AGOSTO 2022 Panorama Suizo Revista para la Quinta Suiza En la cumbre del mercado laboral suizo: los conserjes del Jungfraujoch Suiza, país de inquilinos: solo una minoría posee una vivienda propia A pesar de las avalanchas de nieve y lodo, el pueblo montañés de Guttanen no se rinde
© Milo Zanecchia Follow the Congress of the Swiss Abroad fromhome too! Our partners: The 98th Congress of the Swiss Abroad will be held in Lugano from 19-21 August 2022. Follow it from home if you are not attending in person! The meeting of the Council of the Swiss Abroad, the plenary session and one of the workshops will be broadcast as live streams. Watch them during or after the congress at www.swisscommunity.org.
¿En qué rama se encuentra el trabajo de mayor altura en Suiza? Seguramente no en la política. Entonces, ¿en la banca? ¿En la industria química? El puesto de máxima altura –en términos geográficos– se encuentra en el Jungfraujoch, a 3 500 metros sobre el nivel del mar. Aquí trabajan todo el año Daniela Bissig y Erich Furrer como conserjes de una estación de investigación situada en medio de las nieves perpetuas. Hicimos una breve visita a los conserjes de más alto standing de la nación (página 10). ¡Cómo nos complace que en la cumbre del mundo laboral helvético se encuentren dos conserjes que gozan de una inmejorable vista! Porque el conserje es un personaje clave en la vida de todo suizo. Su incorruptible presencia en la puerta de la escuela ya es parte de nuestra infancia. Y puesto que la mayoría de los suizos y suizas carecen de vivienda propia, para muchos de ellos la relación con el conserje sigue estando muy presente a lo largo de toda su vida. El conserje es dueño y señor de la escalera, vela por el respeto de las normas que rigen la vida en el edificio y la organización de la basura; cuida el cortacésped y el cobertizo de las bicicletas, además de encargarse de devolver a los niños del vecindario los balones que aterrizan en el jardín. ¡Ah! Y esto que hemos mencionado de pasada constituye un caso único en Europa, donde ningún otro país como Suiza cuenta con tantos inquilinos y tan pocos propietarios. Hemos investigado en torno a este fenómeno y hemos descubierto que tanto el paisaje urbano como el día a día, el medio ambiente y la política de este “país de inquilinos” se ven influidos por el hecho de que la mayoría de sus habitantes no poseen una vivienda propia (página 4). Aprovecho este espacio para dirigir un humilde reconocimiento a la mejor conserje que jamás haya conocido y que, dicho sea de paso, nunca permitiría que se le llamara "facility manager" o “gerente de inmueble”. Ella vela con infinita paciencia por la armoniosa convivencia de las seis familias de inquilinos que habitamos el edificio; tiende puentes entre quienes vivimos allí desde siempre y los recién llegados, algunos de los cuales son a veces ruidosos, otros hablan una lengua extranjera; a sus ochenta años sigue limpiando la escalera y saluda amablemente cuando momentos después alguien pisa los peldaños relucientes con sus zapatillas embarradas. ¡Viva mi conserje! Sin ella, la vida en nuestro barrio tendría mucho menos lustre. MARC LETTAU, REDACTOR JEFE 4 Tema clave Solo una minoría posee casa propia: recorriendo la “Suiza de los inquilinos” 10 Reportaje Daniela Bissig y Erich Furrer: una pareja con un trabajo de altos vuelos 13 Sociedad El futuro de las pensiones suizas se encuentra una vez más en la encrucijada 16 Política Voto electrónico: todas las esperanzas se cifran ahora en Correos de Suiza 19 Visto Una exposición sobre el gran artista Paul Klee, a cargo de niños 22 Naturaleza y medio ambiente Avalanchas de nieve y lodo: un pueblo de montaña resiste al cambio climático 25 Economía Migros seguirá sin vender vino, cerveza ni aguardiente 30 Cultura En los Alpes suizos el verano rebosa tradición 32 Noticias del Palacio Federal Suiza y Liechtenstein: dos vecinos que estrechan relaciones 35 Noticias de Swisscommunity Reflexionemos juntos sobre la democracia y sus desafíos 39 Debate La voz de nuestros lectores y lectoras Un trabajo de altos vuelos Portada: Erich Furrer y Daniela Bissig, una pareja de conserjes en el Jungfraujoch. Foto: Franziska Frutiger “Panorama Suizo”, revista informativa para la “Quinta Suiza”, es editada por la Organización de los Suizos en el Extranjero Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 3 Editorial Sumario
4 La rica Suiza, país de in En su mayoría, los habitantes de Suiza viven en pisos de alquiler: este hecho, inusitado en Europa, determina la vida cotidiana, el medio ambiente, la política y, por supuesto, la ley de arrendamiento... aunque no siempre de la manera que uno esperaría. La mayoría de la población suiza vive al lado de alguien que también alquila, como es el caso aquí: el complejo residencial de Gäbelbach, en las afueras de Berna. Foto Keystone Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 4 Tema Clave
5 SIMON THÖNEN Si usted se muda o regresa a Suiza, es muy probable que se instale en una vivienda de alquiler. Al fin y al cabo, Suiza es el país de los inquilinos por excelencia: con un 58 % de la población, estos son claramente mayoritarios. Una proporción tan elevada es inusual. En el resto de Europa predominan los propietarios de viviendas, incluso en Alemania donde su porcentaje –poco más del 50 %– es el más bajo. En Europa, la norma general es que esta proporción sea de dos tercios o más. Por ello, Suiza, con su elevado porcentaje de inquilinos, es una excepción. Sin embargo, por una vez no está especialmente orgullosa de serlo. Es más, el hecho de que aquí solo una minoría viva en sus propias cuatro paredes suele ser motivo de lamento en los medios de comunicación: “El sueño de la vivienda propia se ha desvanecido para la mayoría de los habitantes de este país”, rezaba el estereotipado titular de un artículo sobre el aumento de los precios de la vivienda, publicado por la revista 20 Minuten. Además, ese sueño no es poseer un piso, sino “una casa con jardín”. Pero si la mayoría de los suizos viven en pisos de alquiler, ¿constituye esto realmente una desventaja? ¿Qué