Panorama Suizo 6/2023

STÉPHANE HERZOG En Suiza, la patata es un alimento sagrado, como lo demuestra la popularidad del rösti. Y ¿cómo imaginar un pícnic sin una bolsa de patatas fritas? Los agricultores suizos, sobre todo los de la Meseta Central, también aprecian este tubérculo: en condiciones favorables, la patata les ofrece rendimientos incomparables, a cambio de una inversión de 10 000 francos por hectárea. “La patata es campeona mundial en convertir la energía solar en calorías que pueden aprovecharse directamente”, afirma Patrice de Werra, experto en patatas de Agroscope, el centro de vanguardia del Gobierno suizo para la investigación agronómica. Pero la patata tiene también otras características: necesita mucha agua, mucha más que el trigo o el maíz dulce, por ejemplo. El preciado líquido debe llegar en el momento adecuado: en verano, época del año en que la patata —la que se utiliza para hacer patatas fritas y chips— desarrolla sus tubérculos bajo tierra. Sin embargo, desde 2021 ha habido una ola de calor tras otra. Y la patata no crece por encima de los 30 grados Celsius. Por si fuera poco, las precipitaciones llegaron a destiempo, como ocurrió en verano de 2021, dificultando el proceso de plantación. “El enemigo número uno de la patata son los extremos climáticos”, declara Niklaus Ramseyer, Secretario General de la Unión Suiza de Productores de Patatas (USPPT, por sus siglas en francés). En consecuencia, el rendimiento de este generoso tubérculo se ha visto mermado considerablemente, con pérdidas del 40 % en algunos casos. Para suplirlas fueron necesarias importaciones desde los países vecinos: más de 50 000 toneladas en 2021, año en que se registró el peor rendimiento desde comienzos de siglo, pues la producción apenas fue de 380 000 toneladas, frente a las 500 000 que suelen cosecharse en los años buenos. La acumulación de estas malas temporadas está afectando a la moral de los agricultores, hasta tal punto que algunos se plantean la posibilidad de renunciar a este cultivo. Reiteradas sequías en un país con abundantes recursos hídricos La cuestión del agua es central para este cultivo, incluso en un país como Suiza, considerado el arca de agua de Europa. “Es un gran problema”, reconoce Niklaus Ramseyer, de la USPPT. “Ahora se registran más lluvias en invierno y menos en verano. Cuando baja el nivel de un río, las autoridades prohíben el acceso a este recurso a aquellos agricultores que utilizan La patata sufre por las elevadas temperaturas y provoca una guerra del agua Desde hace tres años, los cerca de 4 000 productores suizos de patata hacen frente a un descenso de sus cosechas. La patata, que necesita agua en verano, se ha visto gravemente afectada por los abrasadores meses de verano. De ahí que se agudicen las tensiones en torno al uso del preciado líquido. aguas superficiales”, señala. La USPPT promueve la implementación de sistemas de riego donde sea posible. Alrededor del 45 % de las explotaciones no disponen de estos equipos. Por razones relacionadas con la pendiente del terreno y la proximidad de los recursos hídricos, “solo una parte de estas podrá dotarse de tales sistemas”, puntualiza Patrice de Werra. Por su parte, Niklaus Ramseyer se empeña en encontrar soluciones novedosas. “Se podrían utilizar presas, por ejemplo, para retener el agua en invierno e irrigar más fácilmente en verano”, propone. Los campesinos también podrían experimentar con especies más robustas y plantar variedades más tempraneras. En cualquier caso, los productores defienden a capa y espada el cultivo de la patata. “Queremos satisfacer la demanda, que es muy fuerte. Y nos oponemos a las imporUn año difícil para los cultivadores suizos de patata: lluvia suficiente, pero a destiempo, y luego temperaturas muy elevadas que frenaron el crecimiento del tubérculo y secaron la tierra. Foto Keystone Panorama Suizo / Diciembre de 2023 / Nº6 10 Naturaleza y medio ambiente

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