Panorama Suizo 1/2021

Panorama Suizo / Febrero de 2021 / Nº1 19 Parlamento aspiran a garantizar unos servicios operativos y de fácil uso para el consumidor. Argumentan que los proveedores privados estánmás cerca de los clientes y pueden reaccionar con mayor flexibilidad a la evolución tec- nológica. “La experiencia de otros paí- ses ha demostrado que las soluciones estrictamente gubernamentales no son las óptimas y tienen poco éxito, debido a que el sector privado no las utiliza”, comenta Karin Keller-Sutter. Sin embargo, este tipo de coopera- ción no deja de suscitar controversia. Tal es elmotivo por el que la asociación Digitale Gesellschaft , los organizadores de campañas Campax , la plataforma por la democracia WeCollect y la aso- ciación PublicBeta decidieron convo- car un referendo para conseguir que se pronuncie el pueblo. El Estado, ob- jetan, estaría renunciando a una de sus funciones sustantivas para “arro- dillarse ante intereses económicos”. Quienes asumirían las funciones de las oficinas de pasaportes serían los grandes bancos, los seguros y las em- presas paraestatales. Esta unión de opositores juzga peligroso conceder a actores privados el acceso a datos sen- sibles, ya que las empresas se mueven ante todo por intereses comerciales y no son dignas de confianza. El Estado quedaría relegado a una mínima fun- ción de control. Los oponentes tam- bién dudan de la libre voluntad: temen que los servicios en línea ejerzan pre- sión para que se utilice la e-ID. El PSS y los Verdes ya han sustentado esta opinión en el Parlamento, una opinión que también comparten el Partido Pi- rata, el Sindicato Suizo de Empleados Públicos, varias organizaciones de personas mayores y otras redes más. El responsable federal de la protección de datos apoya la e-ID Los partidarios del proyecto rebaten esos temores, afirmando que el Es- tado no traspasaría el control de los datos y que la LSIE excede las norma- tivas vigentes. Los datos personales no podrían usarse para otros fines ni traspasarse sin previo consenti- miento. Asimismo, se prohibiría su venta. Adrian Lobsiger, responsable fe- deral de la protección de datos, re- salta la conformidad de la propuesta con la normativa de protección de da- tos. En su opinión, el proyecto supon- dría una simplificación, ya que sería innecesario que cada banco, empresa o administración desarrollara su pro- pio inicio de sesión seguro. “Condu- ciría a una estandarización legal de la seguridad técnica y de la protección de datos”. La solución prevista ten- dría la ventaja de que el sector pri- vado financiaría y operaría un sis- tema de e-ID regulado por el Estado. Si la ley es rechazada en las urnas, Suiza podría verse obligada a recono- cer e-ID exclusivamente privadas, po- siblemente incluso de proveedores extranjeros como Apple o Google, a pesar de que éstos no garantizan el mismo nivel de protección. Algunas instancias cantonales colaboran ya con la empresa SwissSign , señala Lob- siger, y usan una SwissID desarrollada por esta empresa para ofrecer a los ciudadanos sus servicios oficiales en línea. Se perfila un posible monopolio SwissSign está integrado por Correos de Suiza, Ferrocarriles Federales Sui- zos, Swisscom, Six, varios grandes bancos y aseguradoras. Este grupo tiene mucho interés en emitir una e-ID, advierte Anita Fetz (PSS/BS). En un debate parlamentario, esta antigua Consejera de los Estados señaló que un monopolio privado no puede ser la forma de competencia del futuro. La Ministra de Justicia, Karin Keller-Sut- ter, rechazó el argumento por “no con- El precio de la e-ID Para que la e-ID se haga realidad, la Confede- ración debería desembolsar 7,9 millones de francos. Con ese importe se financiarían el de- sarrollo del sistema y la creación de la Oficina de Identificación y Certificación. Su funciona- miento costaría, según el Departamento Fede- ral de Justicia y Policía, unos 3,5 millones de francos anuales, pero se pagaría con impues- tos administrativos, por lo que no supondría ningún gasto para la Confederación. (ERU) cluyente”: “¿Y qué tipo de emisor sería entonces el Estado?” El objetivo es, precisamente, que varios proveedores compitan en el mercado y desarrollen diferentes aplicaciones. La e-ID supondría una base im- portante para la transformación digi- tal, subrayan sus partidarios. Suiza no debe perder esta oportunidad de avanzar en materia digital y acortar distancias con el extranjero. En reali- dad, Suiza está menos avanzada en cuestiones de administración elec- trónica que otros países equiparables. Los expertos advierten que podría quedar rezagada. Ruedi Noser (PLR/ ZH) advirtió en el Consejo de los Es- tados que ésta es la última oportuni- dad para Suiza de conservar en el pro- pio país el control sobre los datos de identificación de sus ciudadanos. Si el proyecto se retrasa, los beneficiados serán Apple, Google, Facebook y Amazon. El Parlamento de la “Quinta Suiza”, el Consejo de los Suizos en el Extranjero (CSE), se pronunció el 10 de julio de 2020 a favor de la propuesta de votación. Sin embargo, con 37 votos a favor, 26 en contra y 18 abstenciones, la decisión no fue unánime. EVEL INE RUTZ ES PERIODISTA INDEPENDIENTE EN WINTERTHUR, ESPECIAL ISTA EN TEMAS POL Í T ICOS, SOCIALES Y CIENT Í F ICOS. Según Adrian Lobsiger, experto en protección de datos, la e-ID propuesta cumple con las normas de protección de datos. Según Karin Keller-Su- tter, Ministra de Justi- cia, las soluciones es- trictamente gubernamentales no son las óptimas. Según la oponente Ani- ta Fetz, un monopolio privado no puede ser la forma de competencia del futuro.

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