consecuencias tiene esta especificidad en la vida cotidiana, la economía, la política y el medio ambiente? Tras hablar con expertos y representantes de las partes interesadas y consultar diversos estudios, Panorama Suizo llegó a la conclusión de que los efectos son variados, y no siempre los esperados. A continuación, examinemos nueve tesis que nos brindarán la oportunidad de recorrer Suiza como país de inquilinos. ante la guerra de Ucrania y los precios de la energía tropiezan con un obstáculo: precisamente en los antiguos edificios de departamentos, el consumo de calefacción no suele medirse ni cargarse individualmente: los gastos de calefacción se facturan a partes iguales entre todos los inquilinos. ¿Ayudaría una elevada tasa de propietarios a simplificar la transición energética? La cuestión es objeto de debate. En última instancia, las decisiones se toman en las votaciones populares, donde el grupo de presión de los propietarios suele luchar contra una regulación más estricta, mientras que el de los inquilinos tiende a apoyarla. Tesis n.º 3: Una elevada proporción de inquilinos es sinónimo de prosperidad Cabría pensar que cuanto más rico es un país, más gente puede permitirse una vivienda en propiedad. Sin embargo, ocurre justo lo contrario, como indican las estadísticas: con más del 96 %, la tasa de propiedad en Albania y Rumanía es la más alta de Europa; también es muy elevada en Portugal, España y Grecia, con cerca del 75 %. Por lo tanto, está claro que cuanto más precarias son las condiciones de vida, más importante es la propiedad de la vivienda para la seguridad personal. En Suiza se observa la misma tendencia: en los cantones rurales de Appenzell Rodas Interiores y el Valais, la tasa de propiedad es la más elevada, con un 58 y un 54 %, respectivamente. inquilinos Tesis n.º 1: El elevado porcentaje de inquilinos pone freno al crecimiento urbano desordenado Para Benedikt Loderer, arquitecto, “trotaurbes” y político verde de Biena, la elevada proporción de alquileres no constituye ningún inconveniente: “Esto permite densificar la construcción y poner freno al crecimiento urbano desordenado”, explica Loderer, quien critica duramente la proliferación de casas unifamiliares, un fenómeno que con frecuencia puede observarse en la Meseta Central Suiza y que Loderer llama la "plaga del Hüsli". “Si se quisiera alojar en viviendas unifamiliares a los ocho millones y medio de personas que viven en Suiza, el país estaría cubierto de hormigón”. Para Loderer, el sueño de tener una casita propia en el campo es, de todos modos, una mera ilusión: “Los propietarios solo son dueños de las casas sobre el papel; en realidad, estas pertenecen a los bancos que les concedieron los préstamos”. Tesis n.º 2: Quien vive en un piso de alquiler poco puede hacer por el clima Las decisiones en materia de calefacción y aislamiento térmico le corresponden exclusivamente al propietario. Incluso los llamamientos de las autoridades a reducir la calefacción Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4
En cambio, en los prósperos cantones urbanos de Basilea-Ciudad y Ginebra, esta tasa asciende apenas al 15 y 18 %, respectivamente. Aquí, al igual que en las grandes ciudades y cantones más adinerados como Zúrich y Zug, la mayoría de la gente vive en pisos de alquiler. Tesis n.º 4: Rentar: una “buena opción”, que suele ser más barata que poseer una vivienda propia El geógrafo político Michael Hermann ofrece una sorprendente hipótesis para explicar esta elevada proporción de inquilinos en un país tan próspero como Suiza. “Existe una confianza muy arraigada en que se puede vivir perfectamente en un piso sin ser su propietario”. En general, explica Hermann, “las actividades económicas de tipo comunitario o cooperativo gozan de mayor tradición en Suiza que en otros países”. Ejemplo de ello son las cadenas minoristas Migros y Coop, organizadas en forma de cooperativas; o, para tomar un ejemplo muy helvético, el uso compartido de las áreas de lavandería en los edificios plurifamiliares. Además, el alquiler es más barato que la propiedad; al menos vuelve a serlo desde hace poco, como señalan los economistas del banco Credit Suisse, en un estudio publicado recientemente: “El coste global de la vivienda en propiedad supera el coste de alquiler de un piso equiparable”. Sin embargo, se trata de un fenómeno reciente, debido al alza de los tipos de interés de los préstamos hiTesis n.º 6: Las asociaciones de inquilinos deberían tener mayor peso político Podría pensarse que en la democracia directa los inquilinos, por ser mayoría, no tendrían problemas para imponerse en las urnas. Pero nada más lejos de la realidad. El 9 de febrero de 2020, con un 57 % de votos en contra el pueblo rechazó claramente la iniciativa popular de la Asociación Suiza de Inquilinos (ASLOCA, por sus siglas en francés) a favor de “más viviendas asequibles”. La iniciativa exigía que al menos el diez por ciento de los nuevos edificios fueran de utilidad pública o de tipo cooperativo. La derrota en el referendo no es un caso aislado: al menos a nivel nacional, la ASLOCA nunca ha logrado que se aprobara una iniciativa popular. ¿Es Suiza una nación de arrendatarios que sueñan con tener una vivienda en propiedad y votan en consecuencia? Para la Asociación de Propietarios de Viviendas (HEV), esto es un hecho innegable. Esta asociación hace referencia a una encuesta realizada entre personas en busca de una vivienda, según la cual son en su mayoría las personas de mediana edad las que se interesan por adquirir una vivienda, “porque piensan a futuro”. Sin embargo, Natalie Imboden, Secretaria General de ASLOCA y Consejera Nacional de los Verdes también afirma: “El motivo por el cual los inquilinos sueñan con tener una vivienda propia, es que temen que se les rescinda el contrato de alquiler”. No obstante, sería erróneo creer que la ASLOCA lleva las de perder frente a la HEV. Porque, al fin y al cabo, tampotecarios. Anteriormente –en la fase de intereses bajos, que se mantenía desde 2008– ocurría lo contrario. Por tanto, esta evolución puede interpretarse como una vuelta a la normalidad. Tesis n.