THEODORA PETER “Se oyó un terrible estruendo y el suelo se cimbró: fue como un terremoto”: Edi Schläppi, hoy jubilado, estaba de servicio como inspector de carreteras cuando 500 000 metros cúbicos de grava y tierra se precipitaron por el desfiladero del Rotlouwi, el 22 de agosto de 2005. Había estado lloviendo intensamente, pero nadie contaba con una catástrofe de tal magnitud. Ni siquiera Schläppi: “Me faltan las palabras para describir lo que me tocó ver”. Lo habían llamado para que inspeccionara la carretera cantonal que discurre por encima del pueblo. Un gigantesco alud de piedras y lodo había rodado varios cientos de metros por el valle y la carretera. El Aar se había convertido en un lago y el río se estaba abriendo paso... ¡a través del pueblo! El suelo de la iglesia quedó cubierto por un metro de agua. Hoy día, 17 años después, una marca y una placa con la leyenda “Die Aare kommt” [“Viene el Aar”] nos recuerdan lo que ocurrió ese día. En la actualidad, la iglesia del pueblo es una de las 28 estaciones del sendero Un pueblo de montaña que no se rinde Los habitantes de Guttannen (Oberland bernés) siempre han estado acostumbrados a los inviernos rigurosos y las avalanchas de nieve. Con el cambio climático, ahora son los flujos de lodo los que suponen una nueva amenaza en verano. Sin embargo, quienes viven en este pueblo de montaña no tienen ninguna intención de rendirse. temático “Das Wetter und wir” [“El estado del tiempo y nosotros”]. Inaugurado en 2021, el sendero comienza frente a la casa parroquial y recorre casi tres kilómetros en torno a Guttannen. Los paneles informativos incluyen un código QR para descargar ficheros de audio. Estos permiten escuchar a los vecinos –entre ellos, a Edi Schläppi– que relatan sus experiencias personales con los fenómenos naturales y el clima: las avalanchas invernales, los flujos de lodo en verano y el föhn, ese viento que sopla desde el puerto de Grimsel durante más de cien días al año. Se derrite el permafrost El sendero temático también pasa por debajo del Rotlouwi. Desde el gran flujo de lodo de 2005, el flanco de la montaña ha estado en movimiento y es motivo de constante inquietud. Esto se debe, entre otras causas, al aumento de las temperaturas, que no solo aceleran el retroceso de los glaciares, sino que también derriten el permafrost de En agosto de 2005, el Aar se desbocó e irrumpió en el pueblo de Guttannen, llenando de barro sus calles y sótanos. Imagen de archivo: Grimselfoto.ch Panorama Suizo / Agosto de 2022 / Nº4 Naturaleza y medio ambiente 22
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