Panorama Suizo 2/2023

mos con otros países.” En eso coincide también el último informe de la Comisión Federal para Asuntos relacionados con las Adicciones. Nueve francos cuesta la cajetilla en Suiza, frente a 15 en Irlanda. Cada cajetilla aporta 4,6 francos al SVS y 2,6 céntimos al Fondo para la Prevención del Tabaquismo, idéntica cantidad esta última que por unidad se destina anualmente a la subvención del cultivo de tabaco. “El impuesto para el SVS plantea un problema de justicia social, porque recauda cotizaciones de todo un conjunto de personas, algunas de las cuales nunca recibirán una pensión del SVS debido a las enfermedades causadas por el tabaco”, señala Camille Robert. Este es un aspecto que el proyecto de ley pasa totalmente por alto. El debate sobre la nicotina socava la prevención Las campañas antitabaco disponen de muy escasos recursos, opina también GREA. “En general, tienen poco impacto en los jóvenes. Se obtendrían mejores resultados actuando sobre la oferta y la demanda u ofreciendo a los jóvenes la posibilidad de comprender los mecanismos que utiliza la publicidad”, comenta Jean-Paul Humair. Es lo que hace Unisanté con una aplicación para tablets que enseña a los adolescentes cómo descubrir los mensajes publicitarios ocultos en las imágenes que se publican en los hilos de Instagram. Detrás del debate sobre el cigarrillo se esconde otro sobre el acceso a la nicotina, que divide a los profesionales de la prevención: mientras que la Asociación Suiza para la Prevención del Tabaquismo defiende la idea de una Suiza “sin tabaco y sin nicotina”, otros profesionales de la salud ven en el cigarrillo electrónico (con nicotina) una herramienta para reducir los riesgos. Es el tabaco lo que mata a más de 9 000 personas cada año, no la nicotina, insisten. El problema es que estos mensajes divergentes conducen a enmarañar la prevención. OMS para la lucha contra el tabaquismo, firmado por Suiza en 2004, pero cuya ratificación aún sigue sin agendarse. El imperio de las multinacionales del tabaco A este retraso contribuye el poderío de la industria tabaquera en Suiza, país en el que tienen su sede Philip Morris (PMI), Japan Tobacco International y British American Tobacco Suiza. PMI fabrica en Neuchâtel más de 20 mil millones de cigarrillos cada año, entre los que se incluyen los pequeños cigarrillos para sus dispositivos de tabaco calentado IQOS. “La industria tabaquera ha conseguido aliarse con la economía y los partidos más conservadores”, afirma Pascal Diethelm. Tal es el caso, por ejemplo, de la Unión Democrática del Centro (UDC). Así, uno de sus consejeros nacionales —Raymond Clottu (Neuchâtel)— declaró en 2016 que “la publicidad para los cigarrillos no tiene el objetivo de incitar a fumar, sino que es un simple instrumento de competencia legítimo entre los mercados”. Así las cosas, Suiza se clasifica en el 35.º puesto de la Escala de Control del Tabaquismo de 2021 en Europa, es decir, en el penúltimo lugar, aventajando únicamente a Bosnia-Herzegovina. Logra tan solo 35 puntos en el marcador, frente a los 82 de Irlanda, que obtiene buenas notas en ocho categorías distintas, entre las que se encuentran el aumento del precio de la cajetilla y las medidas que prohíben fumar en los espacios públicos. En el ámbito de la publicidad, países como Finlandia o Noruega consiguen la máxima puntuación (13), debido a que la prohíben por completo. Suiza, en cambio, solo obtiene dos puntos. “En algunos países, las cajetillas son neutras y ni siquiera están a la vista en los puntos de venta, lo que reduce su atractivo comercial”, recalca el Presidente de OxySuisse. ¿Qué impacto tendrá la futura ley en los productos de tabaco, con esta estrategia de prevención? “Suiza podría alcanzar unos diez puntos, pero no la caliCon las nuevas formas de consumo surge la pregunta: ¿Qué debe prevenirse: el consumo de nicotina en general o tan solo el hábito de fumar? Esta falta de claridad resta eficacia a la prevención. Foto Keystone ficación máxima, porque se seguirá permitiendo la publicidad para los mayores de 18 años”, estima JeanPaul Humair, Director Médico del Centro de Información y Prevención del Tabaquismo en Ginebra. Una prevención insuficiente… Las organizaciones exigen una ley más contundente. En particular, lamentan el hecho de que Suiza no disponga de una encuesta global sobre la salud, que solo se realiza cada cinco años. En realidad, sería necesario seguir de forma ininterrumpida la prevalencia del tabaco —y del vapeo— entre la juventud. Un estudio realizado en 2020 y 2021 entre alumnos de enseñanza secundaria de grado superior demuestra que el 12 % de los jóvenes entre 15 y 18 años de edad fuma todos los días, mientras que el 2 % vapea. Aunque las comparaciones por grupos de edad con otros países son difíciles, en términos generales un 27 % de la población suiza fuma, frente a un 15 % en Australia, donde la lucha contra el tabaquismo es feroz. … y cajetillas baratas Otra medida preventiva consistiría en subir los precios de la cajetilla, lo cual repercutiría en una disminución proporcional del consumo entre los jóvenes, declara Jean-Paul Humair: “El precio de los cigarrillos es inusualmente bajo en Suiza si lo comparaPanorama Suizo / Marzo de 2023 / Nº2 23

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