º 5: La vida del arrendatario es “movida” y, a veces, estresante En Suiza, mudarse es una actividad de lo más común, a la que año tras año se dedica una de cada diez personas. Pero lo importante no es cambiar de localidad de residencia, sino más bien de vivienda: en 2020, la distancia media de las mudanzas fue de tan solo 12,5 kilómetros. Sin embargo, en casi el 75 % de los casos la mudanza implicó un cambio en el tamaño de la vivienda. Evidentemente, muchas personas adaptan el tamaño de su piso a la evolución de su vida privada. Así, no es sorprendente que quienes vivan en edificios plurifamiliares se muden más del doble de veces que quienes viven en casas unifamiliares. Por tanto, el arrendatario suele tener una vida más “movida”: entre las personas de mediana edad no es inusual haber vivido en una docena de pisos o más. Pero la flexibilidad también tiene su lado negativo: en la mayoría de las ciudades, buscar un piso es casi un trabajo de tiempo completo; las viviendas buenas y baratas, obviamente muy escasas, suelen adjudicarse bajo mano. Quienes no cuentan con ingresos seguros o un amplio círculo de amistades tienen que vivir más lejos o en lugares poco atractivos. En la “Suiza de inquilinos” el deporte más popular es la mudanza, para la cual resultan muy valiosas las cajas vacías de bananas. Fotos Keystone Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 6 Tema Clave
los inquilinos se divida en dos: quienes permanecen en el mismo piso durante mucho tiempo, pagando un alquiler moderado, y quienes alquilan un nuevo piso a un precio más alto. Tesis n.º 8: Los inquilinos evitan los conflictos con los propietarios En concreto, el debate gira en torno a una enorme cantidad de dinero: según un estudio encargado por la ASLOCA, los hogares arrendatarios habrían pagado 78 000 millones de francos de más en los últimos quince años. El asunto es que, a pesar de que los alquileres están ligados legalmente a las tasas de interés de los préstamos hipotecarios –que han disminuido desde 2008–, la realidad es que han seguido subiendo. No, rebate la HEV, se trata de un simple “cuento”, que no tiene en cuenta el incremento de los costes de explotación ni las inversiones –lo que a su vez la ASLOCA niega tajantemente–. Lo que es indiscutible es que muchos inquilinos se han abstenido de exigir una reducción de su alquiler, aunque tienen la ley a su favor. ¿Por qué? Según una encuesta encargada por la ASLOCA, muchos temen que empeore su relación con los propietarios. “La situación no es tan mala como la pinta la asociación de inquilinos”, asevera Markus Meier, de la HEV. Meier hace referencia a una encuesta encargada por la Confederación, según la cual el 63 % de la población está “bastante satisfecha” o “muy satisfecha” con la actual ley de arrendamiento. Ahora que los tipos de interés para los préstamos hipotebién han fracasado hasta el momento las iniciativas populares promovidas por la HEV. Ciertamente, ambas organizaciones son capaces de convocar referendos, lo que significa que tienen muchas posibilidades de hacer fracasar en las urnas las propuestas que no sean de su agrado. En pocas palabras, su poder de bloqueo es grande, su poder creativo, pequeño. Digamos que se encuentran en una difícil situación de empate. Tesis n.º 7: Coexisten dos sistemas diferentes En Suiza, el alquiler se rige por normas estrictas y pormenorizadas; estas definen, por ejemplo, la temperatura hasta la que debe calentarse un piso (20 grados) o la cantidad máxima que los inquilinos deben pagar por concepto de reparación (150 francos). Además, rige el principio en virtud del cual todo incremento de alquiler debe justificarse por un incremento de los gastos que tiene que sufragar el propietario. Pero en realidad, no solo el derecho de alquiler, sino también el mercado juega un papel importante, especialmente cuando se trata de nuevos arrendamientos. Simplificando mucho, se puede afirmar que, en las condiciones de alquiler existentes, el inquilino goza de un buen nivel de protección. Aunque no existe ninguna protección contra la rescisión de contrato, en caso de que esta se produzca el inquilino dispone de buenos instrumentos jurídicos para exigir una prórroga, a veces de varios años. En cambio, tratándose de un nuevo arrendamiento, el propietario tiene amplio margen de maniobra. Esto hace que el mundo de carios vuelven a subir, el juego empezará de nuevo, solo que en sentido opuesto. Dentro de poco, los propietarios podrán exigir alquileres más elevados, en función de la evolución de los tipos de interés. Está por verse si los arrendadores serán capaces de moderar sus exigencias en aras de un buen entendimiento con sus inquilinos. Tesis n.º 9: La pregunta clave: “¿Qué opinar de la protección de los inquilinos?” Para el think tank de tendencia liberal Avenir Suisse, el derecho de alquiler suizo constituye una buena solución de compromiso: “Aquí, el mercado de la vivienda de alquiler está sujeto a una regulación relativamente moderada. Por eso se pueden encontrar pisos de alquiler de buena calidad”. Avenir Suisse considera que esta es la principal razón de la elevada proporción de inquilinos en Suiza. En otros países, los pisos de alquiler han sido “expulsados del mercado debido a una excesiva reglamentación”. Natalie Imboden, de la ASLOCA, no lo ve así: “En las zonas urbanas, donde vive la mayoría de la gente, el mercado de alquileres no funciona”. Se necesitaría mayor protección, “porque de lo contrario los propietarios obtendrán ingresos excesivos sin ofrecer el correspondiente servicio”. Markus Meier, Director de la HEV y Concejal de Basilea-Campiña por la UDC, no está de acuerdo: en su opinión, “una protección excesiva de los inquilinos, tal y como exige la ASLOCA”, reduciría aún más la oferta. Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 7 “Der Waschküchenschlüssel” ["La llave de la lavandería"], obra clave para comprender el alma suiza, también aborda la vida desde la perspectiva de un inquilino. Esta obra literaria de Hugo Loetscher, publicada en 1988, está disponible en alemán.
