Panorama Suizo 3/2024

MAYO 2024 Revista para la Quinta Suiza Dayana Pfammatter, primera graduada en yodel Suiza, un oasis de prosperidad donde el elevado coste de la vida agobia a muchos hogares El fútbol en Suiza: campeón de la integración, pero bastante rezagado en la promoción de la mujer

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Cada vez son más las familias suizas preocupadas por poder llegar a fin de mes. Por simple que parezca, esta declaración no deja de causar sorpresa, ya que, al fin y al cabo, estamos hablando de familias que viven en uno de los países más ricos del mundo. ¿Serán lamentos de un pueblo mimado? ¿Habrá olvidado nuestra gente lo que significan las penurias materiales en otros países, fuera de ese oasis de prosperidad que es Suiza? Pero estas preguntas retóricas no tienen cabida aquí, pues negarles sus preocupaciones a los preocupados no les da mayor tranquilidad. Así que no está de más repetirlo: a pesar de unos salarios impresionantes y un buen panorama laboral, cada vez son más las familias suizas, incluso de clase media acomodada, que temen no poder llegar a fin de mes. ¿Qué ha ido mal? Una interpretación superficial de este fenómeno podría ser que Suiza posee estándares muy elevados en numerosos ámbitos. El precio de muchos bienes y servicios es de vértigo. Pero, por encima de todo, a menudo no queda más remedio que echar mano de la cartera. Mejor que nadie lo saben los inquilinos: ante los alquileres astronómicos que imperan en Suiza, por más que quieran ahorrar dinero optando por una vivienda más pequeña, su modestia no les sirve de nada, ya que en Suiza no se construyen viviendas para inquilinos poco exigentes. Lo mismo ocurre en el ámbito de la salud: la asistencia médica es excelente, pero se paga con elevadísimas primas de seguro. Para muchas familias, el alquiler y el seguro médico son las dos partidas de gastos más importantes. En nuestro dosier “Tema clave” (página 4 y siguientes) exponemos más factores que alimentan los miedos existenciales que se extienden actualmente, también entre las clases medias. Pero dejemos a un lado este angustiante tema y pasemos a una nota más amena y relajante con Dayana Pfammatter. Esta cantante de yodel, cuyo retrato engalana nuestra portada, es considerada una pionera de la música folclórica en Suiza. Fue la primera que obtuvo un máster en yodel, en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Lucerna (página 10). Dayana Pfammatter nos viene a demostrar lo equivocados que están quienes temen que la música folclórica se esté volviendo académica, pues sus nuevos conocimientos no han alterado en absoluto su amor por la tradición y el terruño. MARC LETTAU, REDACTOR JEFE 4 Tema clave En Suiza, país del bienestar, muchos se quejan del elevado coste de la vida 8 Selección / Noticias Reina incertidumbre en torno a la situación financiera de las fuerzas armadas 10 Cultura Dayana Pfammatter, primera graduada en yodel, permanece fiel a la tradición 12 Sociedad Con la guerra en Gaza aflora en Suiza el antisemitismo 14 Deporte El fútbol como factor de integración: luces y sombras 18 Política El “sí” del pueblo a la ampliación del SVS marca un hito histórico Noticias de su región 22 Visto “Nada”: una exposición dedicada a la nada, pero que lo dice todo 24 Noticias del Palacio Federal Suiza se esfuerza por diversificar sus servicios digitales 27 Noticias de SwissCommunity La Escuela Superior de Ciencias Aplicadas de Berna ofrece una herramienta de voto electrónico a la “Quinta Suiza” Suiza emite dos sellos postales dedicados a la “Quinta Suiza” 31 Debate Un oasis de prosperidad lleno de preocupaciones económicas Portada: Dayana Pfammatter, graduada en yodel. Foto Alain Amherd “Panorama Suizo”, revista informativa para la “Quinta Suiza”, es editada por la Organización de los Suizos en el Extranjero Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 3 Editorial Sumario

