Panorama Suizo 5/2020

Panorama Suizo / Septiembre de 2020 / Nº5 “La técnica nunca es apolítica” Para la historiadora Daniela Zetti, la oposición al 5G en Suiza no es sorprendente, pues se trata de mucho más que de un simple asunto de telefonía móvil. ENTREVISTA: SUSANNE WENGER Daniela Zetti, ¿le sorprende la oposición al 5G en Suiza? No, en absoluto. Lo que me sorprende es que haya surgido tan tarde. La red de telefonía móvil digital suiza se creó en 1993. La tecnología juega un papel muy importante en la imagen que Suiza tiene de sí misma: por ejemplo, grandes obras de ingeniería como el túnel del Gotardo o la presa de Contra se han convertido enmonumentos de la técnica; se visitan como si fueran sitios naturales. Debido precisa- mente a que Suiza posee mucha tecnología e in- fraestructura tecnológica, estos temas siempre han sido motivo de debate, e incluso de contro- versia. Además, esto nos ha obligado siempre a cuestionarnos para saber en qué país deseamos vivir. En la historia suiza de la técnica, ¿ha habido controver- sias equiparables a la que suscita actualmente el 5G? Un pequeño pero modélico ejemplo de ello es la emisora de onda corta de Schwarzenburg, en el cantón de Berna, que la Oficina de Correos PTT puso en funcionamiento en 1939. A través de ella, Schweizer Radio International difundía noticias a escala mundial; pero poco a poco fue aumentando el descontento entre la población local. Había problemas de salud, en los canalones de los techos se oía música, el ambiente estaba invadido de día y de noche por un zumbido de fondo. Este es un motivo suplementario por el cual puede surgir una oposiciónde este tipo enun país tan tecnificado como Suiza: cuando la tecnología se integra en el entorno, donde em- pieza amanifestarse como un elemento vivo que se percibe, se oye y se siente, puede llegar a representar una amenaza para el cuerpo humano. Los opositores al 5G también esgrimen el argumento de la salud. Sí; peromientras que en aquel entonces la empresa PTT po- día valerse de sumonopolio para argumentar que esta emi- sora era indispensable para Suiza, hoy en día, en el con- texto de unmercado liberalizado, las empresas de telefonía móvil están sujetas a mayor presión para justificarse, sin hablar de la fuerte competencia que existe entre ellas. En los años 1990, tener acceso a la infraestructura de los nue- vosmedios de telecomunicación permitía ganarmucho di- nero; pero en nuestros días ya no es el caso. Los defensores del 5G argumentan que Suiza necesita esta tecnolo- gía para no quedarse relegada. Este argumento se ha venido usando reiteradamente desde los años 1970 para promover la digitalización. La eterna pro- mesa de un futuro innovador sirve para ocultar las conse- cuencias sobre el entorno de vida. En el caso del G5, para obtener una cobertura completa se necesitan muchas an- tenas de poco alcance. Además, la gente se pregunta para qué sirve esta nueva tecnología inalámbrica, quiénes ten- drán acceso a ella y quiénes serán sus beneficiarios. Me da la impresión de que faltan alianzas en torno al 5G, que pue- danmostrarle a la población suiza en qué consistirían real- mente sus ventajas. La mayoría de la población usa teléfonos inteligentes y quiere disponer de una buena cobertura de red. En casi toda Suiza está garantizada una buena cobertura de red. Lo que aún faltaría, sería convencer a los suizos de que ciertas cosas como la conducción autónoma, posibilitada por el 5G, representan un progreso para la sociedad en su conjunto. Pero esto podría despertar fascinación y temor al mismo tiempo, y resultar insuficiente para lograr un am- plio consenso a favor del 5G. Desde una perspectiva histórica, ¿cómo pueden solucionarse las controversias en torno a la tecnología? A través de la negociación democrática. La técnica nunca es apolítica, siempre posee una dimensión social. Hoy en día, los operadores de las redes inalámbricas combaten el es- cepticismo con promesas de seguridad. Afirman que no existen pruebas científicas de daños a la salud. Esto me re- cuerda a los operadores de las centrales nucleares: sorpren- didos por una fuerte oposición, los expertos intentaron de- mostrar a través de estudios y estadísticas que las centrales nucleares significaban un riesgomínimo para el individuo. La estrategia no funcionó. La estimación meramente téc- nica del riesgo no tuvo en cuenta la diversidad de deseos y preocupaciones de los opositores de la energía nuclear, que iban desde la protección de las aguas hasta el federalismo. Daniela Zetti obtuvo su postdoctorado en Historia de la Técnica en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH). Actualmente es profe- sora e investigadora en la Universidad de Lübeck. 9

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