Panorama Suizo 6/2019

Panorama Suizo / Noviembre de 2019 / Nº6 26 Política STÉPHANE HERZOG Los menores que llegan solos a Suiza se dividen en dos grupos. Aquellos que cumplen los requisitos para el asilo de- bido al país del que proceden, se con- sideran solicitantes de asilo menores no acompañados (RMNA, por sus si- glas en francés). Tienen acceso a un te- cho, alimentación, escolarización y prestaciones sociales. En 2015, 2 700 personas presentaron una solicitud de asilo, entre ellas una mayoría de jóve- nes varones de entre 16 y 17 años de edad, originarios de Eritrea. El otro grupo lo conforman los menores no acompañados (MNA) que, por su país de origen, no cumplen los requisitos de asilo. Tal es el caso, por ejemplo, de los que proceden de Ma- rruecos. No reciben ayuda social y ca- recen de una base mínima de subsis- tencia. “En general, los solicitantes menores han crecido con sus fami- lias”, explica Sylvia Serafin, Codirec- tora de Païdos, una asociación que ofrece a los MNA un seguimiento psi- copedagógico y una comida diaria. “Los MNA, en cambio, son adolescen- tes que huyeron muy pronto de una situación de ruptura familiar. Han vi- vido experiencias dramáticas du- rante el exilio y, en su mayoría, se en- cuentran en una situación de estrés postraumático. Necesitan un acom- pañamiento adecuado.” La mayoría de estos jóvenes vienen de Argelia y Marruecos. Presentan carencias psi- cológicas; también padecen dolencias relacionadas con su vida sin arraigo: dientes en mal estado, heridas, enfer- medades cutáneas. A lo largo de tres años algunos han recorridomás de 15 ciudades en Europa, destaca la asocia- ción francesa Trajectoires . Se suicida un joven en un asilo EnSuiza, es la ciudaddeGinebra laque recibe lamayor parte de losMNA. Esto obedece a dos factores: la proximidad conFrancia y el hechodeque el francés sea la lengua oficial. A este nuevo fenó- meno se añade otra situación, relacio- nada con los RMNA. Desde 2018, su acompañamiento está siendoobjetode crítica por parte de las asociaciones y los profesionales de la asistencia social. Los reproches se centran en el “Grand Foyer de l’Étoile”, operado por el Hos- picio General, donde un joven afgano se suicidó el pasadomarzo. “El suicidio de un joven es el acontecimiento te- mido —aunque no deja de ser com- prensible—que se producedespués de cuatro años de agotamiento e inestabi- lidad”, escriben en una carta al Parla- mento los educadores de este asilo. Este centro, que acoge a hasta 200 solicitan- tes de asilo menores, se ha comparado con una prisión. Promiscuidad, ruido, calor y frío, falta de seguimiento edu- cativo, hacen de este establecimiento un lugar totalmente inadecuado. “No es una residencia, es un campo”, de- nuncia una joven solicitante cuyo tes- timonio fue recogido por la Escuela Su- perior de Trabajo Social. De acuerdo con las asociaciones— entre ellas, la Liga de Derechos Hu- manos—, el Estado no hace lo necesa- rio para reconocer y proteger los derechos específicos de estos meno- res, conforme a lo previsto por la Con- vención Internacional sobre los Dere- chos del Niño. Fundado en 2018, el Collectif Lutte des MNA [Colectivo Lu- cha de los MNA] subraya la ausencia de procedimientos y de prestaciones comunes para estos jóvenes. Julie, una estudiante de 25 años de Ciencias So- ciales en Lausana, ha participado en su gestación. “Los MNA son rescata- dos en la calle y alojados en albergues gestionados por personas que no es- tán formadas para acogerlos y que los expulsan cuando surgen problemas”, denuncia Julie. “Tienen derecho a un bocadillo por la tarde y un desayuno por la mañana. No están escolariza- dos y sus tutores, que supuestamente los acompañan, están agobiados por la cantidad de expedientes.” No hay escolarización para los MNA El Departamento de Educación Pú- blica puntualiza que, por regla gene- ral, los menores son alojados en cen- tros y que los albergues sólo ofrecen una solución de urgencia. A princi- pios de octubre confirmó que nin- gúnMNA había sido escolarizado. El Colectivo denuncia, asimismo, la “inutilidad” de las detenciones pre- ventivas, cuando jóvenes sin docu- mentos de identidad son detenidos por la policía. Si el problema radica únicamente en una situación irregu- lar, el Tribunal de menores decide, El aflujo de menores extranjeros no acompañados pone a Suiza en apuros Entre 2016 y 2018 solicitaron asilo en Suiza más de 3 000 menores no acompañados, a los que se suman cientos de jóvenes magrebíes que llegaron solos. Ginebra es la ciudad más afectada por esta inmigración: un reto frente al cual las autoridades son acusadas de inacción.

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