Panorama Suizo / Abril de 2022 / Nº2 10 Visto Adoscientosmetros del Museo de Bellas Artes de Berna, en la plaza Waisenhausplatz, se erige la fuente que Meret Oppenheim (1913–1985) plasmó en 1983, dos años antes de su muerte. El agua que gotea de la fuente hace germinar plantas y crea carámbanos. Sin embargo, lo que al principio le llovió a la artista fue un sinfín de críticas. Su obra desató acaloradas controversias: fue considerada “la estaca de la vergüenza” o, incluso, un “urinario”. Mientras tanto, Meret Oppenheim, famosa en todo el mundo, desafiaba impasible las críticas, y al fin y al cabo la fuente de Berna terminó por disiparlas todas. Casi cuarenta años desUn sorbo de la taza forrada de piel pués, el Museo de Bellas Artes de Berna dedica a esta inclasificable artista, que vivió mucho tiempo en la capital suiza, una retrospectiva titulada “Mon exposition”, que desvela al público su inagotable obra. La creatividad artística de Oppenheim echó mano de toda clase de materiales. Pero fue la taza forrada de piel (que ella misma consideraba extraña, pero que estimuló a la crítica y dio lugar a las más excéntricas interpretaciones) la que le valió una fama precoz, ya en 1936. Meret Oppenheim fue etiquetada como surrealista. Sin embargo, el visitante de “Mon exposition” descubre la fascinante obra de una “Ma gouvernante” (My nurse, Mi niñera) 1936/1967 Bandeja metálica, zapatos, cuerda y papel; 14 x 33 x 21 cm Moderna Museet, Estocolmo Foto: Albin Dahlström; 2021,©ProLitteris, Zúrich
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