4 Schwerpunkt THEODORA PETER Una vida exenta de toda preocupación económica: así es como mucha gente se imagina la vida cotidiana en la rica Suiza, donde el nivel de vida es uno de los más elevados de Europa, superado tan solo por Luxemburgo y Noruega. Sin embargo, este cliché de prosperidad solo concierne al 20 % de los hogares, los que disponen de unos ingresos mensuales brutos superiores a 8 508 francos para una persona sola, o a 17 867 francos para una familia de cuatro miembros. Los demás hogares tienen que arreglárselas con menos: el 20 % de ingresos más bajos tiene que conformarse con menos de 3 970 francos para una persona sola o con menos de 8 338 francos para una pareja con dos hijos menores de 14 años. EsCrece el miedo existencial en la rica Suiza Suiza se considera un oasis de prosperidad. Sin embargo, la vida en uno de los países más ricos del mundo es más cara que nunca. Debido a los elevados costes —especialmente de salud y vivienda—, la clase media también se ve sometida a una presión cada vez mayor. este rango oscila entre los 8 338 y los 17 867 francos. El ejemplo (ficticio) de la familia Meier ilustra adónde van a parar los ingresos de una familia de clase media baja (véase recuadro, página 6). Cada vez son más las familias que deben apretarse el cinturón Las familias con hijos, en particular, sufren cada vez más esta presión económica. Así lo confirma el Barómetro Familiar 2024 de Pro Familia Suiza: el 52 % de los encuestados indicó que sus ingresos apenas le alcanzaban para vivir o, de plano, eran insuficientes. Un año antes, esta cifra aún se situaba en un 47 %. Eso de ahorrar para tiempos más difíciles o con vistas a una pensión optativa de jubilación es tos datos, que proceden de la Oficina Federal de Estadística, se refieren al año de 2021. Los ingresos brutos de un hogar incluyen todas sus fuentes de ingresos: sueldo, pensión y otras entradas de dinero. Esto significa que en torno al 60 % de la población suiza tiene ingresos medios, aunque también en la clase media se observan enormes diferencias. Según las estadísticas, pertenecen a la clase media quienes ganan entre el 70 y el 150 % de lo que se conoce como la mediana de los ingresos brutos equivalentes. O, poniéndolo en francos: tanto una persona soltera que percibe 8 500 francos al mes, como una jubilada con un presupuesto de unos escasos 4 000 francos mensuales, pertenecen al grupo de ingresos medios. Para una familia de cuatro miembros, Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 4 Tema Clave

5 impensable para la mayoría: dos tercios de los encuestados indicaron no poder destinar nada de dinero o, como mucho, 500 francos al mes para ahorrar. Para cuatro de cada diez familias, el elevado coste de la vida incluso es una razón para no tener más hijos. Casi la mitad de los encuestados se plantea aumentar la jornada laboral de uno o ambos padres; pero esto solo merece la pena si los niños no requieren cuidados externos. Y es que los elevados costes de guardería en comparación con otros países pueden pulverizar esos ingresos adicionales. El bolsillo de toda la población se resiente de las exorbitantes cuotas de los seguros médicos, los alquileres al alza, las mayores tarifas de energía y el encarecimiento general de los costes de vida. Stefan Meierhans, supervisor federal de precios, también nota el creciente descontento de la población: en los dos últimos años, su oficina ha recibido un número récord de consultas de ciudadanos preocupados. En 2023 recibió 2 775 consultas –entre otras, de personas que ya no sabían cómo pagar sus facturas–. “Ha aumentado el temor a la precarización generalizada”, comentó Meierhans en su conferencia de prensa anual de primavera. El alza de precios es la nueva realidad El supervisor de precios tiene por misión proteger al público contra los precios excesivos, sobre todo en sectores donde no hay competencia. El año pasado, por ejemplo, Meierhans intervino en las tarifas del transporte público y logró que los titulares de una tarjeta de viaje de segunda clase pagaran menos de lo que pretendía el sector de transporte público. En el futuro, en lugar de 4 080, esta tarjeta “solo” costará 3 995 francos, es decir, El supervisor federal de precios percibe los apuros económicos la población. Cada vez son más los ciudadanos preocupados que acuden a sus servicios. Viñeta: Max Spring Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3

