Panorama Suizo 1/2024

CHRISTOF FORSTER Los defensores de la energía nuclear se alegraron cuando, a principios de 2023, Albert Rösti (UDC) sucedió a Simonetta Sommaruga (PSS) al frente del Departamento de Energía. Albert Rösti, opuesto a la transición energética y partidario de la construcción de nuevas centrales nucleares, que ellos consideraban una necesidad urgente, estaba de su lado. Pero sus esperanzas se verían pronto frustradas. No se permite construir nuevas centrales nucleares El lobby nuclear llevaba mucho tiempo advirtiendo de que Suiza no podría asegurar su suministro eléctrico sin centrales nucleares. Pero nadie le hacía caso. Tras la catástrofe de Fukushima (2011), la energía nuclear, que ya era objeto de controversia, terminó perdiendo todo atractivo. En 2017, el pueblo aprobó la “Estrategia Energética 2050”, y con ella el desarrollo gradual de las energías renovables y la prohibición de construir nuevas centrales nucleares. Indirectamente, esta decisión contribuyó a desconectar la central nuclear de Mühleberg (BE), actualmente en proceso de desmantelamiento. Gracias a ello, Suiza adquiriría mucha experiencia en este campo. El lento avance de las energías alternativas Mientras tanto, el desarrollo previsto de las centrales fotovoltaicas y eólicas nunca llegaría a consolidarse. Al no haber escasez de electricidad, el Parlamento no se vio presionado para dar mayor impulso a las energías renovables. La primera alarma El Ministro se opone a las nuevas centrales nuclearse Tras la catástrofe de Fukushima, durante mucho tiempo la energía nuclear fue tabú en Suiza. Posteriormente, el temor a la escasez de electricidad dio alas a los partidarios de la construcción de nuevas centrales nucleares. Ahora, la resistencia ha vuelto a surgir de un campo inesperado. no se hizo esperar: en otoño de 2021, más de cuatro años después del voto a favor del abandono de la energía nuclear, el Gobierno suizo publicó un estudio en el que advertía de una posible “escasez de electricidad”. Es cierto que el estudio describía el peor de los escenarios posibles. Pero la noticia asustó tanto a los políticos como al público en general. La derechista y conservadora Unión Democrática del Centro (UDC), que ya entonces se oponía a la transición energética, criticó la “miopía” del Consejo Federal y reclamó en voz alta y clara la construcción de nuevas centrales nucleares para prevenir el riesgo de escasez. Entretanto se estaba reorganizando el lobby nuclear, y un nuevo rostro estaba emergiendo en sus filas: Vanessa Meury, Presidenta del club “Energía Suiza”, que a sus 26 años abogaba por una “política energética a largo plazo, fiable y respetuosa con el medio ambiente”. En otoño de 2021, Meury afirmó en los periódicos de Tamedia: “Creo que la opinión pública está cambiando a nuestro favor”. Su defensa de la energía nuclear estaba gozando de cada vez mayor aceptación. Con el afán de derogar la ley que prohibía la construcción de nuevas centrales, el club “Energía Suiza” lanzó una iniciativa popular denominada “Evitemos el apagón”. El ataque ruso desencadenó la crisis energética La crisis energética en Europa, desencadenada por la invasión rusa a Ucrania, dio un impulso adicional a los partidarios de la energía nuclear. La eventualidad de una escasez de energía eléctrica se estaba convirtiendo en un escenario realista en Suiza, sobre todo en la temporada invernal. La Confederación y los cantoSuiza está adquiriendo experiencia no en la construcción, sino en el desmantelamiento de centrales nucleares: aquí, el desmantelamiento de la central de Mühleberg. Foto Keystone 20 Naturaleza y medio ambiente

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