Suiza ingresa en el Consejo de Seguridad El 9 de junio de 2022, Suiza fue elegida por primera vez como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU. La Asamblea General de este organismo votó a favor con aplastante mayoría: 187 de los 190 votos válidos. Por tanto, Suiza podrá participar en la mediación de conflictos en 2023 y 2024. Mientras que el Consejo Federal considera esta elección como un rotundo éxito y una muestra de confianza hacia Suiza, la oposición política interna opina que el ingreso de Suiza en el Consejo de Seguridad pone en tela de juicio su papel tradicional como mediadora independiente entre partes en conflicto. (MUL) El Banco Nacional Suizo sube su tasa de interés Por primera vez desde hace quince años, a mediados de junio de 2022 el Banco Nacional Suizo (BNS) subió su tasa de interés, como reacción ante la inflación. Esta medida pretende evitar que el incremento de los precios se extienda a un mayor número de productos y servicios. La tasa de interés sufre así un fuerte incremento del 0,5 %, al pasar del -0,75 actual a un -0,25 %, por lo que sigue ligeramente negativa. Sin embargo, este aumento es una buena señal para los ahorradores: los bancos ya no podrán traspasar a sus clientes la carga de los intereses negativos o solo podrán hacerlo en menor medida. En cambio, podrían subir los intereses hipotecarios. De ahí que los propietarios de bienes inmuebles observen con cierto nerviosismo las consecuencias de este incremento del tipo de interés. (MUL) Suiza adopta la “neutralidad cooperativa” Ignazio Cassis, Presidente de la Confederación y Ministro de Asuntos Exteriores, sorprendió en el Foro Económico Mundial de Davos, de finales de mayo, al declarar que Suiza adoptaría en adelante un nuevo concepto: la “neutralidad cooperativa”. Aunque no está del todo claro qué significa este intento de redefinir la neutralidad, se trata básicamente de una reacción ante la invasión de Ucrania. Según Cassis, ser neutral no excluye la necesidad de posicionarse: “Suiza se alinea con otros países que no se quedan de brazos cruzados ante ese ataque a los fundamentos de la democracia”. Suiza apoya mayoritariamente las sanciones de la UE contra Rusia. (MUL) Coronavirus: críticas al Consejo Federal El Comité de Control criticó al Consejo Federal por su gestión política de la pandemia del coronavirus. Afirmó que este no había reconocido a su debido tiempo que la pandemia era una crisis generalizada y de alcance mundial. Además, subestimó su duración y cometió el error de dejar prácticamente todas las tareas en manos del Departamento de Salud, en lugar de repartirlas entre diversos sectores. (MUL) Peter Maurer Peter Maurer, Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) desde 2012, dejará el cargo en plena tormenta mundial. El pasado noviembre anunció su dimisión, que se hará efectiva en septiembre. Su sucesora será la diplomática suiza Mirjana Spoljaric. ¿Qué legado dejará el antiguo Secretario de Estado del Departamento Federal de Asuntos Exteriores? Las opiniones al respecto están divididas. Los elogios se centran, sobre todo, en su actuación en el ámbito de las armas del futuro y demás robots asesinos. También le valió elogios su decisión de abrir la institución ginebrina a ciudadanos no suizos. Su habilidad diplomática también ha sido muy apreciada. Ciertamente, estrechó la mano de personalidades como Xi Jinping, Emmanuel Macron, Barack Obama y Vladimir Putin, aunque los resultados de estos encuentros fueron objeto de debate. En la casa matriz, todos se alegran del giro que Peter Maurer supo dar a la gestión de la Cruz Roja: menos diplomática y más centrada en ayudar a las víctimas de los conflictos, aunque les hubiera gustado que denunciara con mayor firmeza las violaciones del derecho humanitario. “Él encarna la discreción del CICR. Es la eficacia de la acción lo que cuenta”, subraya un experto. ¿Y cuál fue su mayor desacierto? Su decisión de adherirse al Consejo de fundación del Foro Económico de Davos; la ayuda humanitaria no puede conchabarse con las multinacionales, denunciaron varios representantes electos y ex delegados. Durante el mandato de Maurer se ha casi duplicado el presupuesto de la organización, alcanzando la cifra de dos mil millones de francos. ¿Se trata de un logro? Para algunos, este incremento no carece de cierta ambigüedad. Presidir la organización de derechos humanos más importante de un mundo cada vez más inestable parece ser, casi inevitablemente, una "misión imposible". STÉPHANE HERZOG Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 8 Selección Noticias
9 THEODORA PETER Para muchos, el ataque ruso a Ucrania, hace casi seis meses, constituyó un auténtico giro en la historia. Hasta entonces parecía inimaginable que el siglo XXI viera desarrollarse una guerra en plena Europa, con tanques y misiles. Esto ha llevado a muchos países a replantear su política de seguridad y rearmarse: Alemania, por ejemplo, está invirtiendo 100 000 millones de euros en su Ejército, al que desea asignar en adelante un 2 % de su producto interior bruto (PIB) anual. En Suiza, el Parlamento decidió aumentar el gasto militar hasta el 1 % del PIB nacional de aquí al año 2030, con lo que el presupuesto del Ejército pasará de unos 5 000 millones actuales a unos 7 000 millones de francos. Los partidos de izquierdas y los verdes se opusieron en vano a una “lógica ciega de rearme” y advirtieron que este aumento del presupuesto asignado al Ejército podría ir en detrimento del gasto en educación, agricultura, medio ambiente o ayuda al desarrollo. Seis mil millones de francos para aviones de combate Con estos fondos adicionales, la Ministra de Defensa Viola Amherd desea, entre otras cosas, equipar a las tropas de tierra con artillería. Asimismo, el Consejo Federal quiere acelerar la compra de nuevos aviones de combate F-35, decidida antes de la guerra de Ucrania. Está previsto que los contratos con el fabricante estadounidense Lockheed Martin se firmen a finales de marzo de 2023, es decir, antes de que se someta a votación la iniciativa “Stop F-35”. Mediante esta iniciativa, el PSS, los Verdes y el Grupo "Por una Suiza sin Ejército" se oponen a la compra de un avión de combate que consideran “sobredimensionado”. El coste de los 36 cazas, incluyendo el armamento de a bordo, se eleva a un total de 6 000 millones de francos. Recordemos que en septiembre de 2020 el electorado aprobó la compra de nuevos aviones de combate por muy estrecho margen, con un 50,1 % de votos a favor, sin que se le consultara en su momento sobre el tipo de avión. Nuevo debate sobre la exportación de armas La guerra en Ucrania ha venido a reavivar el debate sobre la exportación de material bélico. El año pasado, el Parlamento limitó por vez primera el margen de maniobra del Consejo Federal para aprobar las exportaciones de armas (véase Panorama Suizo, 