Panorama Suizo 5/2021

Panorama Suizo / Octubre de 2021 / Nº5 19 cipio desembocaba en el Aar a la altura de Uetendorf: sus crecidas hacían del municipio una zona de eterna crisis y pobreza. Amediados del sigloXVIII, el gobierno cantonal bernés ordenó des- viar el ríoKander hacia el lago de Thun, sentando así la base para que los pan- tanos de Uetendorf se convirtieran en tierras de cultivo de primer nivel y la localidad en un próspero pueblo de campesinos. El siguiente impulso llegó a prin- cipios del sigloXX, con la construcción del ferrocarril de Berna a Thun, a tra- vés del valle del Gürbe. En principio, el tren debió haber pasado por el valle de Stocken; pero gracias a la influencia de los terratenientes berneses que resi- dían en Eichberg, los constructores cambiaron sus planes y el ferrocarril dio un giro hacia Uetendorf. La cultura del saludo en la calle El ferrocarril disparó el auge del mu- nicipio. Con el crecimiento económico posterior a la Segunda Guerra Mun- dial, la empresametalúrgica Selve, ba- sada en Thun, quiso expandirse: Ue- tendorf era el lugar ideal para ello, con su zona industrial perfectamente co- municada. A principios de los años 1990, el cierre de Selve, a raíz de la ban- carrota de su propietario, el financiero Werner K. Rey, solo significó un revés pasajero. Mientras tanto, la autopista cercana permitió a los trabajadores ac- ceder fácilmente a la zona industrial, que se recuperó rápidamente y hasta la fecha continúa muy activa. “Aunque pertenece a la periferia de Thun, Uetendorf ha conservado su ca- rácter de pueblo”, afirma Hannes Zaugg. Entre otros motivos, continúa Zaugg, esto se debe a que se han alla- nado en la política local las fronteras ideológicas entre conservadores y progresistas: por ejemplo, se aplicó en la planificación urbanística el princi- pio de densificación hacia el interior, con el objeto de proteger las tierras de cultivo, aunque esto frenó el creci- miento demográfico y la recaudación de impuestos. Según Zaugg, el hecho de que los habitantes de Uetendorf no hayan perdido la costumbre de salu- darse en la calle ha llegado a verse como parte de la cultura local. Una zona industrial que retumba de música Roland Eberhart, fundador y director del grupo musical Calimeros , cono- cido en toda Europa, aprecia esa flexibilidad que caracteriza las rela- ciones entre el campo y la ciudad. Eberhart creció en Uetendorf, donde puso a prueba por primera vez su ta- lento como cantante en 1976, durante un evento del club local de hockey so- bre hielo. Fue el comienzo de una es- pectacular carrera de más de cua- renta años. Los Calimeros continúan sacando nuevo álbumprácticamente todos los años. El último está dedi- cado a las Bahamas como destino va- cacional exótico. El estudio de Calimeros se sitúa en plena zona industrial de Uetendorf. Justo al lado van y vienen camiones pesados y en el estacionamiento dan los Calimeros su legendario concierto anual al aire libre. Al muy creativo fundador del grupo le gusta este sitio: no solo por su ruidosa actividad, sino también por sus pacíficos campos de cereales, sus árboles que se mueven con el viento y lamajestuosidad de las cimas alpinas que divisa cuandomira por la ventana de la oficina o da una vuelta con la moto. “Es una combina- ción que me inspira mucho”, dice el cantante, para quien por supuesto no existen las fronteras. Aunque celebra el exotismo de lejanas tierras, el grupo de música “Calimeros”, bajo la dirección de su vocalista Roland Eberhart, tiene sus raíces en Uetendorf. Foto PD Parece una antigua iglesia bernesa, pero es bastante moderna: la iglesia de Ueten- dorf fue construida en 1954. Foto www.uetendorf.ch

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