“Fomento de la Salud en Suiza”, con mucho éxito también: “Las autoridades son ahora más conscientes del problema”, afirma Jenny Leuba, de Movilidad Peatonal Suiza. Auténticos salones al aire libre Mientras que en los últimos años se han eliminado áreas de descanso o se han diseñado de manera que resulten incómodas para evitar que la gente permanezca demasiado tiempo en ellas, sobre todo en las estaciones de tren, actualmente algunas ciudades suizas están innovando y convirtiendo el espacio público en auténticos salones al aire libre. Para ello, se cierran tramos de calle o se transforman espacios de estacionamiento. En Berna, por ejemplo, una parte de la Plaza Waisenhaus acoge desde 2018 un escenario, varios asientos, rincones de juegos e islas ajardinadas durante los meses de verano. La ventaja de estas instalaciones limitadas en el tiempo es que no requieren largos trámites para su autorización y permiten concretar proyectos rápidamente, señala Claudia Luder, Directora de Proyectos de la Oficina de Ingeniería Civil de Berna. Ella dirige también el Centro de Competencia para el Espacio Público (KORA, por sus siglas en alemán), que fomenta la colaboración entre las distintas oficinas municipales y la población de la capital, lo que hace de este centro un modelo de coordinación y participación. Claudia Luder señala que estas instalaciones temporales también reducen el temor que suelen suscitar el ruido y la basura. Con ello alude a los conflictos que conlleva el uso de un espacio público equipado de forma atractiva. Estos conflictos suelen desactivarse mediante experiencias positivas con equipamientos provisionales, como en Berna, o bien gracias a algunos trucos “técnicos”, como bien sabe Jenny Leuba. Dos bancos públicos instalados uno frente al otro atraen a grandes grupos, al igual que las áreas bien iluminadas; los rincones pequeños y apartados también resultan muy atractivos. Otra posibilidad es hacer las cosas como la ciudad de Chur: allí, cuenta Leuba, los propietarios de los comercios colocan asientos multicolores en el espacio público durante el día, y los recogen al anochecer. Como puede advertirse, algunas ciudades suizas están desarrollando, cada una a su ritmo, espacios públicos como los que Sabina Ruff descubrió entusiasmada este verano, en Liubliana. Fueron diseñados por el arquitecto y urbanista esloveno Jože Plečnik, quien veía la ciudad como un escenario vivo y el espacio público como un lugar de convivencia y democracia. Según Sabina Ruff, esto es exactamente lo que hace falta: un urbanismo centrado en las necesidades de los habitantes, es decir, que cuente con “una variedad de lugares que inviten a la gente a detenerse”. bankkultur.ch El paisaje suizo está amueblado con toda clase de bancos: bancos limpios, con grafitis, ajados por el tiempo (para los cuentacuentos) y bancos pintados de rojo, en pleno bosque. Fotos Keystone Necesitamos “una variedad de lugares que inviten a la gente a detenerse” Sabina Ruff 12 Sociedad
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