Panorama Suizo 4/2023

GERHARD LOB El Tesino está considerado como el “solárium de Suiza”. No en vano, el sol brilla con especial frecuencia en este cantón meridional, aunque el Valais le disputa ferozmente el puesto de cantón más soleado de Suiza. A veces lidera una localidad del Valais, otras, una del Tesino. Sin embargo, a largo plazo gana el Tesino, como se desprende de las estadísticas de Meteo Schweiz de los años 1990 a 2020. De los diez destinos más soleados, cinco están en el Tesino. Es Cardada Cimetta, la emblemática montaña de Locarno, la que encabeza la lista, con una media de 2 256 horas de sol al año; le sigue la capital del Valais, Sion, con 2 192 horas. En estas condiciones, no es casualidad que el monte Cimetta, con sus 1 670 metros de altitud, sea un destino de excursión muy popular entre lugareños y turistas. Es fácil llegar hasta allí en teleférico: partiendo de Orselina (a 395 m) se llega hasta Cardada (a 1340 m), una aldea de montaña con su pequeña iglesia y dos restaurantes, y en la que muchos locarneses objeto descartado se ofrezca primero a otro museo, Simon opina que el museo no es el único lugar donde el público puede beneficiarse de un objeto. “Interpretamos las directrices con flexibilidad”, dice, y aclara inmediatamente: “Pero damos prioridad a las solicitudes profesionales de los museos”. Para Jacqueline Maurer, el proyecto tampoco tiene nada de problemático. “El equipo del museo solo ha donado objetos que ya tenía en su colección. La iniciativa ayuda, además, a que la gente se acuerde de su museo”. Y eso parece funcionar: la consulta pública ha permitido al museo recabar nueva información. Por ejemplo, algunos bienes culturales al final no fueron descartados. “Nosotros tenemos los conocimientos técnicos y sabemos qué función tenía de otras regiones o del extranjero— pueden enviar una solicitud para un objeto determinado. No importa si pretenden usarlo para un proyecto de reciclaje, un evento artístico o la decoración de interiores: no se imponen condiciones. Se toma una decisión conjunta sobre la adjudicación de cada objeto; dentro de poco —a mediados de agosto— habrá una votación en el Consejo de Objetos, que también tomará en cuenta los votos emitidos por el público a través de internet. El proceso completo lleva su tiempo; la primera fase, en la que se seleccionan las piezas a descartar, dura más de medio año. Pero Simon lo considera justificado: “Nos confiaron estos objetos. El deber de cuidado es parte de mi ética profesional”. El escepticismo inicial de la población parece haberse disipado, y también en el ámbito museístico crece el interés. Incluso llegan consultas desde el extranjero para saber cómo se ha organizado el proyecto. La directora del museo está muy satisfecha. Esta ya es la segunda ronda; la primera ronda de descolección se llevó a cabo el año pasado, pero solo se descartaron unos cien objetos. Y para 2024 se ha previsto otra ronda más. Según una encuesta que el museo realizó entre los votantes, muchos ahora se sienten más vinculados al museo. “Esta es precisamente la idea: el museo no debe permanecer entre sus cuatro paredes. Es importante crear vínculos. Lo que está en juego no son los objetos, sino las personas”, declara Simon. Con este planteamiento coincide Jacqueline Maurer, oriunda de Langnau: “Yo había olvidado que tenemos tantas cosas interesantes en nuestra región y que podemos estar orgullosos de vivir en el valle de Emmental”. Porque el objetivo de esta iniciativa no es tanto despejar las estanterías de un museo, como más bien ganarse un lugar en el corazón de la gente. Carmen Simon defiende un concepto democrático del proceso de descolección: “Los habitantes del valle de Emmental deben tener la oportunidad de participar en el destino de su legado cultural”. Foto Eva Hirschi un determinado objeto. Pero difícilmente sabemos a quién perteneció”, explica Simon. Así, una bata de trabajo inicialmente excluida de la colección volvió a ingresar en ella. “Para nosotros, simplemente era una bata desgarrada. Pero ahora hemos averiguado que pertenecía a un conocido reparador de radios que todo el mundo conocía en el pueblo”, nos cuenta. En vista de esto, el Consejo de Objetos decidió conservar la bata. Más que un museo Por último, la fase de adjudicación, que determina el futuro de los objetos, tuvo lugar durante el verano. Y no mediante una subasta ni por compraventa en línea —no hay dinero de por medio—, sino a través de un concurso muy elaborado. Museos, organizaciones o particulares —incluso Encontrará más fotos de los objetos “descoleccionados” del museo de Langau en el sitio: revue.link/langnau Panorama Suizo / Agosto de 2023 / Nº4 14 Sociedad Reportaje

RkJQdWJsaXNoZXIy MjYwNzMx