“ruptura de la neutralidad”. Suiza ha pasado a ser una de las partes beligerantes por “puro oportunismo” y ha perdido su credibilidad como mediadora, critica el ex Consejero Federal y decano de la UDC. Para evitar que en un futuro el país “se vea involucrado en guerras”, Blocher ha lanzado una iniciativa popular, junto con otros miembros de la UDC. No solo pretende anclar la “neutralidad integral, permanente y armada” en la Constitución, sino también establecer que Suiza no pueda aplicar sanciones contra países en guerra, ni adherirse a una coalición de defensa. La recogida de firmas comenzó el 8 de noviembre. Por lo pronto, la Constitución Federal se limita a definir la neutralidad en términos escuetos: solo estipula que el Parlamento y el Consejo Federal tienen la obligación de tomar “medidas para preservar la seguridad exterior, la independencia y neutralidad de Suiza”. En materia de política exterior, la Constitución establece que la Confederación se esforzará por “salvaguardar la independencia y la prosperidad de Suiza” y contribuirá a “aliviar la necesidad y la pobreza en el mundo, así como a promover el respeto de los derechos humanos, la democracia, la coexistencia pacífica de los pueblos y la preservación de los recursos naturales”. Esta formulación deja un amplio margen de maniobra política, algo que Blocher desea limitar mediante un artículo adicional sobre la neutralidad. Ampliación de la cooperación internacional Aún pueden transcurrir algunos años antes de que los electores voten sobre una posible enmienda constitucional. Sin embargo, con esta iniciativa de recogida de firmas, la UDC ha puesto la neutralidad en el candelero político del año electoral 2023. La iniciativa cuenta con el apoyo activo de la asociación “Pro Schweiz”, que como organización sucesora de la “Acción por una Suiza independiente y neutral” (ASIN) se ha fijado como objetivo luchar contra cualquier acercamiento entre Suiza y la UE. Los demás partidos políticos consideran obsoleta la interpretación de la neutralidad de la UDC. Ante la guerra de Ucrania prevalece la opinión de que se requiere más cooperación internacional y menos aislamiento. El PLR tampoco excluye un acercamiento a la OTAN. Otro asunto pendiente es la posible flexibilización de las estrictas normas de exportación de material bélico suizo. Aunque nadie pretende suministrar armas directamente a una parte beligerante, los parlamentarios conservadores se molestan por la imposibilidad para algunos países, como Alemania, de reenviar a Ucrania la munición para tanques comprada a Suiza. Una comisión del Consejo de los Estados está estudiando la posibilidad de establecer excepciones a la llamada prohibición de reexportación. Normalmente, esta sirve para que las armas suizas no lleguen a manos “equivocadas” a través de terceros. Un asunto de solidaridad El Consejo Federal mantiene su actual política de neutralidad, tal y como volvió a subrayar en otoño. En parti- ¿Qué neutralidad? MARCO JORIO “Aquí es la torre de Babel”, exclamó el moderador de un debate político en una emisión de la televisión suiza dedicada a la neutralidad, desesperado ante la plétora de calificativos con los que los políticos invitados estaban recargando sus conceptos de neutralidad. También en el debate público se entremezclan sin ton ni son términos como neutralidad “integral”, “diferencial” o “cooperativa”. Esta abundancia de calificativos demuestra claramente que la neutralidad no es un concepto fijo. “La neutralidad adquiere diversos matices, dependiendo de cómo evolucionan los acontecimientos”, afirmó Marcel Pilet-Golaz, Ministro de Asuntos Exteriores durante la Segunda Guerra Mundial. Si bien existe desde 1907 un derecho de neutralidad acordado a nivel internacional, este se limita a enumerar unos cuantos principios básicos sobre las obligaciones y derechos de los países neutrales en caso de guerra. A partir de ahí se ha venido desarrollando toda una política de neutralidad, que cada país neutral instrumenta bajo su propia responsabilidad en tiempos de guerra y de paz, con el fin de dar credibilidad a su neutralidad, y que suele ser aún más abierta que el derecho de neutralidad original. Entre las diversas “neutralidades” se distinguen la neutralidad “permanente”, como la que practica Suiza desde hace 400 años, y la neutralidad “ocasional”, que solo es vigente para una determinada guerra y que es aplicada por prácticamente todos los Estados en casi todas las guerras. Asimismo, la neutralidad puede ser armada (Suiza, Austria) o no armada (Costa Rica); puede estar reconocida por el derecho internacional (Suiza, Austria) o carecer de este tipo de reconocimiento (Irlanda). Sin embargo, incluso la neutralidad de Suiza —permanente, armada y reconocida por el derecho internacional desde 1815— ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Hasta la Primera Panorama Suizo / Diciembre de 2022 / Nº6 6 Tema clave
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