Panorama Suizo 4/2020
Panorama Suizo / Julio de 2020 / Nº4 23 Cuando llega el bebé, el padre también desea tener más días de permiso En Suiza, el permiso de paternidad es objeto de debate desde hace casi dos décadas. Hasta ahora, el Parlamento siempre ha estado en contra. Pero actualmente soplan vientos de cam- bio y en septiembre el pueblo tendrá la oportunidad de tomar una decisión clave al respecto. cia a favor de unmodelo concreto. Ese fue precisamente el problema en 2014: especialistas en aviación criti- caron públicamente al Gripen, califi- cándolo de “proyecto en ciernes”; el gobierno dejó filtrar información acerca de sus debates internos y el Consejero Federal entonces a cargo del ejército, Ueli Maurer (UDC), fue blanco de duros ataques: el “No” del pueblo era de esperarse. Una ministra muy popular La situación también es distinta ahora debido a la gran simpatía de la que, se- gún las encuestas, goza la Ministra de Defensa Viola Amherd. Esta populari- dad le permite abogar por las fuerzas aéreas, inclusomás allá de los círculos conservadores. Y parece tener éxito: de acuerdo con una encuesta realizada en 2019 por la ETH Zúrich, la mayoría de los suizos interrogados pensaban que el ejército suizo es necesario y que los gastos para la defensa del país son apenas suficientes o, incluso, insufi- cientes. Esta vez, los opositores del ejército lo podrían tener difícil. Sin embargo, Lewin Lempert, miembro del comité del referendo, no lo cree así. En su opi- nión, existen buenos argumentos para votar “No”: “Con esta propuesta no sa- bemos lo que compramos, pues el tipo de avión no se conoce”. Como si fuera poco, los nuevos aviones podrían cos- tar a lo largo de su vida útil unos 24000 millones de francos, como lo demuestran cifras de otros países. Además, en plena crisis del coronavi- rus, un gasto de 6000 millones de francos para aviones de combate es “difícil de justificar”. ¿Prevalecerán los argumentos de la Confederación o los del comité del referendo? Habrá que esperar hasta el otoño para saberlo. MIREILLE GUGGENBÜHLER Hace cinco años, Hauke Krenz obtuvo de su empleador el permiso de ausen- tarse un día por el nacimiento de su primera hija. Después, debió haber regresado al trabajo, dejando solas a su esposa y a su hija. Pero no quiso ha- cerlo: “Me habría remordido la con- ciencia. Quería ser parte de la familia desde el principio, asumir responsa- bilidades y entablar una relación es- trecha con mi hija”, dice este padre, que reside en el municipio ginebrino de Lancy: “Un día de permiso no al- canza a veces ni para estar presente en el nacimiento”. Por eso, este economista de em- presa utilizó su periodo anual de va- caciones para convivir con su familia después del nacimiento. Además, di- rigió una “enérgica protesta” a su em- pleador por no poder pedir un per- miso paternal más largo. Entretanto, el empleador de Hauke Krenz ha cam- biado su política: cuando nació su se- gundo bebé hace dos años, Hauke Krenz pudo gozar de diez días de per- miso paternal. A todas luces, un cam- bio está en marcha. Los empleados jóvenes buscan atractivos periodos de permiso Krenz no es un caso aislado. En Suiza, muchas familias jóvenes opinan en la actualidad que el padre juega un pa- pel importante después del parto. Por eso, cada vez más empresas ofrecen un permiso paternal para aumentar su atractivo frente a los jóvenes em- pleados. A este respecto, la empresa farmacéutica Novartis es pionera en Hauke Krenz con sus dos hijos: un ejemplo de los vientos de cambio que soplan en la sociedad suiza. Foto puesta a disposición de la revista
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