Panorama Suizo 1/2024

El infierno que vivieron los afectados Vreni Peterer (en la foto), que ahora tiene 62 años, sufrió graves abusos por parte del cura de un pueblo del cantón de San Galo a principios de los años setenta, cuando tenía diez años. Para animar a otras víctimas a denunciar lo sucedido, hace poco contó en público su historia, que había mantenido en secreto durante decenios. En las clases de catecismo, el sacerdote había tocado repetidamente a las niñas de forma inapropiada. Un día insistió en llevar a Vreni a casa. Pero en lugar de ello, la llevó a la linde del bosque y la violó. Su madre la regañó por llegar tarde a casa. “Hablar de lo ocurrido era impensable”, dice Vreni. Su verdugo la había amenazado con que iría al infierno. “Además, como sacerdote, su autoridad era incuestionable”. De adulta, Vreni sufrió problemas físicos y mentales y tuvo que someterse a terapia. No fue hasta 2018 cuando consiguió contactar con la comisión de especialistas creada por la diócesis de San Gallo en 2002 y pudo denunciar al sacerdote. Este ya había fallecido. Vreni se enteró por los registros de que tenía antecedentes en otra parroquia; un tribunal laico incluso lo había condenado a una pena de prisión condicional por conducta sexual inapropiada con menores. A pesar de ello, fue nombrado sacerdote de la parroquia donde vivía Vreni. En otras palabras, el sufrimiento de Vreni podría haberse evitado. Actualmente, Vreni preside una asociación para las víctimas de abusos dentro de la Iglesia. No ha abandonado la Iglesia. “No tengo nada contra la Iglesia, dice, solo contra los abusos que en ella se cometen.” (SWE) 5 tre ellos la Conferencia Episcopal Suiza y la Conferencia Central Católica Romana de Suiza, una especie de organización paraguas de las iglesias cantonales de derecho público. La investigación suiza llegó tarde para los estándares internacionales, y sus conclusiones han sacudido a la Iglesia. Investigación preliminar contra algunos obispos Lo que resulta propiamente escandaloso es que una institución que se considera a sí misma como una autoridad moral haya producido tantas víctimas sin preocuparse realmente por su suerte, afirmó en el diario Neue Zürcher Zeitung el experto en asuntos eclesiástico Daniel Kosch, quien subrayó que la Iglesia católica suiza está atravesando su crisis más profunda desde la Reforma. Y ello a pesar de que los católicos suizos han intensificado su lucha contra los abusos sexuales desde el año 2000. En 2002, la Conferencia Episcopal emitió algunas directrices. Hoy en día, cada una de las seis diócesis debe contar con una estrategia de prevención y una comisión de expertos a la que puedan acudir los afectados. Las víctimas de agresiones prescritas reciben una compensación económica a través de un fondo creado en 2016. En respuesta al mencionado estudio, la Conferencia Episcopal reconoció “el sufrimiento de los afectados y la culpabilidad de la Iglesia”. El Presidente de la Conferencia Episcopal, el Obispo de Basilea Felix Gmür, anunció medidas adicionales, entre ellas la creación de centros de denuncia independientes de la Iglesia. El Obispo de San Galo, Markus Büchel, se vio en una difícil tesitura y pidió disculpas: uno de los graves casos descritos en el estudio ocurrió recientemente en su diócesis. Sin embargo, la opinión pública no quedó convencida y los propios dirigentes eclesiásticos se vieron de repente en el centro de las investigaciones, como revelaron los medios de comunicación. El Papa había ordenado en verano una investigación canónica preliminar, que incluía a cuatro de los nueve miembros activos de la Conferencia Episcopal. El Obispo Joseph Bonnemain a cargo de las investigaciones El abad del monasterio de San Mauricio (VS), él mismo miembro de la Conferencia Episcopal por ser responsable de una abadía territorial, ha dejado temporalmente su cargo: está acusado de haber acosado sexualmente a un joven. Además, se acusa El venerable monasterio de San Mauricio (VS), donde varios niños y adolescentes habrían sufrido abusos sexuales. Foto Keystone Panorama Suizo / Enero de 2024 / Nº1

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