135 CHF más que ahora. En conjunto, los precios del transporte público seguirán aumentando alrededor de un 4 %. No obstante, ni el mismísimo ‘Señor Precio Justo’ puede hacer nada contra las alzas de precios justificables: por ejemplo, cuando suben los costes de la electricidad o cuando se necesita realizar inversiones: “Hemos de acostumbrarnos a la nueva realidad: los precios suben”. Este año, Meierhans pretende asegurarse de que el alza del IVA no repercuta excesivamente en los consumidores. Para ello, organizará a mediados de año una cumbre sobre el poder adquisitivo, en la que también participarán representantes del mundo empresarial. El ámbito en el que el organismo en torno al 3 % anual. La razón es que la población envejece, por lo que la gente suele acudir con más frecuencia al médico. Como consecuencia, las cuotas del seguro médico se han más que duplicado en los últimos veinte años. Hoy por hoy, una familia de cuatro miembros paga hasta 1250 francos al mes por un seguro básico. El seguro médico es también un eterno problema político. Hasta ahora, los distintos responsables no han logrado que prosperen reformas susceptibles de reducir los costes sanitarios. El Parlamento espera que un nuevo modelo de financiación que incentive el tratamiento ambulatorio para evitar costosas hospitalizaciones contribuya a aliviar la carga. Dos partidos polítide control de precios ve posibilidades de reducir precios es el sector de la salud (medicamentos, tarifas hospitalarias y de laboratorio), que focaliza las preocupaciones de los suizos. Sin embargo, los gastos médicos crecen Los elevados costes de la cobertura sanitaria son la mayor preocupación de la población suiza. En los últimos veinte años, las cuotas del seguro médico se han más que duplicado. Presupuesto mensual de una familia de clase media Los Meier son una familia de cuatro miembros, que vive en una gran ciudad suiza. Ambos padres trabajan a tiempo parcial y obtienen, juntos, un ingreso neto de 9 000 francos mensuales. La mayor partida del presupuesto doméstico se dedica a la vivienda: por el alquiler de un apartamento de cuatro habitaciones, los Meier pagan 2 200 francos mensuales, incluyendo los gastos adicionales. A ello hay que agregar las facturas de electricidad y gas, por valor de 150 francos. Las cuotas del seguro médico y otros seguros ascienden a 1 300 francos. Los Meier deben ahorrar unos 1 000 francos mensuales para los impuestos. Desembolsan 1 200 francos por concepto de alimentos y artículos para el hogar. La conexión a internet, los teléfonos móviles y las tasas de radio y televisión suponen 250 francos más. Para ropa, calzado, peluquería y actividades de ocio, se reservan 1 000 francos mensuales, en promedio. Esto no incluye las clases de música para el hijo de ocho años y la hija de diez, por las que pagan 250 francos al mes. Los padres laboran el 80 y 60 % de la jornada completa. Tres días a la semana se turnan para atender las tareas del hogar y preparar de comer a los hijos. Estos pasan los otros dos días de la semana en una escuela de jornada completa, lo que cuesta a la familia 800 francos al mes. Antes — cuando los niños aún no iban a la escuela— los padres pagaban más del doble por llevarlos a una guardería. Los Meier no tienen automóvil. Los pases del transporte público, el uso ocasional de un coche compartido y el mantenimiento de sus bicicletas les cuestan 750 francos al mes. La familia reserva otros 600 francos para cubrir posibles gastos varios o imprevistos, en particular los gastos que no cubre el seguro médico básico: además de la franquicia, las visitas a la óptica o al dentista suelen afectar rápidamente al bolsillo. Un aparato dental para un niño cuesta varios miles de francos. Todas estas partidas presupuestarias van sumándose hasta alcanzar un gasto potencial de 8 500 francos al mes. Por tanto, a esta familia de clase media le quedan 500 francos para las vacaciones y para ahorrar para la vejez. Las familias con menos ingresos no suelen disponer de este colchón financiero. (TP) Cartoon: Max Spring Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 6 Tema Clave

