Panorama Suizo 1/2021
Panorama Suizo / Febrero de 2021 / Nº1 no se aprovechó la oportunidad para instituir una repre- sentación proporcional de género, como es el caso para los cantones o las regiones lingüísticas en el Consejo Nacional. El Estado Federal se basa en una serie de cuotas. Yo formo parte, por así decirlo, de la cuota bernesa”. Durantemucho tiempo, no solo eran pocas las mujeres electas, sino que se presentaban también pocas candidatas. En opinión de Flavia Kleiner, esto se debe ante todo a obs- táculos estructurales: “No es fácil compaginar la labor po- lítica y la familia. Las reuniones y los actos suelen celebrarse por la noche o los fines de semana. Además, la cultura polí- tica sigue estando dominada por los hombres, y en ese me- dio el trato es a veces bastante rudo. Además, losmedios de comunicación son más intransigentes con las mujeres”. De ahí que los cargos políticos pierdan atractivo para las mujeres, por lo que cuesta más convencerlas para que sean candidatas, afirma la politóloga Sarah Bütikofer, quien investiga la participación de lasmujeres en la política; opina que los partidos son los más indicados para actuar: “En Suiza, los partidos están organizados a nivel cantonal. Por eso, están en condiciones de incentivar a las mujeres y co- locarlas en buena posición en las listas”. Ser elegido al Consejo Nacional o al Consejo de los Es- tados suele suponer cierta experiencia a nivel cantonal: casi nadie da el salto directamente al Parlamento Nacional. “Quien actúa a nivel nacional es la dirección de los partidos. Por eso hay que incentivar a las mujeres ya desde el nivel cantonal y municipal, para luego contar con candidatas ca- lificadas para ocupar cargos más elevados”, dice Bütikofer. ¿Exceso de cautela o falta de confianza? Pero precisamente a nivel cantonal estamos en Suiza aún lejos de la igualdad de género. En 2019, el porcentaje de mujeres en los parlamentos y gobiernos cantonales era del 25 al 29%. Si bien Basilea-Ciudad logró aumentar hasta un 42% la cuota de mujeres en el parlamento cantonal a finales de octubre de 2020, en el mismo lapso el cantón de Argovia recurrió exclusivamente a hombres para inte- grar su Consejo de Estado; y en su parlamento cantonal, la proporción de mujeres incluso se redujo. Martina Sigg, Presidenta de las Mujeres del PLR, consi- dera que este resultado es insuficiente: “En algunos distri- tos resulta incluso difícil encontrar mujeres. Son más re- servadas y más renuentes a asumir responsabilidades políticas. Con frecuencia hay que salir a buscarlas y tratar de convencerlas. Es raro que se presenten espontánea- mente”. De ahí la importancia a sus ojos de campañas como “ Helvetia ruft ”. Ello no obstante, cuando se trató de renovar el gobierno cantonal de Argovia, en 2019, Martina Sigg optó por el candidato masculino, Jean-Pierre Gallati de la UDC, y no por Yvonne Feri, del PSS. “La UDC tenía derecho a ese escaño y él era, enmi opinión, el más indicado para ocupar el cargo. También hay que definir lo que se quiere repre- sentar: ¿a los partidos o a los géneros? Para mí los partidos tienen prioridad, aunque por supuestome habría gustado que el PSS designara a una candidata competente”. Haciendo política al margen de los partidos Ser candidata es una cosa y votar otra muy distinta, y las mujeres suizas siguen siendo renuentes a emitir su voto: así, el estudio electoral suizo Selects revela que en las eleccio- nes federales de 2019 votaron el 49%de los hombres, frente al 41% de las mujeres únicamente. ¿Acaso desalienta a las mujeres el aspecto instituciona- lizado de la política? En realidad, éstas no dudan en com- prometerse con las causas políticas, como lo demostró su huelga de 2019, en la que salieron a la calle cientos demiles de mujeres. “Yo también participé en esta huelga y desde hace dos años estoy comprometida con la comisión federal ‘dini Mueter’ (EKdM), un grupo de presión que fundamos después de la huelga para lograr mejores condiciones labo- rales en el sector del cuidado infantil”, afirma Lina Gafner. Estamujer de 38 años tomó la decisión deliberada de no afiliarse a ningún partido. “No me gustan las luchas de po- der ni los cultos a la persona, ni quiero alinearme con una política de partido. Lo que a mí me importa son las reivin- dicaciones concretas”. Tal es el objetivo también por el que pugna la EKdM a nivel político, como grupo de presión. “Pero en lo personal, no me presentaría como candidata a un cargo político. Nome gusta la manera como está estruc- turado todo esto y sería difícil compaginar esta responsa- bilidad con mi vida familiar”, declara Lina Gafner. Por su parte, la Consejera Nacional Kathrin Bertschy , si bien está a favor de las formas alternativas de participación política, no deja de señalar: “Es importante que también hayamujeres en el Parlamento y no lo dejen todo enmanos de los hombres. Porque es allí donde ellas pueden lograr los mayores cambios ymejorar el marco legal a favor de lasmu- jeres”. EVA HIRSCHI ES PERIODISTA AUTÓNOMA EN L AUSANA . En palabras de Flavia Kleiner, “los hombres cuentan con una ventaja de unos 170 años”, por lo que se necesitará tiempo para superar este retraso. Acerca del incremen- to de la presencia femenina en el Par- lamento, Katrin Bertschy opina: “Es una señal positiva y que, además, urgía”. Sarah Bütikofer: “Los partidos están en condiciones de incentivar a las mu- jeres y colocarlas en buena posición en las listas.” 7
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