6/2021). La Ley sobre Material Bélico prohíbe el envío de armas a los Estados “involucrados en un conflicto armado interno o internacional”. Por tanto, no se permite que otros Estados transfieran a Ucrania el material de guerra adquirido en Suiza. Thierry Burkart, Presidente y Consejero Nacional del PLR, desea modificar tal estado de cosas. En su opinión, los países aliados que comparten “los valores de Suiza” deberían gozar de licencias excepcionales. Está previsto que el Parlamento aborde este espinoso asunto en otoño. La entrega directa de armas a Ucrania no es un tema negociable, porque en su calidad de país neutral, Suiza no puede favorecer a ninguna parte beligerante mediante la exportación de armas. El Ejército suizo se rearma La guerra en Ucrania está provocando un rearme militar en toda Europa. También Suiza quiere invertir más dinero en su Ejército y adquirir rápidamente nuevos aviones de combate. En la lista de compras del Ejército suizo destaca el avión de combate F-35, del fabricante estadounidense Lockheed Martin. Foto Keystone Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 Noticias
STÉPHANE HERZOG Ella estaba a cargo del Departamento de Recursos Humanos en la Dirección de Obras Públicas del cantón de Uri; él trabajaba en una central eléctrica del cantón de Nidwalden. Desde febrero de 2021, Daniela Bissig y Erich Furrer se han mudado a otro planeta: ahora trabajan como guardias y conserjes en la estación de investigación de alta montaña del Jungfraujoch, una plataforma científica situada a 3 454 metros sobre el nivel del mar. “Cuando obtuvimos el trabajo de gerentes de mantenimiento, llamé a mis dos hijas para decirles que teníamos una gran noticia que anunciarles. ¡Ellas pensaron que íbamos a emigrar a Noruega!”, bromea Daniela Bissig. Cuando se enteraron de la naturaleza de este nuevo empleo, las hijas de Daniela, al igual que los dos empleadores de esta pareja, no se sorprendieron mucho. Ambos comparten la misma pasión por las montañas y la nieve. Daniela lleva en su brazo derecho el tatuaje de un copo. Y nieve hay mucha aquí, en este espolón encaramado entre los Alpes del norte y del sur. “En invierno salimos a las seis de la madrugada, sin desayunar, para remover la nieve que se amontona durante la noche”, explica Erich. Esta labor cotidiana arranca delante de la residencia de los guardias y prosigue 100 metros más arriba, en la Esfinge, nombre que lleva el promontorio rocoso en el que se encuentra el observatorio de la estación y al que los guardias acceden por medio de un ascensor de otra época. Primero Conserje en el Jungfraujoch, el empleo remunerado de mayor altura en Suiza En febrero de 2021, Daniela Bissig y Erich Furrer consiguieron el trabajo de sus sueños: ser conserjes de la estación de investigación de alta montaña del Jungfraujoch. Entre otras tareas, les incumbe realizar cinco observaciones meteorológicas al día. A continuación, un reportaje sobre la vida de esta pareja, a los 3 500 metros sobre el nivel del mar. despejan dos grandes terrazas, una labor que puede ser agobiante cuando han caído fuertes precipitaciones. A continuación, desayunan. El ritual de las observaciones meteorológicas El segundo ritual es la observación del tiempo. Daniela Bissig o Erich Furrer suben cinco veces al día a la Esfinge para observar el cielo durante quince minutos. En verano, el primer registro meteorológico es a las 8 a.m. y el último a las 8 p.m. Encaramados en una terraza de la estación que domina la gran plataforma reservada a los turistas que llegan con el tren al Jungfraujoch, Erich y Daniela analizan minuciosamente las condiciones ¿Más alto, más apartado, más rápido, más bonito? En busca de los récords suizos más originales. Hoy: el trabajo remunerado de mayor altura en Suiza. 10 Reportaje
sala artesonada, en cuyas paredes se aprecian las fotos de dos investigadores extranjeros fallecidos en 1955 en una grieta, así como la de un guardia muerto por la caída de una piedra, en 1964. En el tercer piso se encuentran la cocina y un salón contiguo. En la cuarta planta está situada la biblioteca donde trabajan los investigadores. El apartamento de los guardias se ubica en el quinto piso. Desde la cama matrimonial se tiene una vista panorámica sobre el glaciar de Aletsch, que desciende hacia el Valais. Vacaciones en el valle Para Daniela y Erich, el trabajo transcurre en la montaña y el descanso en el valle: en Erstfeld, un pueblo del cantón de Uri situado en la extremidad norte del túnel ferroviario del San Gotardo. Cada quince días es el cambio de turno: otra pareja toma entonces el relevo. Durante nuestra visita, Daniela y Erich estaban preparándose para recibir a una nueva pareja. La pareja anterior había aguantado cuatro años y medio. “Este meteorológicas. Estas observaciones le serán de gran utilidad a la Oficina Federal de Meteorología y Climatología, para que elabore su pronóstico del tiempo. ¿Qué características tiene la nieve? ¿Está lloviendo –cosa que en veinte años no ha pasado nunca– o granizando? Los guardias también describen la visibilidad y la nubosidad. En el Jungfraujoch hay niebla durante cerca del 40% del tiempo. Para hacer el reporte de nubosidad se divide el horizonte en ocho sectores y se distinguen diez tipos de nubes. Los cirros, que se mueven a una altitud de 9 000 metros, son fáciles de reconocer. Para determinar la altura de las otras clases de nubes sirven de referencia las cumbres circundantes: el Jungfrau, la Kleine Scheidegg y el Schilthorn. Cuando el cielo está despejado, la vista llega hasta la cumbre del Feldberg (en Alemania) o hasta La Dôle, una cima situada a 150 kilómetros a vuelo de pájaro. “Es una tarea imprescindible. No hay excusas”, sentencia Erich, quien desde marzo, tras haberse roto la pierna en Noruega, se mueve por la estación con un patinete improvisado que le obsequió un empleado del ferrocarril del Jungfrau. Los guardias de la estación no solo se encargan del mantenimiento de las instalaciones y de algunas máquinas, sino también de la recepción de los investigadores que acuden a las instalaciones para realizar sus experimentos. En este laberinto de pasillos y niveles del Jungfraujoch nos cruzamos con un investigador zuriquense del Instituto Federal para la Investigación y la Prueba de Materiales; y en la Esfinge encontramos a un investigador belga que participa en una investigación experimental iniciada hace 50 años sobre los gases de la atmósfera. La parte habitada de la estación se construyó en la ladera de la montaña. Los distintos niveles de esta edificación se comunican por medio de un pequeño ascensor empotrado en la roca. En la planta baja se encuentran el taller de los guardias, tres laboratorios y un lavadero. El primer piso alberga diez pequeñas habitaciones al estilo chalé, donde se hospedan los investigadores; aquí tienen a su disposición una magnífica Izquierda: las tareas diarias a esta altura no se limitan a remover la nieve. También hay que observar el tiempo y registrar los datos meteorológicos. Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 Arriba: Eric Furrer y Daniela Bissig en el Jungfraujoch. Deben estar perfectamente preparados para afrontar las inclemencias del tiempo, pues su lugar de trabajo está expuesto a la nieve, el hielo y las tormentas. Fotos Franziska Frutiger, www.franziskafrutiger.com 11
