Panorama Suizo 1/2024

ciben tratamiento por infecciones respiratorias, lesiones o enfermedades del aparato de puesta, lombrices, pulgas, ácaros y otros parásitos. Conclusión: hay que pensarlo bien antes de adquirir un par de gallinas. Además, es obligatorio registrarlas en las oficinas cantonales competentes, para poder tomar medidas de emergencia en caso de epizootias como la gripe aviar o la enfermedad de Newcastle; es posible que las gallinas tengan entonces que permanecer encerradas para evitar la propagación de alguna enfermedad. Adoptando gallinas Es cierto que la gallina de compañía sigue siendo marginal en comparación con la gallina de granja, de la que se criaron más de trece millones en Suiza en 2022, o sea, un 4 % más que el año anterior. Al mismo tiempo, cada vez más gallinas ponedoras “descartadas” picotean y escarban en los jardines suizos, tras haber sido adoptadas por particulares. Esto se debe a que la industria de cría intensiva deja de interesarse por las gallinas ponedoras durante la muda, que dura entre cuatro y seis semanas, ya que no ponen huevos durante ese lapso. Para las gallinas, esto significa el final prematuro de su vida después de aproximadamente un año, cuando bien podrían vivir de cuatro a seis. Tras la muda, las gallinas vuelven a poner un huevo al día, señala Samuel Furrer, quien valora iniciativas como “Adopte une cocotte” [“Adopta una gallina”] o “Rettet das Huhn” [“Salven al pollo”]. “Esto permite que las gallinas disfruten de una vejez tranquila”. Sin embargo, esto supone que se les proporcionen las condiciones para que logren aclimatarse y adaptarse socialmente, ya que proceden de la cría en masa, donde han sido engordadas con piensos muy energéticos. Un lugar en nuestra conciencia ¿Es la gallina la mascota que actualmente está más de moda en Suiza? “No podemos afirmarlo a ciencia cierta por falta de datos comparativos”, reconoce Furrer. Pero de lo que no cabe duda es que asistimos a un verdadero boom. De hecho, no sería el primero: las redes sociales están repletas de historias conmovedoras de simpáticos cerditos enanos; pero lo cierto es que, al igual que en el caso de las gallinas, el lugar apropiado para estos animales no es la cama de sus pequeños amos. Para el veterinario Bernd Schildger, ex Director del zoo Dählhölzli de Berna (que también incluye el parque de osos de la ciudad), este es el punto clave: “Lo más importante es proteger los intereses de los animales antes que satisfacer las necesidades de los humanos, ya se trate de una ballena azul, de abejas melíferas o de gallinas”. En principio, Schildger se declara rotundamente a favor de que la gente tenga animales, ya que nos hemos alejado de la naturaleza y de los animales y los hemos desterrado de nuestro entorno y nuestra conciencia. “¿Por qué cree que los mataderos están cercados con alambre de púas?”, pregunta. Dicho de otro modo: ojos que no ven, corazón que no siente. Si tener un animal en casa permite que recupere un lugar en nuestra conciencia, el animal recibirá protección. En el caso de las gallinas, que en las granjas industriales viven a veces en las peores condiciones imaginables, “los particulares que las adoptan como mascotas están haciendo algo positivo”. Por supuesto, las gallinas son más que meras productoras de huevos: poseen su propio encanto y personalidad. Estos graciosos animales, que nos miran atentamente con la cabeza inclinada arrancándonos una sonrisa, también son comunicativos y, por tanto, bastante ruidosos. De ahí la conveniencia de hablar con los vecinos antes de adquirirlos, recomienda Sarah Camenisch, representante de la PSA. Probablemente tenga razón, si tenemos en cuenta que ha habido casos de ciudadanos suizos citados ante los tribunales por los cencerros de sus vacas o por el tañido de las campanas de iglesia. En general, sin embargo, la gallina parece ser un animal ampliamente aceptado por el toque campestre que da a los jardines urbanos. Además, no es tan controvertida como el gato, responsable de la muerte de miles de pájaros. Pero esto no impide que Samuel Furrer, representante del bienestar animal, salga en defensa de este pequeño felino: además de ponerle un collar con cascabeles, sería muy conveniente que nuestros jardines tuvieran más setos y arbustos para dar mayor cobijo a los pájaros. En este caso también, un mayor acercamiento a la naturaleza debería ser el camino a seguir. Al año, la gallina muda su plumaje y deja entonces de poner huevos, por lo que pierde todo interés comercial. Estas gallinas desterradas de las grandes granjas a menudo son “adoptadas” por particulares. Foto iStock ¿Por qué tener una gallina como mascota? Principalmente por los huevos, rara vez por la carne. Foto iStock Panorama Suizo / Enero de 2024 / Nº1 11

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