Los entierros son tristes, especialmente cuando nadie acude a despedir al difunto, porque no tenía familiares ni amigos. En la ciudad de Zúrich, esto suele ocurrir varias veces al año. En estos casos se le entierra en la fosa común tras una sencilla ceremonia. En los últimos años, sin embargo, tales funerales ya no se celebran en un ambiente tan desolador, gracias a la poetisa Melanie Katz, quien en 2017 trajo a Zúrich un proyecto holandés llamado “Entierro en soledad”: poetas y poetisas de renombre acompañan a los difuntos solitarios en su último viaje, leyéndoles un homenaje poético para despedirlos con dignidad. Treinta y siete de estos poemas se han reunido ahora en un libro, junto con ensayos sobre la soledad, la muerte y los entierros. A través de su labor, el poeta se une delicadamente al “coro de las soledades”, escribe Alexander Estis. Quien muere en soledad, señala Nathalie Schmid, a menudo deja tras de sí “pequeños agujeros negros” que deben rellenarse por medio de indagaciones; por ello, cada poema suele ir acompañado de un informe en el que los poetas y poetisas relatan cómo buscaron la escasa información sobre la vida del difunto. En numerosos casos, esta tarea resulta difícil. “¿Cómo poner palabras a esa soledad sin contradecir los hechos?”, se pregunta Martin Bieri. El libro publicado por Melanie Katz aporta una respuesta. Contiene una amplia gama de poemas y textos muy diversos, algunos de los cuales son sumamente breves y parecen incluso “improvisados”. “Sabemos muy poco de ti; / nada, en realidad”, comienza el poema de Klaus Merz. Pero a veces los poetas logran recabar datos que pueden incluirse en su necrología. De este modo, el “entierro en soledad” preserva la cultura de la despedida y da lugar a una “solidaridad vivida”, como escribe la editora. Surge así una característica muy especial de este proyecto maravillosamente respetuoso: por muy similares que puedan parecer a primera vista los recuerdos y las indagaciones, cada uno de los retratos termina adquiriendo un toque personal. De cada uno de los que murieron, a menudo en circunstancias precarias, perdura algo que lo hace único. La variedad de los casos individuales que integran este coro proyecta una sombra sobre nuestra sociedad: una sociedad terriblemente laboriosa y, al mismo tiempo, indiferente al prójimo. “El silencio y la fuerza no se contraponen”, reza un verso de Michael Fehr. BEAT MAZENAUER Le costó su tiempo, pero al final Nicole Bernegger logró emanciparse como artista. No es que la cantante se haya sentido atada o haya estado traicionándose a sí misma en todos esos años; pero tras su victoria en el famoso formato de casting “The Voice of Switzerland” hace diez años y el posterior revuelo en torno a su persona, tuvo que recorrer un largo camino para volver a ser libre, tan libre como antes con su grupo “The Kitchenettes”. Su nuevo álbum es un testigo musical de este largo proceso. En él, la cantante da rienda suelta a su vieja pasión por el soul de finales de los sesenta. Si bien “Back To You” no es un disco retro, ya que está estrechamente entrelazado con la actualidad musical, el groove de una era ya pasada empapa de algún modo sus nueve canciones. También hay elementos de música disco, pop y funk. Pasaron a la historia los tiempos en los que la cantante tenía que coquetear con las listas de éxitos. Su cuarto álbum irradia frescura y ligereza. Ya se trate del tranquilo “Red Blue Yellow Green” o del sensual “Crescent Moon”, todos los temas que la cantante grabó con su banda de toda la vida convencen por su palpable autenticidad. Nicole Bernegger está definitivamente al timón, y no “The Voice of Switzerland”. Ella plasma su propia música, sin que le impongan determinados músicos y sin que la disfracen con un sonido de moda. A sus 46 años, esta madre de tres hijos tiene la sartén por el mango, en todos los sentidos. Hace cuatro años abandonó el mundo de las grandes discográficas y, junto con su mánager Steffi Klär, montó su propia empresa. Y para su nuevo álbum, hasta se sentó en la silla del productor, por primera vez. El resultado es un sonido orgánico, cálido y térreo, grabado en el estudio “One Drop” de Basilea. La emancipación de esta simpática cantante también se refleja en su look. Durante años, la vestimenta estrictamente sesentera y un llamativo flequillo corto fueron su seña de identidad. Ahora, Nicole Bernegger se ha liberado de este corsé estético. Con eso se aleja un poco más del cliché de la “vieja” Nicole Bernegger de la televisión. MARKO LEHTINEN De vuelta a los orígenes Homenajes poéticos a los difuntos solitarios NICOLE BERNEGGER: “Back To You”, Alien Pearl Records 2023. MELANIE KATZ (editora): Die einsamen Begräbnisse [“Entierros en soledad”] Editorial Limmat 216 páginas, 32 francos einsamesbegraebnis.ch Panorama Suizo / Diciembre de 2023 / Nº6 23 Leído Oído
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