trabajo requiere un sentido de la hospitalidad y el servicio”, puntualiza Daniela, a quien le gustaría conservar el puesto hasta jubilarse. La primera pareja que trabajó en el Jungfrau no logró mantenerse unida. El hombre permaneció en el puesto durante treinta años, a pesar de haber sido abandonado por su mujer, que, según se rumorea, se fue del brazo de un militar. La estación es como un barco en altamar: deben ser bastante frecuentes los altercados entre los dos, ¿no? “Cada uno trabaja por su lado durante gran parte del día”, explica Erich. La pareja se reúne durante las comidas y las noches, y también comparte las observaciones meteorológicas de la mañana y la tarde, las dos más bonitas. A esta altitud, la alimentación debe ser abundante y la hidratación constante. La comida se prepara en Erstfeld; un negocio de Wengen se encarga de subirla al tren. “Gastamos menos aquí, porque pedimos exactamente la cantidad que nos hace falta”, afirma el ama de casa, que suele ofrecer a los visitantes pequeños chocoUn trabajo en los cielos La estación de investigación del Jung- fraujoch ofrece el empleo remunerado "más elevado" de Suiza. El organismo que emplea a las dos parejas que se turnan en las labores de mantenimiento de la estación, es la Fundación Internacional de Investigación de Alta Montaña del Jungfraujoch y del Gornergrat (HFSJG, por sus siglas en alemán). Esta fundación, creada en 1930, representa a centros de investigación de seis países europeos y de China. Entre sus socios suizos figuran el municipio de Zermatt, las sociedades ferroviarias del Gornergrat y del Jungfrau, la Academia Suiza de Ciencias y la Universidad de Berna. Cada año se realizan en este centro de investigación un promedio de mil jornadas de trabajo. Últimamente, los experimentos que se están llevando a cabo en este peñasco se centran en aspectos medioambientales y climáticos. La estación alberga unos cincuenta experimentos científicos en ámbitos tan variados como la meteorología, la glaciología, la biología y la medicina. (SH) © swisstopo www.geo.admin.ch ist ein Portal zur Einsicht von geolokalisierten Informationen, Daten und Diensten, die von öffentlichen Einrichtungen zur Verfügung gestellt werden Haftung: Obwohl die Bundesbehörden mit aller Sorgfalt auf die Richtigkeit der veröffentlichten Informationen achten, kann hinsichtlich der inhaltlichen Richtigkeit, Genauigkeit, Aktualität, Zuverlässigkeit und Vollständigkeit dieser Informationen keine Gewährleistung übernommen werden.Copyright, Bundesbehörden der Schweizerischen Eidgenossenschaft. http://www.disclaimer.admin.ch 4 6km 2 0 Massstab 1: 200'000 Gedruckt am 10.06.2022 14:39 https://s.geo.admin.ch/9878fade70 Para llegar al valle hay que pasar primero por una galería excavada en la roca, que enlaza la estación de investigación con la estación del tren que sube hasta el Jungfraujoch. Fotos Franziska Frutiger Tras una ruda jornada de trabajo se disfruta de una paz muy envidiable en ese rincón apartado del mundo: mejor que a uno le gusten las largas lecturas, porque la oferta de entretenimiento más cercana se encuentra a gran distancia. © Swisstopo lates con la forma del Jungfrau. La pareja de conserjes conoce muy bien los efectos de la altitud: “El primer día procuramos movernos lentamente. La primera noche es cuando se duerme peor. Pero después, uno se va aclimatando”, explica Daniela. Solos durante la pandemia En 2020, nuestros dos anfitriones coincidieron inmediatamente en que este puesto debía ser para ellos. “El único punto que nos dio que pensar fue el aspecto económico, porque íbamos a perder alrededor del 30 % de nuestros ingresos”, señala Daniela. Pero, afortunadamente, la fundación que los contrató (véase recuadro de la izquierda) aumentó ligeramente su volumen de trabajo. Erich, que ha llevado a una de las dos hijas de Daniela a la cumbre vecina del Mönch, está aquí en su elemento. “Es el trabajo de mis sueños”, afirma. En el momento álgido de la pandemia, los dos guardias llegaron a encontrarse completamente solos en la estación. “Vivíamos como en una burbuja”, recuerda Daniela. 12 Reportaje
DENISE LACHAT El SVS es un hogar destinado a brindar cobijo económico a quienes han alcanzado la vejez. Prácticamente todos los residentes en Suiza, tanto nacionales como extranjeros, así como muchos suizos expatriados, tienen derecho a recibir las prestaciones del régimen estatal de pensiones. En 1947 se colocó la primera piedra de este edificio. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, el Parlamento desarrolló el Seguro de Vejez y Supervivencia (SVS), que entró en vigor el 1.o de enero de 1948. Antes, el cuidado de los discapacitados y ancianos solía ser cuestión de suerte y dependía de las posibilidades y la voluntad de familiares, organizaciones benéficas y la Iglesia. Después de esta histórica fecha continuó avanzando a buen ritmo la construcción del SVS, el cual ha sido remodelado un total de diez veces desde sus comienzos. Hasta fines del siglo XX, los retoques se sucedieron con rapidez y entusiasmo, acompañados de fervorosos cantos de alegría. Este proceso culminó con un ajuste final: en 2001 se elevó la edad de jubilación de las mujeres de 62 a 63 años, y posteriormente (en 2005) a 64 años. Entretanto, se ha posibilitado la jubilación anticipada y las prestaciones se han ajustado a la inflación. En la gente reside el problema Desde entonces, los trabajadores han estado dando vueltas en la obra y se les fueron las ganas de cantar. Uno a uno, los planos de los arquitectos se están yendo a la papelera: o los tira directamente el Parlamento Federal, o los tira poco después el electorado, en las urnas. ¿Qué está sucediendo en la sociedad y en la política para que, desde hace veinte años, no se haya podido lograr una auténtica reforma del SVS? Michael Hermann, politólogo y Director del instituto de investigación Sotomo, nos da la respuesta. El aumento de la esperanza de vida y la disminución del número de trabajadores jóvenes que cotizan al fondo de pensiones obligan a tomar medidas de austeridad. Pero a veces es imposible conseguir que estas medidas –o el aumento de la edad de jubilación– sean aprobadas por el pueblo. Hermann afirma: “La particularidad del SVS es que, si bien concierne a todo el mundo, depende en amplia medida de las personas mayores. Quienes tienen entre 50 y 60 años se ven afectados directamente