Panorama Suizo / Abril de 2022 / Nº2 17 Política THEODORA PETER “Cuando pienso en Frontex, lo primero que veo es violencia”, afirma Malek Ossi. Este sirio de 28 años huyó de su país y llegó a Suiza cruzando Turquía. Es miembro de la asociación Migrant Solidarity Network, que ha convocado el referendo en contra de una mayor participación de Suiza en la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex). Ossi narró a la revista online “Republik” la odisea que lo llevó hasta Suiza siguiendo la ruta de los Balcanes. “Sé lo que es tener a los militares turcos pisándote los talones y la policía griega esperándote”. Junto con docenas de refugiados se ocultó en el bosque durante una semana antes de atreverse a cruzar el río fronterizo Evros (también llamado Maritsa), en aquel entonces vigilado por las autoridades griegas y los agentes de Frontex. Ossi logró llegar a Europa, pero muchos fracasan en su intento de alcanzar la frontera exterior de la UE. Innumerables migrantes refieren que los agentes fronterizos les impiden el ingreso a la UE. En el mar Egeo, por ejemplo, hay casos documentados de que los guardacostas griegos devolvieron a aguas turcas botes neumáticos llenos de refugiados. Estas prácticas, conocidas como “pushbacks”, contravienen la Convención Europea deDerechos Humanos y la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, según las cuales los refugiados tienen derecho a presentar una solicitud de asilo y a un juicio justo. En otras palabras, si una persona busca protección al menos debe ser escuchada. Las organizaciones defensoras de los derechos humanos y de asilo acusan a Frontex de tolerar los “pushbacks” ilegales de las autoridades policiales, e incluso de participar activamente en ellos. De ahí que una comisión de investigación del Parlamento Europeo exigiera mayor control y transparencia. Obligación de los Estados Schengen El papel de Frontex en las fronteras exteriores de la UE también dio que hablar en el Parlamento helvético el pasado otoño. Como miembro del Acuerdo de Schengen, Suiza forma parte de la Agencia de la Guardia de Fronteras de la UE desde 2011, por lo que debe cofinanciar la ampliación de su presupuesto. Frontex pretende aprovechar estos recursos adicionales La “Fortaleza Europa” en la picota Suiza debe contribuir más al control de las fronteras exteriores de Europa. Sin embargo, la decisión de aumentar las capacidades de intervención de la Agencia de la Guardia de Fronteras (Frontex) genera polémica. El 15 de mayo, el pueblo se pronunciará en las urnas. Un “no” podría causar aún más irritación a Bruselas. Frontex pretende crear una reserva de 10 000 agentes. Aquí, una de sus patrullas en operación en la frontera greco-turca. Foto Keystone
RkJQdWJsaXNoZXIy MjYwNzMx