Panorama Suizo 3/2019
Panorama Suizo / Mayo de 2019 / Nº3 10 Política STÉPHANE HERZOG “Los ciudadanos de este país son llama- dos a expresar su opinión política con mayor frecuenciaque encualquier otra parte del mundo”, afirma Nenad Stoja- novic, politólogo en la Universidad de Ginebra. Stojanovic cita el ejemplo de la ciudad de Ginebra, donde fueron más de setenta los asuntos sometidos a votación popular entre 2015 y 2018; y eso sin contar las seis elecciones fede- rales, cantonales y municipales. En comparación, Francia vota radical- mente menos: las elecciones presiden- ciales y las legislativas tienen lugar una vez cada cinco años. “Para la gente no existe otro momento a nivel nacional para expresar su descontento, lo cual se traduce enmanifestaciones como las de los chalecos amarillos”, puntualiza Stojanovic. “Los votantes de este país utilizan las elecciones europeas para manifestar su oposición a las políticas nacionales, lo cual es absurdo”, destaca LionelMarquis, responsabledel Grupo de Investigación sobre Elecciones y Ciudadanía (GREC) en la Universidad de Lausana. Una tasa de abstención récord Suiza se pronuncia de manera incons- tante. El voto sobre la adhesión al Espa- cioEconómicoEuropeoen1992recogió un79%departicipación.Elreferendode finales del 2002 sobre epizootias sólo obtuvo el 25%. La complejidad de los te- mas sometidos a la votación del pueblo y el ritmo sostenido de las consultas contribuyen a explicar el porqué del voto inconstante. “Se tratadeunade las tasas más bajas del mundo en relación conotras democracias”, puntualiza Lio- nelMarquis. “Esta tasa varía entre el 35 y el 45%, y cuando llega al 48 ó 50% se considera que estamos ante una tasa elevada. En Francia, en cambio, la par- ticipación del 77% en las últimas presi- denciales se considerómuy baja.” ¿Quién se manifiesta y quién no? “Unacuartapartede los suizosvota siem- pre, una quinta no vota nunca y el resto, o sea, el 55%, vota según cada caso”, re- sume Stojanovic. Para este especialista enparticipaciónpolítica,elresultadodel 25%de votos regulares es bueno y el del 20%delosnovotantesnoconstituyeuna excepción suiza. En cuanto a la tasa del 80% de personas que, por término me- dio, seexpresanmedianteel voto, lacon- sidera “muy buena”. ¿Cuál es el motivo de que haya gente que no dé jamás su opinión? “Existen, al menos, tres razo- nes diferentes. La primera es el desinte- rés por la política. Aquí encontramos a personas quemezclan los temas yno co- nocen bien este ámbito. Es como un lec- tordeperiódicoquesesaltalasecciónde deportes. El segundo motivo es la frus- tración. Estas personas en cuestión son probablemente desempleados de larga duración; han perdido la ilusión. Final- mente,estánaquellosquesenieganavo- tar por motivos racionales. En este caso, losindividuosconsideranquesuvotono influirá para nada en el resultado.” Ningún país consulta tanto a su población como Suiza Los suizos acuden a las urnas hasta veinte veces al año. Cerca del 80% vota regularmente, pero la participación por tema es muy baja. A pesar de iniciativas como “easyvote”, el voto de los jóvenes permanece estancado. Para Nenad Stojano- vic se trata de “muy buenos indicado- res”: un 80 por cien- to de los ciudadanos participan cada vez o al menos de vez en cuando. Foto p. a d. p Lionel Marquis: una participación electo- ral baja como prueba de que “el descon- tento no es muy grande”. Foto p. a d. p. Baja participación electoral = baja tasa de descontento Para LionelMarquis, la baja tasa de par- ticipación no es motivo de preocupa- ción: “Refleja una baja tasa de descon- tento en lapoblación. La gente sabeque para los asuntos importantes tendrá numerosas ocasiones de expresarse.”El politólogo subraya la abstención ma- siva de los jóvenes, un fenómeno inter- nacional. “En las elecciones federales de 2015, un 30% de los jóvenes entre 18 y 24 años han votado, mientras que el grupo de los 65 a 74 años de edad al- canzóel 67%. Esta situacióndistorsiona los resultados”, lamenta Marquis. Y Stojanovic recuerda: “En el pasado, en los pequeños municipios los jóvenes iban a votar con su familia. Pero esta formade votar implicabauna coacción social que influía en los votos.” ¿Hay un punto negativo? La opaci- dad del financiamiento de los partidos y de las campañas. Para Stojanovic, esta situación no tiene impacto di- recto sobre la tasa de participación, sino sobre la opinión pública. “Losmás ricos pueden influir en una votación, aunque esto no es garantía de éxito”, concluye.
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