Panorama Suizo 6/2021

Panorama Suizo / Diciembre de 2021 / Nº6 24 Corona JÜRG STEINER En Suiza, no es raro que el repique de las campanas se convierta en asunto de política local; por ejemplo, cuando las campanas de las iglesias o los cencerros de las vacas llegan a perturbar la tranquilidad de los ciudadanos. Pero desde hace meses, las campanas que llevan colgadas algunos manifestantes suscitan una emoción sin precedentes en la opinión pública suiza. “Treicheln” es el nombre de esas ruidosas campanas que forman parte de la parafernalia tradicional, sobre todo en el centro del país, y que a priori poco tienen que ver con la política, ya que suelen usarse en las celebraciones de Carnaval. De esta ancestral tradición ha surgido ahora un grupo conocido como los “Freiheitstrychler”. Estos “campaneros ninguna filiación política recopiló en apenas tres semanas 190000 firmas para un referendo, consiguiendo así que el pueblo se pronunciara una vez más en torno al endurecimiento de las medidas nacionales contra la COVID-19. Al cierre de la presente edición, tres semanas antes de la votación en torno a la Ley sobre la COVID-19, los institutos demoscópicos asumen que lamayoría respaldará lasmedidas del Consejo Federal, por más que Suiza tenga una de las tasas de vacunación más bajas de Europa Occidental (60%, aproximadamente). Pero incluso si son derrotados en las urnas, los “Amigos de la Constitución”, quienes se fortalecieron inicialmente gracias a los círculos de derecha y consideran que el coronavirus sirve de pretexto para la creación de un Estado policial liberticida, seguirán agitando la política de partidos. Porque también hay que tomar en cuenta que se les suman no pocos izquierdistas que ven en las medidas sanitarias del gobierno un atentado a los derechos básicos individuales. Michael Hermann, experto en geografía política y cuyo instituto de investigación Sotomo ha realizado varios sondeos de opinión, aclara que los “Amigos de la Constitución” atraen a un amplio espectro de personas que se sitúan no solo a la derecha, sino también a la izquierda de la UDC. El éxito de este impredecible movimiento ha obligado a la UDC, partido nacionalista de derechas, a reaccionar con urgencia: algunos de sus representantes, como el Consejero Federal Ueli Maurer, o el líder de opinión Christoph Blocher, han aparecido en los medios vistiendo la camisa de los Freiheitstrychler para mostrar su cercanía a los opositores. Esto viene a ratificar el pronóstico que hace tiempo emitióMichael Hermann: la controversia en torno a lasmedidas de combate al coronavirus politiza nuevamente a los conservadores críticos con el Estado y da un impulso inesperado a la UDC, debilitada desde las elecciones de 2019. El barómetro electoral, elaborado también por el Instituto Sotomo de Hermann en otoño de 2021 a media legislatura, revela que la UDC tiende a recuperarse. Este partido se sitúa por delante del PSS, y las elecciones federales de 2023 podrían ser escenario de una enconada lucha entre el PLR, el Centro y los Verdes por el tercer puesto de la jerarquía política suiza. Siempre y cuando el coronavirus no provoque una vez más una subida del termómetro político en Suiza. Efectos secundarios del coronavirus en la vida política En Suiza, la pandemia del coronavirus pone a dura prueba el sistema de partidos. Ha surgido un nuevo movimiento, de filiación política incierta, llamado “Amigos de la Constitución”. De repente, estos “campaneros de la libertad” tienen el poder de convocar un referendo y dan que pensar a los partidos políticos, sobre todo a la UDC. Campaneros protestando en un tenso entorno político: una manifestación de “Freiheitstrychler” contra las medidas implementadas por el gobierno durante la pandemia de COVID-19. Foto Keystone de la libertad” visten camisa blanca y participan en las manifestaciones que periódicamente tienen lugar para protestar contra las restricciones decretadas por el gobierno en su lucha contra la pandemia de COVID-19. De alguna manera ponen la banda sonora a la creciente ola de resistencia a la política oficial de combate al coronavirus, una resistencia que, a mediados de octubre, logró reunir a decenas de miles de manifestantes en las calles de Berna. El ancestral tañido de estos impasibles campaneros minimiza lamagnitud de la dinámica política que está gestándose a su alrededor. Los “Amigos de la Constitución”, que han logrado reunir a más de 10000 simpatizantes en muy poco tiempo, son un grupo crítico respecto a las medidas oficiales. Tanto es así que el periódico Neue Zürcher Zeitung lo ha calificado como la “nueva tropa de choque de la democracia directa”. En verano de 2021, esta organización sin

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