Panorama Suizo 2/2023

SUSANNE WENGER Los exorcismos tienen como fin librar a las personas del mal y de una supuesta posesión demoníaca. Por muy ilustrada que parezca la sociedad actual, estos rituales siguen practicándose incluso en Suiza, país cada vez más secularizado. En la diócesis de Coira, los exorcismos estaban a cargo del vicario episcopal Christoph Casetti. Este falleció en 2020. Tras su muerte, la diócesis decidió no cubrir el puesto de exorcista, como lo anunció a finales del año pasado el obispo Joseph Maria Bonnemain, quien justificó personalmente su decisión, en una emisión de la radio suiza: “Todos tenemos fortalezas y debilidades”. Para quienes pasan por una difícil situación, “existen soluciones normales: tratamientos médicos, psicológicos o psicoterapéuticos”. No hay necesidad de buscar “causas oscuras”. La diócesis de Coira, con sede en la capital del cantón de los Grisones, pertenece a la Iglesia católica romana, una de las tres Iglesias nacionales de Suiza. Joseph Maria Bonnemain, de 74 años de edad y designado por el Papa Francisco, lleva dos años al frente de la diócesis. Bonnemain posee sólidos conocimientos de Medicina, ya que, antes de estudiar Teología, obtuvo el título de médico. Como sacerdote, fue capellán de hospital en el cantón de Zúrich. En la radio, declaró que a lo largo de toda su carrera eclesiástica no conoció a nadie a quien hubiera aconsejado un exorcismo mayor. Las almas atormentadas requieren “apoyo, oración, misas apropiadas, mas no necesariamente un exorcismo”. Agua bendita y crucifijo Al suprimir el cargo de exorcista, el nuevo obispo de Coira puso fin a una práctica por la que la diócesis era ampliamente conocida. Algunos consideran que esta decisión se relaciona con la disputa entre conservadores y reformadores, que desde hace más de treinta años se viene librando en la diócesis. Dos de los predecesores de Bonnemain, los obispos Wolfgang Haas (1988 a 1997) y Vitus Huonder (2007 a 2019), eran profundamente conservadores y dividían a la opinión pública. En comparación, se considera que el obispo actual muestra una actitud abierta y está dispuesto al diálogo. Roma le habría confiado la tarea de allanar las diferencias exisLa diócesis de Coira, sin exorcista En años pasados, la diócesis de Coira contaba con un exorcista encargado de librar a los fieles de presuntos demonios. El exorcista ha muerto, y con él desaparece su puesto. El nuevo obispo afirma que existen terapias para dar alivio a las almas atormentadas. tentes en su diócesis, que cuenta con casi 700 000 católicos e incluye varios cantones rurales, además de la metrópoli de Zúrich. El exorcismo goza de larga tradición en la Iglesia católica, que distingue entre exorcismo menor y exorcismo mayor. El primero consiste en una oración, mientras que el segundo sigue un ritual que se remonta al siglo XVII: el exorcista conmina al demonio a abandonar el cuerpo de la persona presuntamente poseída; además de oraciones, recurre a otros medios, tales como el agua bendita y los crucifijos. En Suiza, si acaso, se El canónigo Christoph Casetti († 2020), durante mucho tiempo el “exorcista de demonios más conocido de Suiza”, fue el último que ejerció esta función en la diócesis de Coira. Foto Keystone Panorama Suizo / Marzo de 2023 / Nº2 10 Sociedad

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