y se preguntan por qué, precisamente ellos, tienen que sacrificarse”. El hecho de El sistema suizo de pensiones: un edificio en permanente construcción Una vez más, el futuro de las pensiones suizas se encuentra en la encrucijada: en otoño, los electores votarán sobre otra reforma del SVS. A pesar de ello, dos iniciativas populares totalmente opuestas reclaman nuevas medidas para reestructurar las pensiones de los jubilados. En pocas palabras: el SVS es un edificio que nunca termina de construirse. que las personas de más edad tengan mayor participación electoral que los jóvenes, repercute directamente en todo lo concerniente al SVS”. Según este politólogo, el retraso en la reforma del SVS se debe al sistema político suizo. Hermann menciona el caso de los países escandinavos, que siguen una política socialdemócrata, pero no practican la democracia directa. Casi todos estos países han fijado la edad de la jubilación en los 67 años o tienen previsto hacerlo en breve, a menudo en relación con la esperanza de vida de su población. Matthias Müller, Presidente de Jóvenes Liberales-Radicales Suizos (JLRS), también tiene la mirada puesta en Escandinavia. Su partido ha presentado una iniciativa popular para elevar la edad de jubilación hasta los 66 años El jass es un juego de cartas típicamente suizo. Goza de particular popularidad entre las personas mayores, quienes bien podrían sentirse tentadas a echar las cartas para predecir el futuro del SVS. Foto Keystone Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 13 Sociedad
para hombres y mujeres de aquí al año de 2032, y vincularla posteriormente con la esperanza de vida. Desde hace veinte años, afirma Müller, los políticos han sido incapaces de dar un sustento firme al SVS. “Esto va en detrimento de la capacidad de reforma de Suiza en general y a nosotros los jóvenes nos perjudica especialmente", lamenta Müller, haciéndose eco de la decepción que sienten. En otoño los electores marcarán el rumbo Antes de que el electorado decida sobre la iniciativa del SVS que proponen los Jóvenes Libres-Radicales Suizos, hay otra cuestión que tratar. El 25 de septiembre de 2022 se someterá a votación otro paquete de reformas del Parlamento: el “SVS 21”, cuyo objetivo es equilibrar los ingresos y gastos del fondo del SVS y mantener el nivel de las pensiones. Para financiarlo, la edad de jubilación de las mujeres se elevaría de 64 a 65 años y el IVA se aumentaría en 0,4 puntos porcentuales. Esta reforma permitiría una mayor flexibilidad en la edad de la jubilación; además, las pensiones podrían cobrarse gradualmente. Sin embargo, el “SVS 21” dista mucho de suscitar el entusiasmo de los sindicatos y partidos de izquierdas: consideran que desmantela el SVS a costa de las mujeres, por lo que han recolectado en tiempo récord las firmas necesarias para imponer una votación popular. Con el afán de aumentar las pensiones, han impulsado su propia iniciativa: quienes han trabajado toda su vida se merecen una buena pensión, argumentan, por lo que proponen un 13.er pago anual de pensiones. En cuanto a los JLRS, ellos tampoco apoyan el “SVS 21”: es solo una “minirreforma, un mero paso intermedio”, considera Müller, quien estima necesario adoptar otras medidas, como vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida. Pero aún falta que los jóvenes puedan convencer de ello a sus padres y abuelos. Dos iniciativas opuestas en el Parlamento ¿Se trata de una minirreforma o una reducción de las prestaciones? Las dos iniciativas opuestas deberían presentarse en el Parlamento y, por tanto, ante la opinión pública unas semanas antes de la votación del “SVS 21” ¿Rechazará el electorado el “SVS 21”, por temor a que un "sí" se interprete como una señal para incrementar aún más la edad de la jubilación? ¿O bien respaldará la reforma y pondrá fin a cualquier aumento de las pensiones? Una cosa es cierta: la población es muy consciente de las dificultades económicas que está experimentando el SVS. Así está estructurado el plan de pensiones en Suiza Actualmente, la pensión máxima del SVS es de 2 390 francos al mes por persona, y la mínima de 1 195 francos. Los matrimonios perciben juntos un máximo de 3 585 CHF. Si el coste de vida en el país de residencia es bajo, esta suma supone un poder adquisitivo considerable; pero en Suiza la pensión del SVS no basta por sí sola para vivir. Para ello se necesitan otros dos pilares. Además de la pensión estatal consistente en el SVS y las prestaciones complementarias (primer pilar), desde 1985 existe el plan profesional de fondos de pensiones (segundo pilar) y, desde 1987, las pensiones privadas reguladas por ley (tercer pilar). Este principio de los tres pilares está plasmado en la Constitución Federal y apunta a mantener tras la jubilación un nivel de vida similar al anterior, en caso de invalidez o fallecimiento, para uno mismo o sus familiares supervivientes. Sin embargo, a las personas con salarios mínimos se les dificulta acumular suficientes prestaciones del segundo pilar y a menudo carecen de los ingresos necesarios para construir un tercer pilar. (DLA) Jugar al jass estimula la aptitud al cálculo. Y en materia de jubilación, quien solo se base en la pensión del SVS hace un cálculo equivocado, ya que el sistema suizo de pensiones se sustenta en tres pilares. Foto Keystone Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 14 Sociedad
Son numerosas las propuestas para reestructurar el SVS Desde 2014, el fondo del SVS gasta más dinero del que percibe. Con la reforma “SVS 21”, el Consejo Federal y el Parlamento desean equilibrar los ingresos y egresos del SVS y mantener el nivel de las pensiones. Para financiar esta reforma, proponen que el IVA se incremente en 0,4 puntos porcentuales y que la edad de referencia de las mujeres pase de 64 a 65 años. Proponen, además, que se flexibilice la edad requerida para empezar a cobrar una pensión (63 años como mínimo y 70 como máximo) y que sea posible jubilarse gradualmente. Asimismo, trabajar más allá de los 65 años podría incrementar el monto de la pensión y sería un incentivo para prolongar el tiempo de trabajo. La iniciativa de los Jóvenes Liberales-Radicales Suizos para “flexibilizar la edad de jubilación” pide que se aumente esta edad a los 66 años para hombres y mujeres y que luego siga aumentando en función de la esperanza de vida; que se adopten soluciones flexibles y específicas para cada profesión, así como modelos de pensión para quienes no puedan trabajar hasta los 66 años. La iniciativa “Por una vida mejor en la tercera edad” fue presentada por sindicatos y partidos de izquierdas. Reclama un 13.er pago del SVS para todos los pensionistas, sin menoscabo del monto de las prestaciones complementarias ni del derecho a las mismas. Por otra parte, los sindicatos y el PS ya han presentado su próxima iniciativa popular en materia de