital china la magnífica caja « Ce- lebrating 150 Years Tonhalle Orchester Zürich ». Dos días más tarde, en Shanghái, durante la gira, los 14 CD causan la misma sensación como obsequio para el Cónsul de Suiza. Por supuesto, no pudieron reproducirse los 150 años en su totalidad, a pesar de que ya había comenzado la era de los discos de goma laca a principios del siglo XX. Por lo tanto, no ha sobrevivido ninguna grabación de Frie- drich Hegar, quien fuera el primer director de orquesta de la Tonha- lle. Sin embargo, gracias a numerosas grabaciones radiofónicas los amantes de lamúsica clásica pueden estar sentados en el Grosser Saal desde 1942, escuchando a Volkmar Andreae dirigir la 7. a sinfonía de Anton Bruckner; este personaje dirigió la orquesta durante 43 años. Después del director suizo Erich Schmid, la orquesta se volvió in- ternacional en 1957, bajo la dirección de Hans Rosbaud, y siguió sién- dolo con Rudolf Kempe, Gerd Albrecht, Christoph Eschenbach, Hi- roshi Wakasugi, Claus Peter Flor, David Zinman y Lionel Bringuier. En 2014, junto con el joven francés también llega a Zúrich la Di- rectora Artística alemana Ilona Schmiel, quien no deja de cubrir de elogios a la institución orquestal –aunque sabe perfectamente que no es capitana de un fueraborda de última generación, sino de un pesado barco de vapor que tiene más de 150 años–. Uno no se da cuenta de la edad de una orquesta, asevera, pero es fácil percibir cuando siempre se ha estado transmitiendo alta calidad y tradición a las generaciones siguientes: “El orgullo por la propia capacidad, la tradición que per- dura y una sonoridad inconfundible.” Unaorquesta tanantigua, prosigue Ilona Schmiel, secaracterizapor la excelsa calidad de su interpretación artística, por lamáxima flexibili- dad de su repertorio, el dominio de la diversidad estilística, la imborra- ble huella de sus directores y su apertura hacia los directores invitados. Por ello, es sumamente emocionante escuchar a través de estos CD a la misma orquesta con veinte directores diferentes, incluso con in- vitadosmundialmente célebres como BernardHaitink o LorinMaazel. Es la primera vez que todas las grabaciones pueden oírse en un CD. Las obras van desdeHaydn hasta Heinz Holliger: desde 1771 hasta 1995. Con el nombramiento de su director titular, Paavo Järvi, Zúrich puede mirar hacia el futuro. A propósito: ya están previstas las primeras gra- baciones en CD de obras de Olivier Messiaen (!). CHRISTIAN BERZINS “Mirando en retrospectiva, creo que los libros sobre indios fueron lapiezamás importantede mi formación. Más tarde me enteré de que la expresión políticamente correcta es ‘nativo americano’”. Así se expresa lanarradora enpri- mera persona de esta novela, basada en la his- toria real del jefe iroqués Deskaheh. Casual- mente se encontró unas fotos y cartas; sus pesquisas le permitieron descubrir la historia de los pueblos nativo americanos de la zona de Grand River, en Ontario, quienes rechazan la dominación de Canadá. Tal es el motivo por el cual el jefeDeskaheh, designadopor el Consejo de Ancianos, viaja aGinebra en 1923. Debe pre- sentarse ante la Liga de las Naciones para obte- ner el reconocimientoy la independenciade supueblo. Pero fracasa, de- bido al desinterés de los políticos y burócratas y a la arrogancia del mundo occidental. Aunque sus discursos tienen gran éxito entre el pú- blico, la genteno sedesprendede sus prejuicios contra este “salvaje” ves- tidode indio. Tras año ymedio enEuropa, Deskaheh tuvoque regresar con las manos vacías, aunque nunca volvió a casa. El gobierno cana- diensehabíadestituidopor la fuerza al ConsejodeAncianos y celebrado elecciones “democráticas”. En 1925, Deskaheh falleció en el exilio en suelo norteamericano de una afección pulmonar. No tardó en propa- garse el rumor de que había sido envenenado. El autor del libro,WilliWottreng, ha llevado a cabo una cuidadosa investigación; los personajes y las fechas están documentados histó- ricamente. El autor va y viene hábilmente entre el ámbito de la narra- dora en primera persona y la historia de Deskaheh. Tras descubrir cómo el antiguo agricultor se convierte en portavoz de su pueblo, el lector lo acompaña durante su estancia en Ginebra y su gira de confe- rencias por Suiza. Su frustración es palpable cuando habla infatiga- blemente con diplomáticos y trata en vano de llegar a las altas esferas de la Liga de las Naciones. Con gran sensibilidad, sugiriendomás que describiendo, el autor evoca la relación del iroqués con la ginebrina Hedwige. El autor cierra hábilmente el círculo narrativo dejando que la narradora viaje a Grand River, donde entrega la escasa documenta- ción a una escuela indígena: unmaravilloso homenaje al jefe iroqués Deskaheh, defensor de la independencia de su pueblo. Willi Wottreng, nacido en 1948, estudió Historia y en 1968 pasó a ser activista. Trabajó como periodista en Weltwoche y en NZZ amSonn- tag . Este escritor y periodista independiente vive enZúrich y esmiem- bro del comité directivo de la Sociedad de Minorías de Suiza. RUTH VON GUNTEN Un aniversario lleno de melódicas sonoridades Deskaheh, un iroqués a orillas del lago Lemán Oído Leído WILLI WOTTRENG: “Ein Irokese am Genferse” Bilgerverlag, Zúrich 198 páginas; 30,00 CHF LA ORQUESTA DE LA TONHALLE DE ZÚRICH, Celebrating 150 Years, 14 CD, Sony 2018

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