Panorama Suizo 2/2024

Un nuevo álbum de Züri West: en sí, es una muy grata noticia, porque es cualquier cosa menos obvia. Hace seis años, al líder de la banda, Kuno Lauener, le diagnosticaron esclerosis múltiple, por lo que la historia de Züri West parecía dirigirse hacia un final abrupto y trágico. Pero ahora, aunque podemos estar seguros de que el grupo no volverá a actuar en vivo, el cantante de Berna, de 62 años, ha grabado otro disco: “Loch dür Zyt” [“Agujero en el tiempo”] es el primero desde el álbum “Love”, de 2017. Y las cosas han cambiado: Gere Stäuble y Wolfgang Zwieauer abandonaron el grupo, mientras que se han incorporado dos nuevos músicos: el bajista Florian Senn (ex Lovebugs) y Kevin Chesham a la batería. Esta nueva banda ha creado trece canciones nuevas, la mayoría escritas por Kuno Lauener, aparte de un par de versiones de otras canciones conocidas. Musicalmente, la mayoría de ellas emanan una atmósfera relajada, sencilla y compacta. La letra evoca el paso del tiempo y cuestiona el sentido de la vida a través de una mirada retrospectiva; expresa resignación y desconcierto, aceptación, fatalismo y melancolía, pero también rebelión: si bien no cabe duda de que refleja los pensamientos íntimos del cantante sobre su enfermedad, lo cierto es que esta sobria poesía de la decadencia no deja indiferente a nadie. El álbum llega al alma. Junto con Lauener se aferra uno a la vida, como él mismo lo hace en la canción “Winterhale”: «I louffe und i louffe u d’Chäuti stieuht mr schier dr Schnuuf / Aber chum du nume du Jahr du Nöis / No grad gieben i nid uf» [“Camino y camino y el frío casi me roba el aliento / pero vamos, año nuevo, / aún no tiro la toalla”]. Otro tema destacado es “Blätter gheie”, que pone música a un poema de Franz Hohler: Las hojas caen, el viento las invita a un último baile, mueren. Y después, silencio. Pero el momento cumbre del álbum es el tema que le da su nombre. Casi toda la letra de “Loch dür Zyt” está tomada de la canción “Z.W.” del primer álbum “Sport und Musik”, de hace 35 años. Mejor dicho, es una variación de la misma. Hemos cerrado el círculo. Y nosotros formamos parte de él. “U mis einsame Härz schmärzt so fescht”, rezaba la versión original, “U mis einsame Härz wo chlopfet u chlopfet”, canta Lauener en el nuevo álbum: una sutil diferencia. ¿Es “Loch dür Zit” el punto final? Si es así, se trata de una muy digna despedida. MARKO LEHTINEN Esta singular historia de amor tiene su origen en una experiencia perturbadora: en 2007, Nicole Herzog-Verrey, suiza residente en el extranjero y asidua veraneante en los Alpes del Valais, fue de excursión al glaciar Trient, junto con unos amigos españoles. Sin embargo, donde años atrás se alzaba un imponente arco de hielo, ya no quedaba nada. Esto le causó profunda tristeza, escribe en la introducción de Gletscherliebe. Glacier, mon amour [“Amor por los glaciares. Glaciar, mi amor”]. A raíz de esta memorable excursión se preguntó cómo podría usar su talento artístico para llamar la atención sobre las consecuencias del cambio climático. Durante los catorce años siguientes, Herzog-Verrey visitó cada verano varios glaciares alpinos de Suiza y Francia, hasta un total de cuarenta glaciares en 2022. Así surgió un libro de fotografías que revela la belleza efímera de este mundo amenazado: desde imponentes desplomes glaciares y juegos de luz azul turquesa hasta graciosos primeros planos de rocas y bloques de hielo que se yerguen en el paisaje cual majestuosas estatuas. Al recopilar su documentación, la autora no tenía pretensiones científicas, sino que se dejó guiar por sus emociones: “Cuidé de ‘mis’ glaciares, como si fueran seres sufrientes”. Las impresiones que Nicole Herzog-Verrey experimentó ante el espectáculo de este desvaneciente mundo de hielo, las plasma en breves textos introductorios a los capítulos sobre los distintos glaciares. La autora visitó algunos de estos lugares varias veces a lo largo de los años. Le interesaban especialmente las lenguas glaciares, donde el retroceso del hielo es más evidente; por ejemplo, al pie del glaciar del Ródano, en el puerto de Furka, donde el hielo se cubre con telas protectoras en verano para evitar que se derrita la gruta glaciar, accesible a los turistas. El prólogo del libro se debe a Herbert Volken, guía de montaña del Valais que acompañó a la fotógrafa en una excursión de dos días al glaciar Aletsch. “Es muy raro”, escribe Volken, “encontrarse con una persona que contempla y aprecia las innumerables bellezas y excepcionales maravillas naturales con una mirada tan atenta y una sensibilidad tan aguda”. Nicole Herzog-Verrey nació en Zúrich en 1947; tiene raíces en la Suiza francófona y vive en Madrid. Trabajó durante veinticinco años como fotógrafa para varias revistas y es artista visual independiente desde 2005. THEODORA PETER “Loch dür Zyt”: ¿una muy digna despedida? Declaración de amor a los glaciares alpinos en peligro ZÜRI WEST: “Loch dür Zyt” (Sound Service, 2023) NICOLE HERZOG-VERREY: “Gletscherliebe. Glacier, mon amour” Libro de fotografías con textos en alemán y francés. Editorial Weber, Thun 2023. 255 páginas, 69 francos. Panorama Suizo / Marzo de 2024 / Nº2 21 Leído Oído

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