Panorama Suizo 3/2022

JÜRG STEINER En su opinión, ¿a qué dedican los suizos su tiempo libre? ¿A comer fondue? ¿A practicar senderismo? Nada de esto. Van al bosque. Según cifras publicadas en marzo de 2022 por el Instituto Federal de Investigación sobre Bosques, Nieve y Paisaje (WSL) en su encuesta “Waldmonitoring”, el 95 % de los suizos (es decir, prácticamente todos) van al bosque con mayor o menor regularidad. Este es el porcentajemás elevado desde 1997, año en que empezó a estudiarse la relación de los suizos con sus bosques. Sin embargo, “ir al bosque” en la Suiza actual no significa necesariamente lo mismo que hace 25 años, cuando lo único que allí había era, a lo sumo, un sendero de fitness Vita Parcours. Las personas y los bosques evolucionan. Las expectativas con respecto al bosque van en aumento, porque este se convierte cada vez más en un refugio de vital importancia frente a la acelerada urbanización. Al mismo tiempo, el calentamiento climático y los fenómenos meteorológicos extremos agravan su fragilidad, y esto a su vez llega a generar estrés social en el bosque, lugar en el que uno pretende encontrar un oasis de paz y tranquilidad. La tala, principal motivo de enojo “¡El bosque necesita nuestra ayuda!”, escribió hace seis meses Katrin Sedlmayer, antigua política local de Köniz, cerca de Berna, en una carta de protesta que firmaron otras 400 personas igual de furiosas que ella, exigiendo que cesara la tala "antiecológica" de amplias áreas del concurrido bosque recreativo de Könizberg. El bosque en cuestión se halla entre Berna y Köniz, y parece una isla verde donde vienen a romper las olas de un mar urbano cada vez más amenazante. Los últimos años han visto surgir, muy cerca de sus lindes, un gigantesco asentamiento de dos mil habitantes. Día a día, el bosque recibe más visitantes. El bosque de Könizberg pertenece a la Burgergemeinde (comuna burguesa) de Berna, tercera propietaria forestal más grande de Suiza. En respuesta a las críticas por su gestión forestal, la comuna solicitó el respaldo del personal de supervisión del cantón de Berna y presentó un informe pericial a principios de mayo. De acuerdo con este informe, el bosque, que también lidia con serios retos climáticos, se está gestionando en conformidad con la ley. Las tormentas invernales, las sequías y los escarabajos que atacan la corteza de los árboles afectan cada vez más al bosque, advierten los expertos, lo que requiere intervenciones de gran alcance; estas no solo son legítimas, sino incluso El bosque, mi mejor amigo En Suiza son cada vez más las personas que suelen frecuentar el bosque. Pero algo las molesta también cada vez más: la presencia de otras personas en estos parajes. Visitemos las zonas de conflicto en esta complicada relación entre el ser humano y el bosque. convenientes a largo plazo desde el punto de vista ecológico. Lo aconsejable, recomiendan los expertos, es plantar un mayor número de nuevas especies que soporten mejor el calentamiento climático que las píceas, sensibles al calor. Usos contradictorios Esta controversia en torno al bosque de Könizberg ilustra la creciente presión que sufren todos los bosques en la meseta suiza, densamente poblada. La prohibición nacional de deforestación, vigente desde 1876, es probablemente la norma de protección medioambiental más radical que jamás se haya adoptado en Suiza. Pero su efectividad no impide que el bosque sea objeto de usos contradictorios. La Burgergemeinde de Berna, propietaria de otras áreas boscosas de recreo cercanas a la ciudad, ofrece Tomando clases en el "aula" de un "jardín de infancia forestal". En Suiza, y especialmente cerca de las ciudades, el bosque suele ser también un espacio donde los párvulos aprenden, exploran y experimentan. Foto Keystone Panorama Suizo / Julio de 2022 / Nº3 10 Naturaleza y medioambiente

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