Panorama Suizo 4/2020

Panorama Suizo / Julio de 2020 / Nº4 THEODORA PETER Para Namgyal Studer, propietaria de una peluquería en Berna, el confina- miento fue un “shock enorme”: de un día para otro tuvo que cerrar su prós- pero negocio, cancelar citas con clien- tes y mandar a casa a sus dos emplea- dos. Con la misma suerte corrieron, a mediados demarzo, decenas demiles de propietarios de negocios, artesanos, dueños de restaurantes y otros pro- veedores de servicios. En toda Suiza, casi 190000 empresas –entre ellas, la Sociedad de Responsabilidad Limi- tada de Namgyal Studer– recurrieron al Seguro de Desempleo (ALV) para conceder a casi dos millones de em- pleados una licencia de corta duración o una reducción de su jornada laboral. El ALV financia el 80% de los salarios afectados por la interrupción de acti- vidades, con el fin de evitar los despi- dos. Durante la crisis del coronavirus, en Suiza más de un tercio de los em- pleados (37%) trabajaron a jornada re- ducida; y en el cantón del Tesino, es- pecialmente afectadopor lapandemia, fueron más de la mitad (54%). Para fi- nanciar este plan de rescate, la Confe- deración pagará más de 14000 millo- nes de francos al ALV. Sin esta intervención del gobierno, los em- pleados activos habrían tenido que aceptar mayores sacrificios salariales para evitar el colapso financiero de esta institución social. Créditos multimillonarios “¡La ayuda está en camino!”, prometió el Ministro de Economía, Guy Par- melin (UDC), al inicio de la crisis. La pandemia y el mercado laboral suizo “¡La ayuda está en camino!” – Las multimillonarias ayudas federales En Suiza, uno de cada tres empleados resultó afectado por el paro total de la economía. Decenas de miles de negocios tuvieron que cerrar sus puertas. Casi dos millones de personas se vieron obligadas a trabajar a jornada reducida. El Consejo Federal movilizó un paquete de ayudas nunca antes visto. 10 Tema Clave Además de la jornada reducida tam- bién se concedieron créditos a las empresas, que de esta manera pudie- ron solicitar a su banco, sin mayores trámites, un apoyo financiero ava- lado por la Confederación por hasta 40 000 millones de francos. La pelu- quera Namgyal Studer también soli- citó un pequeño crédito puente, que le permitió pagar sus facturas, a pe- sar de la pérdida total de ingresos, así como los sueldos de sus dos emplea- dos, antes de que le llegara el dinero del ALV. Studer recibió para sí misma una indemnización global durante el confinamiento, que el Consejo Fede- ral fijó en 3 320 francos mensuales para aquellos empleadores que tra- bajan en su propia empresa. A Studer le preocupaba tener que pagar el al- quiler completo de su salón, que per-

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