5 ducto Nacional que adoptó nuestro país en la Segunda Guerra Mundial enraizó el mito de los Alpes como fortaleza inexpugnable del espíritu de resistencia helvético. En caso de invasión de las tropas de Hitler, los mandos del ejército y del gobierno se habrían refugiado en los búnkeres ocultos en los Alpes y desde allí habrían defendido el país. Pero esta visión de los Alpes como remanso de seguridad y belleza solo tiene sentido mientras la montaña se mantenga bajo control y se logre proteger a las personas y viviendas de sus peligros. Cuando de repente se hace evidente, como en Brienz, que estas montañas se mueven, e incluso con más intensidad que nunca, ¿qué queda del mito? ¿Sobrevivirá a una geología que se ha vuelto impredecible? Un efecto potenciador Para Flavio Anselmetti, Catedrático de Geología de la Universidad de Berna, es preciso distinguir entre dos procesos que suelen ir entrelazados: “Los derrumbes, desprendimientos de rocas o deslizamientos de laderas enteras son fenómenos normales en una región como los Alpes, que sigue moviéndose, elevándose y, al mismo tiempo, erosionándose”, explica Flavio Anselmetti a Panorama Suizo. A esto se le suma ahora un cambio en las condiciones generales, debido al calentamiento climático. En la historia de la Tierra, continúa el geólogo, siempre ha habido cambios de este tipo en las diversas fases de calentamiento y enfriamiento. Sin embargo, lo inusual ahora es la rapidez del calenPor más que nos guste considerar los Alpes como un baluarte inexpugnable que encarna el eterno esplendor de la naturaleza, en esta región son cada vez más frecuentes los derrumbes, desprendimientos de tierra, aludes de rocas… ¿Realmente tiene Suiza sus montañas bajo control? JÜRG STEINER A principios del verano de 2023, el diminuto pueblo de Brienz, ubicado sobre el puerto de Albula en los Grisones, protagonizó los titulares durante varias semanas. Sus escasos ochenta habitantes, amenazados por un gigantesco derrumbe del Piz Linard, tuvieron que abandonar sus hogares por orden de las autoridades. Los medios de comunicación suizos informaban en todo momento del menor movimiento de la montaña y el periódico sensacionalista Blick instaló una cámara fija para que los internautas pudieran observar el probable derrumbe de la montaña. “A Swiss village is warned to flee its shifting mountainside”, rezaba un dramático titular del New York Times. Las rocas que se vienen abajo son como un tornado, afirmó el reportero de este diario estadounidense, citando a un habitante de Brienz: las piedras ruedan montaña abajo, haya o no algo o alguien en su camino. Todo parecía indicar que Suiza estaba siendo víctima de sus propias montañas. Por suerte, Brienz logró salir del estado de emergencia sin tener que lamentar desgracias. En la noche del 16 de junio de 2023 se desplomó todo un costado de la montaña —una imponente masa de rocas que habría llenado unos 300 000 camiones—, deteniéndose justo antes de las casas evacuadas. Nadie resultó herido. Pocas semanas después, los habitantes pudieron volver a su pueblo. Sin embargo, la inquietud persiste en Brienz. Porque no es solo la montaña la que se está derrumbando, sino también el suelo el que se está moviendo: la meseta en la que se asienta el pueblo se desliza en un avance lento, pero imparable, de un metro por año. Y ello desde hace decenios: los muros de las casas y las carreteras se resquebrajan, las tuberías se rompen… Lo más sorprendente es que, a pesar de estas múltiples amenazas, las autoridades no piensan abandonar Brienz; al contrario, están haciendo todo lo posible para que este pueblo alpino siga siendo habitable a largo plazo: prevén invertir 40 millones de francos para crear un laberinto de perforaciones y galerías de desagüe, destinadas a aplacar el terreno movedizo bajo el Piz Linard. La Confederación y el cantón no dudan en poner dinero de su parte para que los ochenta habitantes conserven la esperanza de tener un largo futuro en Brienz. Un remanso de seguridad y belleza El revuelo mediático causado por la amenaza de derrumbe de la montaña en este remoto valle del Albula no es nada nuevo, ya que suele acompañar a este tipo de fenómenos en Suiza; pero en los últimos años se ha hecho aún más sonado, ya que el calentamiento global aumenta la inestabilidad de las regiones montañosas. Y esto está llamando mucho la atención de los medios de comunicación. No solo se trata de un peligro natural objetivo: en la mayoría de los casos, el colapso de la montaña también pone en entredicho la imagen que Suiza tiene de sí misma. La estrategia de RePanorama Suizo / Octubre de 2023 / Nº5
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