SVS, solicitando que se destine una parte de los beneficios del Banco Nacional Suizo a garantizar las pensiones del futuro (“Reforzando el SVS con los beneficios del Banco Nacional”). (DLA) Las votaciones del 25 de setiembre de 2022 en breve Iniciativa popular contra la cría intensiva Esta iniciativa, impulsada por las organizaciones de protección de los animales y el medioambiente, reclama que la Constitución proteja la dignidad de los animales de granja y prohíba la cría intensiva. Sus promotores desean poner fin a la cría industrial del ganado bovino, así como de pollos y cerdos. Con este propósito plantean que el Gobierno Federal debe fijar criterios de bienestar animal en cuanto a establos, acceso al aire libre y sacrificio. Los oponentes de la iniciativa la consideran innecesaria, debido a que los agricultores ya velan por el bienestar de sus animales y a que Suiza ya cuenta con una estricta ley de protección animal. Más información sobre el tema en las páginas 26 y 27. Reforma del SVS, con dos propuestas a votación Que la edad de la jubilación para las mujeres se eleve de los actuales 64 a los 65 años: tal es la propuesta del Consejo Federal y del Parlamento para garantizar el futuro financiero del Seguro de Vejez y Supervivencia (SVS). Las mujeres nacidas entre 1960 y 1968, que serían las más afectadas por este cambio, recibirían un complemento de pensión. Para financiar estos pagos compensatorios, el impuesto sobre el valor añadido (actualmente del 7,7 %) se incrementaría en 0,4 puntos porcentuales. Se someterán dos propuestas a votación: la modificación de la ley del SVS con el aumento de la edad de jubilación de las mujeres; y una resolución federal sobre la financiación adicional mediante el aumento del IVA. La izquierda y los sindicatos rechazan de pleno este paquete de reformas “a costa de las mujeres” y advierten contra nuevos recortes de las pensiones. Más información sobre el tema en las páginas 13 y 15. Supresión parcial de la retención en origen Mediante una modificación de la Ley de Retención Fiscal, el Consejo Federal y el Parlamento desean fortalecer el mercado de capitales ajenos y, por tanto, la competitividad económica de Suiza. En concreto, se trata de suprimir la retención fiscal sobre los intereses de las obligaciones suizas. Además, estos valores estarían exentos del impuesto sobre el volumen de negocios. El PSS, los Verdes y los sindicatos se oponen al proyecto de ley, que supondría una pérdida fiscal de varios cientos de millones de francos anuales. Opinan que solo los inversores ricos se beneficiarían de la desgravación y que el proyecto de ley daría carta blanca al “delito fiscal”. (TP) El sistema de pensiones se halla en una encrucijada y la situación se agrava, argumenta el comité de izquierdas que pugna por un 13.er pago anual del SVS. Pero esta afirmación también podría proceder de la parte contraria. Dependiendo de la orientación política, las opciones para remediar la situación son las siguientes: prolongar el tiempo de trabajo, reducir las pensiones, incrementar las cuotas salariales, subir el IVA, transferir el impuesto de sucesiones hacia el SVS o una mezcla de todo lo anterior. O bien alimentar el fondo del SVS con dinero del Banco Nacional, como proponen ahora el PS y los sindicatos en otra iniciativa popular. De cara a la votación de otoño, se puede decir que el SVS sigue en su proceso de construcción. Y todavía no está claro qué plan va a seguir. Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 15
EVELINE RUTZ Vamos por buen camino: tal es, en pocas palabras, el tenor de la declaración conjunta emitida en abril por la Cancillería Federal y Correos de Suiza a propósito del voto electrónico. Esta declaración se sustenta en un informe de expertos independientes quienes, tras analizar detenidamente el sistema de voto electrónico de Correos, concluyeron que se habían logrado “sustanciales progresos”: desde 2019 la documentación se ha vuelto más transparente, más completa y está mejor estructurada; asimismo, el código fuente obtuvo, en términos generales, una buena calificación. Sin embargo, los expertos también detectaron algunos puntos débiles: por ejemplo, deficiencias en el protocolo criptográfico, que sirve para verificar los votos emitidos sin violar el secreto del voto y que es de vital importancia para la seguridad. Correos ya ha tenido en cuenta algunas de estas observaciones y asevera que el proyecto se encuentra en una “nueva fase de desarrollo”, que concluirá en el transcurso del año 2023. El voto electrónico en Suiza: un cuento de nunca acabar En los últimos años, la votación digital pareció estar al alcance de la mano en reiteradas ocasiones. Sin Voto electrónico: todas las esperanzas se cifran ahora en Correos de Suiza Hoy no existe en Suiza la posibilidad de votar en línea. Si todo transcurre conforme a lo planeado, los cantones podrán volver a realizar pruebas piloto en 2023. Para entonces debería estar disponible el sistema de voto electrónico de Correos de Suiza. embargo, a los informes positivos no tardaron en suceder toda una serie de reveses y contratiempos. En 2004 se probó por primera vez el voto electrónico; en 2015, los ciudadanos de algunos cantones incluso pudieron participar en las elecciones nacionales a través de la computadora, la tableta o el smartphone. La Quinta Suiza aprovechó ampliamente esta opción, emitiendo alrededor de un tercio más de votos de lo usual. Quince cantones realizaron más de 300 pruebas, hasta que el Consejo Federal decidió suspender el ensayo en 2019. El cantón de Ginebra se vio obligado a dar marcha atrás por motivos económicos y Correos de Suiza tuvo que hacer lo mismo a causa de ciertas deficiencias de seguridad. Posteriormente, el gobierno federal ajustó los parámetros para un nuevo ensayo de voto electrónico: aumentó las exigencias de seguridad, abogó por una estrategia de código abierto y anunció que contrataría a especialistas independientes para poner a prueba el funcionamiento del sistema. La primera prueba acaba de realizarse. Tres cantones planean ensayos para 2023 Ariane Rustichelli, Directora de la Organización de los Suizos en el Extranjero (OSE), expresa un cauto optimismo: “Confiamos en el procedimiento y esperamos que Correos introduzca rápidamente las mejoras necesarias”. Los partidarios del voto electrónico ya se han visto defraudados en más de una ocasión, reconoce. “Sólo creeremos que las cosas avanzan realmente cuando veamos los progresos con nuestros propios ojos”. Es probable que la voluntad política de pro- “Confiamos en el procedimiento y esperamos que Correos introduzca rápidamente las mejoras necesarias” Ariane Rustichelli, Directora de la Organización de los Suizos en el Extranjero (OSE) Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 16 Política
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