Panorama Suizo 2/2022

Panorama Suizo / Abril de 2022 / Nº2 6 Tema clave EVEL INE RUTZ La reacción de China fue inmediata: “Suiza no debe inmiscuirse en los asuntos internos del país”, declaró en marzo de 2021 Wang Shiting, Embajador de China en Berna; habló de “acusaciones sin fundamento” y “noticias falsas”. Pocos días antes, el Ministro de Asuntos Exteriores, Ignazio Cassis, había presentado ante el Consejo Federal la estrategia a adoptar respecto a China, poniendo también sobre la mesa la situación de los derechos humanos y el trato que el régimen chino depara a las minorías. Expresándose con inusitada contundencia, Cassis denunció la existencia de “tendencias cada vez más autoritarias”. Wang Shiting reaccionó de inmediato, acusando públicamente a ciertos suizos de concitar la confrontación ideológica: “Esto no contribuye al avance de nuestras relaciones”. Un acercamiento precoz Los contactos entre Suiza y China gozande larga tradición, son complejos ymultifacéticos. Suiza fue uno de los primeros países occidentales en reconocer la República Popular maoísta en 1950, y desde los años 1980 mantiene un amplio intercambio bilateral con Pekín. Además, lleva treinta años respaldando proyectos que apuntan a la transferencia de conocimientos y tecnologías: por ejemplo, programas de apoyo al desarrollo, destinados a ayudar aChina amitigar el cambio climático. Por último, desde 1991 existe el llamado “diálogo en torno a los derechos humanos”, en el marco del cual los ministros de asuntos exteriores de ambos países sostienen una reunión anual para examinar la situación de los derechos humanos en China. Sin embargo, debido a que el Gobierno suizo se ha sumado a la crítica internacional desencadenada por la precaria situaciónde los uigures en Xinjiang, este diálogo se encuentra suspendido desde 2019. Suiza, uno de los principales países exportadores Las relaciones económicas siempre han tenido gran relevancia. Muy ilustrativo al respecto es el caso de Schindler: esta fábrica de ascensores y escaleras mecánicas de Lucerna fue la primera compañía industrial occidental que creó una joint venture con China, en 1980. Hoy en día cuenta con seis plantas en China, aprovecha el boom de la construcción en las metrópolis chinas y participa en numerosas obras arquitectónicas de prestigio. En la actualidad, China es el tercer país más importante para las exportaciones helvéticas, tras la vecina Alemania y los Estados Unidos. Suiza fue el primer país de Europa continental que firmó un acuerdo de libre comercio con la gran potencia asiática. El traSuiza-China: una relación de beneficio mutuo... y de mutuo enfado L as relaciones bilaterales entre Suiza y China se remontan a 1950. Sin embargo, la relación de nuestro pequeño Estado democrático con la gran potencia comunista se complica por momentos. Y es probable que la tensión vaya en aumento, ya que a raíz del endurecimiento de las relaciones internacionales se incrementan las presiones para que Suiza adopte una postura clara e inequívoca. tado, que entró en vigor en 2014, le aporta ventajas competitivas: las empresas suizas no solo disfrutan de un acceso simplificado al mercado chino, sino que exportan sin aranceles o con tarifas reducidas. ¿En qué le beneficia Suiza a China? Ambas partes están orgullosas del carácter pionero de sus relaciones bilaterales. El Gobierno suizo considera que su papel consiste en tender puentes. Apuesta por un “diálogo crítico y constructivo” y mantiene una actitud reservada enmateria de crítica pública o de sanciones. Pretende impulsar mejoras a través de su colaboración con el país asiático. Para el Gobierno chino, esta cooperación en los más diversos ámbitos resulta interesante a nivel político: considera nuestro pequeño país neutral como un lazo –y una puerta de

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