Panorama Suizo 5/2019
Panorama Suizo / Septiembre de 2019 / Nº5 5 Buzón Apolo 11 y el hermoso juguete lunar procedente de Berna Los felicito por la excepcional edición de mayo, que contiene información muy valiosa. Sobre todo, la lámina lunar –el colector de viento so- lar de la Universidad de Berna–me ha dejado im- presionado. De niñome permitieron quedarme despierto y ver el alunizaje en vivo. Algo queme gustaría saber, sin embargo, es qué errores en la teoría del Big Bang se pudieron rectificar gracias al experimento de viento solar de Berna. DAN PETER, GOMARINGEN, ALEMANIA “Panorama Suizo” en general Nos gusta leer Panorama Suizo , de preferencia en su versión im- presa. Esta publicación es mi principal fuente de información acerca de lo que ocurre en Suiza, ya que no estoy abonado a nin- gún periódico u otromedio de comunicación. Considero que Pa- norama Suizo es una revista equilibrada y, a la vez, crítica con res- pecto a los desafíos que afronta el país. Además, es divertido enterarse de las actividades de otros clubs estadounidenses. Es- pero que se siga publicando en el futuro. FRED LINDNER, ST. PAUL, MINNESOTA, EE. UU. La votación electrónica con el viento en contra Considero que la votación electrónica es, hoy por hoy, la única manera de poder votar. Yo vivo en Canadá, donde el servicio postal suele ser bastante eficaz, pero ¿en qué siglo vivimos? Creo que esto no atañe sólo a los suizos en el extranjero, sino también a la generación joven en Suiza. ¿Votará esa generación por correo postal o acudirá a las urnas? En lo personal, lo dudo. Espero sinceramente que Suiza pueda mantener su democra- cia y les dé a todos oportunidades justas para que participen en las decisiones. CHRISTINE MEICHSSNER, VANCOUVER, CANADÁ Más comentarios sobre la votación electrónica en: www.ogy.de/no-e-voting La juventud suiza aviva el debate sobre el clima El artículo esmuy instructivo. Me alegra que los jóvenes se pre- ocupen tanto por el cambio climático. Lo importante es que adapten también su comportamiento a estos objetivos. Es po- sible que entonces los políticos empiecen a tomar las medidas necesarias, de manera seria y bien dirigida, y a implantar las leyes que hacen falta. ULRICH MENTZ, ALEMANIA Para lamayoría, las huelgas por el clima son una excusa para no ir al colegio. Hacen huelga por el clima, peronoquierenprivarsedenada. ¿Qué tal si los negocios y tiendas vuelven a cerrar a hora- rios normales? Los bares y restaurantes tampoco tienen que permanecer abiertos toda la noche. Pero cuando se trata de los ingresos, el clima ya no importa. Se usa nieve artificial en las pistas de esquí en el in- vierno para que el turismo continúe. ¿Y qué medidas se toman contra la superpoblación? Loúnicoque hace el sector político es inventar cada vez más impuestos. RENATO BESOMI, JAVEA, ESPAÑA Respuesta de la redacción Con mucho gusto le hacemos llegar la explicación, algo compleja, de cómo el colector de viento solar de Berna contribuyó a rectificar la teoría del Big Bang. Hasta mediados de la década de 1960 se enfrentaban dos teorías en torno a la evolución del universo. El cosmólogo ruso Alexander Friedmann había llegado en 1922 a la conclusión de que vivimos en un universo en constante expansión desde un Big Bang inicial. A esta teoría del Big Bang, que fue puesta en tela de juicio por el propio Albert Einstein, se contraponía la teoría del estado estacionario, o “steady state”, de Fred Hoyle, Thomas Gold y Hermann Bondi: estos tres investiga- dores hablaban en 1948 de un universo en constante expansión, sin inicio. Desde el punto de vista matemático, ambas teorías eran soluciones válidas de las ecua- ciones de la teoría de la relatividad general de Einstein. Ambas eran compatibles con las observaciones de Edwin Hubble de un universo en expansión (1926). Finalmente, el descubrimiento de la radiación de fondo de microondas refutó la teoría del estado estacionario. No obstante, no se podía explicar satisfactoria- mente el origen de algunos isótopos. Así, por ejemplo, la frecuencia del deuterio seguía siendo un misterio. El experimento de viento solar de Berna resolvió ese misterio, pues permitió comprobar que existe hasta diez veces menos deuterio en la nebulosa protosolar que en la Tierra o en ciertos meteoritos. Esto permitió corroborar la teoría de que el deuterio se produjo exclusivamente en el Big Bang. Para complicar todo un poco más, el viento solar capturado en la lámina no contenía deuterio, pues éste se quemó por completo y se convirtió en helio-3 cuando el Sol se formó a partir de la nebulosa protosolar. Es decir, que la lámina de viento solar mide la totalidad de helio-3. A esto hay que restarle el helio-3 original, como se hace con los meteoritos o con Júpiter, para determinar el deute- rio presente en la nebulosa protosolar. Encontrará más información sobre el “Deuterium Puzzle” en la revista “Spatium” del International Space Science Institute, ISSI (en inglés, a partir de la página 15): www.ogy.de/deuterium
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