Con Meteo Schweiz, la luz solar que ilumina la montaña por encima de Locarno adquiere un carácter científico. No en vano, aquí se realizan estadísticas y se evalúan los datos meteorológicos. Pero esto no es todo: en el jardín del instituto meteorológico se encuentra la Specola Solare Ticinese, un observatorio solar. Se fundó en 1957, el Año Geofísico Internacional; registra el número relativo de manchas solares (“número de Wolf”) y hasta 1980 formó parte del Observatorio Astronómico Federal de la ETH de Zúrich. Desde entonces es operado por una asociación privada y suministra datos al Real Observatorio de Bélgica, organismo encargado actualmente de publicar el número relativo de manchas solares. Como dato curioso cabe señalar que los mapas de manchas solares se siguen dibujando a mano. Un poco más arriba, algo escondido entre la vegetación, se encuentra otro instituto de investigación solar, el Instituto Ricerche Solari Locarno (IRSOL), especializado en física solar. El IRSOL fue fundado en 1960 por la universidad alemana de Gotinga y operado por la misma hasta 1984. Previamente se habían considerado diversos lugares en Europa, pero al final Locarno resultó ser el más adecuado por su ubicación y sus numerosas horas de sol. En los años noventa se firmaron convenios con diferentes universidades, en especial con la ETH de Zúrich. Actualmente, el IRSOL está asociado a la Universidad de la Suiza Italiana (USI). “Gracias al aparato especial Zimpol se logra medir con gran precisión la polarización de la luz solar”, explica Michele Bianda, antiguo Director del IRSOL, ya jubilado, mientras nos guía por el instituto. Un lugar óptimo para la ciencia, pero no tanto para el esquí Como puede advertirse, Locarno-Cardada-Cimetta no solo es atractivo para los turistas, sino también para los científicos. Sin embargo, su generosa insolación, aunada a sus cada vez más elevadas temperaturas, también tiene sus sombras. Durante mucho tiempo, Cardada Cimetta fue un destino invernal. Esquiar por la montaña con el Lago Mayor a sus pies era una experiencia única. Y hasta se construyó un telesquí antes del teleférico. Sin embargo, la nieve es cada Michele Bianda, del Instituto de Investigación Solar IRSOL, sube al espectógrafo. Foto Gerhard Lob vez más escasa a esta altitud media. Así que en 2019 se decidió poner fin a las actividades invernales. Mientras tanto, se han desmontado prácticamente todos los remontes, porque eran demasiado caro de mantener para su escaso uso. Cimetta se ha convertido en un destino de verano. En invierno, si por fin llega a nevar, llegan por su cuenta senderistas, deportistas equipados con raquetas de nieve y amantes del esquí de travesía. El sol es bueno para el cuerpo y el espíritu. Sorprendentemente, no juega un papel muy relevante en el marketing turístico de Cardada Cimetta, aunque sí aparece en su logotipo. La montaña se promociona ante todo como un lugar de aventura y un paraíso del senderismo para familias. Las cosas eran muy distintas a finales del siglo XIX, cuando despuntaba el turismo en el Tesino y se inauguraba el ferrocarril del Gotardo: en aquel entonces, los carteles publicitarios oficiales aún indicaban las horas de sol registradas en Locarno y Lugano, frente a las de Londres y Hamburgo. Hoy por hoy, el cliché del Tesino como “solárium de Suiza” se considera algo gastado. Lo que antaño era un destino invernal, ahora se está convirtiendo en un paraíso para amantes del senderismo. Casi todos los telesquíes de la “montaña del sol” se han desmontado. Foto ascona-locarno.com Panorama Suizo / Agosto de 2023 / Nº4 16 Reportaje
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