Panorama Suizo 5/2021
Panorama Suizo / Octubre de 2021 / Nº5 20 Política THEODORA PETER El Tribunal Federal en Lausana es la máxima instancia judicial de la Confederación. Emite decisiones de última instancia sobre la legitimidad de las sentencias judiciales y la interpretación de leyes que afectan la vida de millo- nes de ciudadanos suizos. Como tercer poder del Estado federal, el poder judicial solo está sujeto a la ley. Los miem- bros del Tribunal Supremo son elegidos por la Asamblea Federal Unida de ambas cámaras del Parlamento. Para su designación, el poder legislativo tiene en cuenta el peso respectivo de los distintos partidos políticos, con lo que pretende garantizar que el Tribunal Supremo represente adecuadamente a la sociedad y posea legitimidad demo- crática. Esta ley implícita –una especie de acuerdo entre caballe- ros– tiene como consecuencia que quien quiera ocupar el cargo de juez en Suiza tenga que adherirse a un partido po- lítico, a cambio de lo cual debe asignar parte de su salario a “su” partido. Esta aportación oscila, según el partido, en- tre 3 000 y 10 000 francos al año, con un salario de 365 000 francos para un juez federal. Desde hace mucho tiempo, esta particularidad suiza es objeto de críticas a nivel inter- nacional: el Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO) del Consejo Europeo advierte en este impuesto sobre el mandato una violación de la independencia judi- cial. Por su parte, Suiza justifica esta tradición histórica ar- guyendo que, a diferencia de lo que ocurre en otros países, en Suiza los partidos no reciben financiación pública. Posible castigo a los jueces que no son del agrado de su partido El GRECO critica también que los jueces federales deban ser reelegidos cada seis años por el Parlamento. En su opi- nión, este procedimiento conlleva el peligro de un sufragio negativo por motivos políticos. En efecto, ocurre en Suiza que se castigue a los juecesmenos populares. En otoño 2020, la UDC recomendó no reelegir a su propio juez federal Yves Donzallaz, porque sus valores no coincidían con los del par- tido. En 2015, estemagistrado había estado involucrado en una sentencia de última instancia que colocaba el acuerdo de libre circulación de personas con la UE por encima de la iniciativa “Contra la inmigración masiva”, promovida por la UDC y aprobada por el pueblo. Finalmente y pese a esta recomendación, Donzallaz fue reelegido pormayoría en el Parlamento como juez federal –sin los votos de “su” UDC–. En 1990, los titulares se hicieron eco del llamado “caso del crucifijo”: en una sentencia de principio, el Tribunal Fe- deral prohibió los crucifijos como símbolos religiosos en las aulas, lo que algunos círculos católicos interpretaron como una persecución a los cristianos. Si bien los jueces federa- les involucrados en el asunto fueron reelegidos, lo fueron con un reducido número de votos, a modo de castigo. Una iniciativa propone elegir a los jueces por sorteo Al empresario Adrian Gasser le desagrada desde hace mu- cho esta complicidad entre la política y losmáximos jueces La independencia de la justicia en tela de juicio En Suiza, quien aspire a ocupar el cargo de juez federal debe pertenecer a un partido político. Esto arroja dudas sobre la separa- ción de poderes. La Iniciativa por la justicia, que se someterá a votación el 28 de noviembre, reclama cambios radicales. La entrada del Tribunal Federal en Lausana, con sus columnas de mármol: ¿verán estas escaleras pasar a jue- ces sorteados, en vez de elegidos? Foto Keystone
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