JÜRG STEINER ¿Cómo mantener al día el léxico de una lengua que solo habla un reducido número de personas? ¿Puede renovarse con suficiente rapidez? “Sí, es posible”, afirma el lingüista Daniel Telli, “pero supone un gran esfuerzo”. Telli sabe de lo que habla: es director lingüístico en Lia Rumantscha, una organización de fomento de la lengua y la cultura retorrománicas, con sede en Coira. El romanche, con sus variantes regionales y dialectales, es una lengua minoritaria. Según la Oficina Federal de Estadística, es el idioma principal de unas 40 000 personas, y cuenta con un total de 60 000 hablantes, aproximadamente. “Pero sería erróneo considerar que una lengua es menos funcional por el simple hecho de que la hablen pocas personas”, afirma Daniel Telli. Al igual que el alemán, el francés o el inglés, el romanche abarca todos los aspectos de la vida humana: desde el ámbito íntimo hasta los grandes temas sociales, políticos, económicos y científicos. De lo contrario, esta lengua probablemente no sobreviviría. L’express da linguas. La lengua exprés Las lenguas evolucionan y recogen nuevos términos sin cesar. El retorrománico o romanche, lengua minoritaria, se renueva con especial rapidez; a veces, de la noche a la mañana. Un indicador importante de la viabilidad de una lengua es su capacidad de renovación. ¿Cómo crear nuevas palabras que reflejen una realidad cambiante? Para el alemán, lengua materna de más de cien millones de personas, existen importantes organismos que se encargan de ello: por ejemplo, el Duden, la obra de referencia para la ortografía, cuya última edición (2020) agregó 3 000 términos a los 145 000 ya existentes. En Mannheim, el instituto científico Leibniz de la lengua alemana opera un sistema de información terminológica en línea, que incluye un diccionario de neologismos. En los últimos diez años, este se ha enriquecido con unas 2 000 nuevas entradas o nuevas acepciones de palabras ya acuñadas. Además, el instituto está observando cientos de términos de nueva creación: por ejemplo, “netflixen”, “body positivity” o “1,5-Grad-Ziel”, antes de que terminen incorporándose a la terminología alemana oficial. Las cosas funcionan de manera similar en las otras grandes lenguas. El Gran Diccionario Lia Rumantscha también procede de forma pragmática y, además, rápida. El principal instrumento para actualizar la terminología romanche es el Pledari Grond: “el Gran Diccionario”. Se trata de un diccionario en línea, escrito en la lengua estándar rumantsch grischun (romanche grisón) Casa/chasa, ventana/fanestra, puerta de madera/isch da lain, mirador/balcun tort: todas estas palabras permiten describir fácilmente esta magnífica fachada grisona. El principal reto para el romanche son los conceptos abstractos modernos. Foto Keystone 18 Cultura
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