Panorama Suizo 3/2022

Una densidad humana inhumana En Sonnenberg, el visitante trata de imaginar la vida bajo tierra. La densidad humana prácticamente habría confinado a las personas a sus literas. Habrían tenido que apretujarse para acceder a los inodoros secos y los grifos de su unidad de supervivencia, de 64 plazas cada una. Cada individuo habría tenido que traer su propia comida. Se habría racionado el agua. No había manera de calentar las raciones: las únicas cocinas del refugio estaban reservadas al personal y al hospital subterráneo, que además disponía de algunas duchas, las únicas del edificio. La visita guiada sigue su recorrido por un quirófano, una sala de reunión y un estudio radiofónico. Gracias a la asociación se mantuvo en su sitio el decorado de aquellos años de la Guerra Fría: material quirúrgico, teléfonos alámbricos, raciones de supervivencia en polvo. Las unidades de la Caverna se suceden, idénticas unas a otras. En las paredes predominan el verde y el amarillo, colores destinados a calmar los ánimos. Una sala de partos, pintada de color salmón, es de tan reducidas dimensiones que el visitante se siente urgido a salir de ahí de inmediato. No existe ninguna capilla en SonnenActualmente, los visitantes pueden descubrir este universo subterráneo donde se respira el ambiente de la Guerra Fría. También se puede ver el hospital para emergencias instalado en el búnker. Foto Stéphane Herzog Operación “Hormiga”: así se llamó al magno simulacro de emergencia, que en 1987 se realizó en el sistema de túneles. Foto Keystone Suiza cuenta en sus refugios con más de una plaza por persona El búnker de Sonnenberg forma parte de un sistema global basado en una ley votada en 1959, con el objeto de garantizar a cada habitante un refugio al que pueda acceder en solo treinta minutos a pie. El país cuenta con unos 365 000 refugios privados y públicos, que ofrecen alrededor de nueve millones de plazas, lo que representa una cobertura superior al 100%. Según estimaciones de la Oficina Federal de Protección Civil, se han construido en los últimos años cerca de 50 000 plazas anuales. Todo propietario de un inmueble nuevo está obligado a construir un refugio, que debe equipar y mantener; en caso de que desistiera de hacerlo, deberá pagar una contribución sustitutiva. Los municipios deben construir, equipar y mantener refugios públicos donde no los haya. Construidos con hormigón armado, los búnkeres suizos están diseñados para resistir la presión de una bomba y reducir la intensidad de la radiación por un factor de 500. Los suizos utilizan los refugios como espacio de almacenamiento o, incluso, como lugar de reunión y alojamiento para solicitantes de asilo y personas sin techo. Sin embargo, estos locales deben estar operativos en un plazo máximo de cinco días. El 3 de marzo, una semana después de que estallara la guerra en Ucrania, la Confederación anunció que, dada la nueva situación en materia de seguridad, los cantones debían “revisar los planes de asignación de refugios y adaptarlos en caso necesario”. (SH) Una imagen familiar en los conjuntos habitacionales suizos: la puerta de hormigón armado que da acceso al refugio. Foto Keystone berg, aunque sí celdas para unos 16 detenidos. En caso de ataque, las tensiones bajo tierra sin duda se habrían agudizado. Es probable que la “reducción” del refugio haya obedecido a esta preocupación. Al fondo de un pozo se ve el tráfico de la A2. “El apoyo financiero de la Confederación para la edificación de este refugio permitió a Lucerna construir esta autopista a bajo costo”, recuerda nuestra guía. Pero en caso de urgencia los y las habitantes de Lucerna asignados al refugio de Sonnenberg no llegarían aquí en auto: atravesarían el parque infantil y entrarían por el túnel de servicio. Panorama Suizo / Julio de 2022 / Nº3 Reportaje

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