Microplásticos en el suelo, el agua y la atmósfera En Suiza, la gran mayoría de los residuos plásticos dispersos en la naturaleza proviene de la abrasión de los neumáticos (8 900 toneladas por año), según datos de la Oficina Federal del Medio Ambiente. Además, unas cien toneladas de partículas plásticas penetran cada año en el suelo a través de los fertilizantes derivados del compost. También generan microplásticos el lavado y el uso de ropa sintética. Cada año se vierten en la naturaleza unas tres toneladas de microesferas de plástico derivadas de productos cosméticos. Resulta prácticamente imposible eliminar las micropartículas de plástico que se esparcen. El precio lo paga la fauna. También se han encontrado pequeñas cantidades de microplásticos en el tracto digestivo de aves y peces en Suiza, según señala un estudio de 2014. Aún se desconocen los efectos del plástico en el ser humano, observa Florian Breider, quien participa en una investigación encaminada a cuantificar su presencia en los pulmones. Otro problema es que los plásticos contienen aditivos diseñados, por ejemplo, para hacerlos más flexibles. Sin embargo, “los fabricantes solo ofrecen información completa [sobre estos aditivos] si hay objetivos de mercadotecnia detrás. Tal es el caso de las tetinas para bebés, de las que se garantiza que no contienen bisfenol”, recalca este experto. (SH) posible y se reciclen lo más fácilmente posible”, considera Florian Breider, quien lamenta el enorme desperdicio de objetos desechables, especialmente las botellas de agua, “un producto inútil, pues en Suiza el agua del grifo es de muy buena calidad”. Para Greenpeace, las medidas para mejorar la recogida de residuos son puro “lavado de imagen ecológico”. La organización medioambiental aboga por la transición a un sistema de envases reutilizables. Nuevos sistemas de recolección Ante esta situación, ¿qué puede hacerse? “Al igual que con el PET, que se recicla en su totalidad, habría que instrumentar una política nacional de tratamiento de plásticos, que abarcaría desde el diseño del material hasta su procesamiento”, opina Jasmine Voide, Responsable de Proyectos en Swiss Recycling, organización central de este sector. Efectivamente, la infinita complejidad de los plásticos complica o, incluso, impide su reciclado. No obstante, Swiss Recycling llama la atención sobre las propiedades únicas del plástico y, en particular, su aptitud para proteger los alimentos. Greenpeace, por su parte, subraya que cuando se reciclan artículos de plástico elaborados con sustancias tóxicas, estas pueden transferirse a los plásticos reciclados. En todo caso, se están desarrollando en Suiza nuevos sistemas de recolección de plásticos no PET, que permitan procesar, por ejemplo, cartones de leche, frascos pequeños o envoltorios de papas fritas. La compañía InnoGruppe, con sede en Turgovia, señala que en 2022 recuperó más de 7 000 toneladas de plástico, a través de una red de 500 municipios que le han otorgado una concesión para recoger plásticos domésticos. Esta empresa, que cuenta con clientes como Migros y Coop, afirma que su tasa de reciclado ronda los 63 %. El sistema que utiliza se basa en bolsas de pago y funciona en colaboración con una planta de clasificación y tratamiento ubicada en Austria. Los granulados extraídos del plástico se revenden luego en Europa. El grupo planea construir una planta en Turgovia y aspira a recoger 20 000 toneladas anuales, señala su portavoz, Patrik Ettlin. Por su parte, Migros declaró haber recogido en 2022 unas 3 200 toneladas de botellas de plástico no PET y 500 toneladas de bolsas de plástico. Un consumo al alza “El porcentaje de reciclado aumenta, pero también lo hace el consumo. Además, el proceso consume energía”, apunta Florian Breider, Director del Laboratorio Central Medioambiental en la EPFL. La huella de gases de efecto invernadero (GEI) del plástico en Suiza representa alrededor del 5 % de la huella total de GEI del país, según la Oficina Federal del Medio Ambiente. “Una vez que su botella de plástico se haya convertido en un suéter, un cubo o en diferentes objetos, estos ya no se podrán reciclar”, advierte Jacques Exbalin, autor de un libro dedicado a la guerra contra el plástico. El principio mismo de la privatización del reciclaje es cuestionado por Greenpeace, que considera que la necesidad de plásticos por parte de este sector alentará a su vez su producción, en un mundo en el que la electrificación de los transportes empuja a los grandes grupos petroleros a diversificar parte de su producción hacia el plástico. Más de 400 millones de toneladas de plástico se producen cada año. “Cuando te dicen: ‘Todo está bien si clasificas tu plástico’, este mensaje es totalmente falso. Lo que debe hacerse es producir artículos que duren el mayor tiempo Varios municipios suizos están introduciendo un nuevo sistema que permite recolectar residuos plásticos de todo tipo. El objetivo es elevar significativamente la tasa de reciclaje. Foto Keystone Panorama Suizo / Octubre de 2023 / Nº5 19
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