STÉPHANE HERZOG Ella estaba a cargo del Departamento de Recursos Humanos en la Dirección de Obras Públicas del cantón de Uri; él trabajaba en una central eléctrica del cantón de Nidwalden. Desde febrero de 2021, Daniela Bissig y Erich Furrer se han mudado a otro planeta: ahora trabajan como guardias y conserjes en la estación de investigación de alta montaña del Jungfraujoch, una plataforma científica situada a 3 454 metros sobre el nivel del mar. “Cuando obtuvimos el trabajo de gerentes de mantenimiento, llamé a mis dos hijas para decirles que teníamos una gran noticia que anunciarles. ¡Ellas pensaron que íbamos a emigrar a Noruega!”, bromea Daniela Bissig. Cuando se enteraron de la naturaleza de este nuevo empleo, las hijas de Daniela, al igual que los dos empleadores de esta pareja, no se sorprendieron mucho. Ambos comparten la misma pasión por las montañas y la nieve. Daniela lleva en su brazo derecho el tatuaje de un copo. Y nieve hay mucha aquí, en este espolón encaramado entre los Alpes del norte y del sur. “En invierno salimos a las seis de la madrugada, sin desayunar, para remover la nieve que se amontona durante la noche”, explica Erich. Esta labor cotidiana arranca delante de la residencia de los guardias y prosigue 100 metros más arriba, en la Esfinge, nombre que lleva el promontorio rocoso en el que se encuentra el observatorio de la estación y al que los guardias acceden por medio de un ascensor de otra época. Primero Conserje en el Jungfraujoch, el empleo remunerado de mayor altura en Suiza En febrero de 2021, Daniela Bissig y Erich Furrer consiguieron el trabajo de sus sueños: ser conserjes de la estación de investigación de alta montaña del Jungfraujoch. Entre otras tareas, les incumbe realizar cinco observaciones meteorológicas al día. A continuación, un reportaje sobre la vida de esta pareja, a los 3 500 metros sobre el nivel del mar. despejan dos grandes terrazas, una labor que puede ser agobiante cuando han caído fuertes precipitaciones. A continuación, desayunan. El ritual de las observaciones meteorológicas El segundo ritual es la observación del tiempo. Daniela Bissig o Erich Furrer suben cinco veces al día a la Esfinge para observar el cielo durante quince minutos. En verano, el primer registro meteorológico es a las 8 a.m. y el último a las 8 p.m. Encaramados en una terraza de la estación que domina la gran plataforma reservada a los turistas que llegan con el tren al Jungfraujoch, Erich y Daniela analizan minuciosamente las condiciones ¿Más alto, más apartado, más rápido, más bonito? En busca de los récords suizos más originales. Hoy: el trabajo remunerado de mayor altura en Suiza. 10 Reportaje
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