Panorama Suizo 1/2021

Panorama Suizo / Febrero de 2021 / Nº1 22 Sociedad SUSANNE WENGER En febrero, cuando aparezca este número de Panorama Suizo , se habrán vacunado los primeros ciudadanos suizos contra el coronavirus. Esto debería ser una contribución decisiva para frenar la pandemia. Pero en Adviento, cuando se re- dactaron las presentes líneas, la situación era muy tensa. Suiza resistió la primera ola sin sufrir mayores estragos; pero la segunda la convirtió en un foco de la pandemia en Europa. Las instituciones políticas se mostraron más divi- didas que nunca. Y se resquebrajó la imagen de Suiza como país en el que todo siempre funciona bien. ¿Qué ocurrió? Intentaremos explicarlo a continuación, a sabiendas de que habrá nuevos giros de guion tras el cierre de redacción. Aprincipios de verano se levantó el estado de excepción que permitía al Consejo Federal tomar decisiones en forma casi autónoma. Apartir de esemomento, la gestión de la cri- sis dejó de estar en sus manos, para recaer en los cantones. En Suiza, país con una estructura federalista, incumbe a los cantones hacerse cargo de la salud pública, por lo que éstos reclamaron sus prerrogativas ante lamarcada disminución de los contagios. El Consejo Federal quedó relegado a se- gundo plano, incluso cuando, en octubre, llegó la segunda ola. Al principio, no todas las regiones se vieron afectadas por igual, y predominó la opinión de que la mejor opción eran medidas puntuales, acordes con cada circunstancia. Suiza sigue “su propio camino” Sin embargo, las cifras se incrementaron drásticamente y al- canzaron, a principios de noviembre, un récord de casi 10000 nuevos contagiosdiarios. Afinalesdeoctubre, el ConsejoFede- ral volvióa interveniryaprobódisposicionesválidasparatodo el país, entre ellas la ampliación del uso obligatorio de masca- rillasy laprohibicióndeeventosmultitudinarios. Sinembargo, el Consejo Federal renunció a decretar un confinamiento par- cial, unamedida que habían adoptado anteriormente los can- tones de la Suiza occidental ante el considerable incremento del númerodecontagios ensuterritorio. Los restaurantesyco- mercios continuaronabiertos, conciertas restricciones. Aeste respecto, Suiza se desmarcó de sus vecinos, a pesar de presen- tar cifrasmás elevadas en relación con su población. El Ministro de Salud Pública, Alain Berset (PSS), defendió ante la ciudadanía la decisión de un gobierno mayoritaria- mente conservador, declarando que Suiza seguía “su pro- pio camino”. El Consejo Federal pretendía proteger la salud, “pero sin causar daños innecesarios a la sociedad y la eco- nomía”. La asociación interprofesional Gastrosuisse y la unión económica Economiesuisse no ocultaron su alivio. El objetivo de las autoridades era reducir las cifras a la mitad cada dos semanas, hasta Navidad. En un primer momento lo lograron y en noviembre la curva descendió, sobre todo gracias a las estrictas medidas que adoptó Romandía. Sobrecarga hospitalaria Sin embargo, Suiza no consiguió salir de la zona de peligro, debido en parte a que los cantones de lengua alemana im- pusieron menores restricciones, para gran disgusto del Consejo Federal. Así, en este pequeño país con sus 26 can- tones y semicantones, imperaba una profusión de normas divergentes. Los llamamientos a la autodisciplina termina- ron quedando sin efecto. A inicios de diciembre, las cifras, que habían permanecido elevadas, empezaron a aumentar en casi todos los cantones. Los contagios representaban una pesada carga para los hospitales y las residencias de ancia- nos; empezaban a escasear las camas en las unidades de cui- dados intensivos. En la segunda ola, la cifra de muertos de edad avanzada por covid-19 superó el promedio. En una comparación internacional, Suiza experimentó un índice elevado de fallecimientos por coronavirus, a pe- Cómo Suiza se dejó arrollar por la pandemia Ante la segunda ola del coronavirus, el gobierno federal y los cantones evitaron adoptar medidas demasiado estrictas, con el afán de no afectar en exceso a la economía y la sociedad. Sin embargo, esto no permitió controlar la situación. Fallecieron un número inusual de personas mayores. Ueli Maurer, Ministro de Finanzas: “Se ponderaron los pros y contras”. Alain Berset, Minis- tro de Salud Pública: “Suiza sigue su propio camino”. Simonetta Sommaruga, Presidenta de la Confederación Fotos Keystone

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