Panorama Suizo 1/2022

Panorama Suizo / Febrero de 2022 / Nº1 11 Maggi también inspiró a los artistas: en 1972, Joseph Beuys utilizó la botellita del condimento líquido para su obra “Ich kenne kein Weekend” [“No conozco fines de semana”]. En 1912, Pablo Picasso también inmortalizó el icónico cubito de caldo en su cuadro “Paysage aux affiches” [“Paisaje con carteles”]. Entretanto, el cubito se lanzó al mercado en 1908, convirtiéndose a su vez en un gran éxito mundial. Un gran terrateniente Maggi no solo tuvo que convencer a los consumidores, sino también a los campesinos que le suministrabanmateria prima. “A Julius Maggi le costó trabajo encontrar suficientes vegetales en la región para elaborar sus productos”, cuenta la historiadora. Los escépticos campesinos debieron primero familiarizarse con los nuevos métodos de la agriculturamecanizada. Al final, Maggi decidió hacerse cargo él mismo del cultivo de la materia prima: compró tierras a pequeños campesinos, a quienes ofrecía trabajo en la ciudad industrial de Kemptthal, entonces en plena expansión. Maggi, propietario de más de 400 hectáreas, llegó a ser el más grande terrateniente privado de Suiza a principios del siglo XX. Al mismo tiempo abrió fábricas independientes y creó redes de distribución de sus productos en Alemania, Austria, Italia y Francia. Julius Maggi falleció en 1912, a los 66 años. La empresa pasó a ser un holding, con sucursales en distintos países. Durante la Segunda Guerra Mundial, la filial alemana se convirtió en el principal productor de alimentos del Reich y en proveedor mayorista de las tropas hitlerianas. Como “fábrica nacionalsocialista modélica,” la planta de Singen también explotó a trabajadores forzados. En 1947, Maggi pasó a formar parte del GrupoNestlé. Actualmente, el condimento Maggi se exporta a 21 países del orbe. La compañía cuenta con plantas de producción incluso en China, Polonia, Camerún, Costa de Marfil y México. estos: “Das wissen selbst die Kinderlein: Mit Würze wird die Suppe fein. Darum holt das Gretchen munter, die Maggi-Flasche runter” [“Hasta los más chiquillos lo saben: las sopas, con Maggi ricas saben. Por ello, Gretita pronto trae la botellita”]. Sin embargo, el joven poeta dejó su trabajo a los ocho meses, ya que se sentía “explotado en cuerpo y alma”, como escribió a sumadre en una carta. Los originales de los textos publicitarios de Wedekind se encuentran actualmente resguardados en la biblioteca cantonal de Argovia. En aquel entonces ya había influencers que se encargaban de hacer publicidad: así, los libros de cocina, entre otros los de la famosísima Henriette Davidis, no tardaron en aconsejar a las amas de casa que realzaran el sabor de sus platillos con Maggi. Sin embargo, hasta la fecha la receta del condimento sigue siendo un secreto bien guardado. Los ingredientes base son proteína vegetal, agua, sal y azúcar, a lo que se le añaden aromas y extracto de levadura. Aunque muchos relacionan su sabor con el apio de monte (por lo que en alemán esta hierba se conoce popularmente como “Maggi-Kraut” [“hierba Maggi”]), la fórmula no contiene tal ingrediente. Referencias bibliográficas: – Annatina Seifert: Dosenmilch und Pulversuppen. Die Anfänge der Schweizer Lebensmittelindustrie. Editorial Hier und Jetzt, 2008. – Alex Capus: Patriarchen. Über Bally, Lindt, Nestlé und andere Pioniere. Editorial dtv, 2007. Julius Maggi, aprox. 1890. Foto: Archives Historiques Nestlé, Vevey Izquierda: Obreras envolviendo las botellitas Maggi en papel blanco, con vistas a su comercialización. Derecha: Trabajadoras plantando hortalizas cerca de Kemptthal. Julius Maggi fue uno de los más grandes terratenientes de su época. Foto: Archives Historiques Nestlé, Vevey

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