cos han presentado sus propias soluciones: el Centro desea introducir un mecanismo de control de costes, mientras que el PSS reclama una mayor financiación estatal para reducir las cuotas (véase el recuadro de la derecha). Sus respectivas iniciativas populares se someterán a votación el 9 de junio. Faltan viviendas asequibles Otra partida importante del presupuesto familiar es el alquiler. A diferencia de lo que ocurre en muchos países, en Suiza solo una minoría puede permitirse comprar su propia vivienda: el 58 % de la población vive de alquiler. Sin embargo, cada vez es más difícil encontrar una vivienda asequible, debido a la poca oferta del mercado inmobiliario. En los últimos quince años, los precios medios han subido un 20 %. En las grandes ciudades como Zúrich y Ginebra, ya no es raro encontrar anuncios que ofrecen viviendas por más de 3 000 francos mensuales. La Asociación de Arrendatarios lo atribuye al “afán de lucro” del sector inmobiliario. Hasta ahora, las demandas de la izquierda para que el Estado controle los alquileres han fracasado. Recientemente, el Consejo Federal se ha mostrado dispuesto a examinar al menos las normas que rigen los precios de alquiler. Menos cuantiosos son los gastos destinados a la alimentación. En 2021, el hogar suizo medio gastó un 6,8 % en alimentos. En muchos países europeos, esta proporción es casi del doble, superando incluso el 28 % en Rumanía. Sin embargo, la población suiza también se da cuenta de que ha subido el precio de sus compras semanales en el supermercado, de un café en un restaurante o de un sello en Correos. El aumento de los precios se percibe cada vez más en el día a día y merma la moral de la gente. Y, consecuentemente, también se desmorona la imagen de Suiza como un oasis de prosperidad y estabilidad. Dos iniciativas populares para luchar contra los elevados costes sanitarios El 9 de junio, los electores suizos se pronunciarán en torno a dos iniciativas populares, cada una de las cuales pretende mitigar a su manera el problema de los altos costes sanitarios: la iniciativa del PSS para poner un tope a las primas; y la del Centro para controlar los costes. 1. Una iniciativa popular para poner un tope a las primas gracias a un aumento de los subsidios públicos “Destinar un máximo del 10 % de los ingresos a las cuotas de seguros médicos”: a través de esta iniciativa, el PSS exige poner un tope a las cuotas; su objetivo es que los asegurados destinen un máximo del diez por ciento de sus ingresos al pago de los seguros médicos; el importe restante debería ser financiado por el Estado. Si bien el sistema de reducción de cuotas ya existe en los cantones, se aplica de manera totalmente heterogénea y los promotores de la iniciativa lo consideran insuficiente: exigen que, además de las personas de bajos ingresos, también la clase media se beneficie de una reducción de las primas. De este modo, una familia de cuatro miembros podría ahorrarse varios cientos de francos al mes. Para los partidos de centro-derecha, esta exigencia de la izquierda es excesiva: sostienen que semejante “política de parches” tan solo combate los síntomas y no las causas. Pero su principal argumento es el elevado coste que supondría esta medida: unos 4 200 millones de francos al año. A pesar de ello, el Parlamento ha decidido que los cantones destinen más dinero a la reducción de las cuotas, aunque mucho menos de lo que piden los promotores de la iniciativa. Esta contrapropuesta indirecta se aplicará si la iniciativa es rechazada por el electorado. Enlaces a ambas iniciativas: primes-abordables.ch le-centre.ch/initiative-pour-un-frein-aux-couts 2. Un mecanismo de control de costes para ahorrar dinero A través de su iniciativa “Controlar los costes de salud para reducir las cuotas”, el partido del Centro propone una fórmula diferente: exige la intervención del Gobierno Federal y de los cantones en caso de que los costes sanitarios aumenten más deprisa que los salarios. El partido espera que esto aumente la presión para reducir los costes del seguro médico obligatorio. Los promotores ven posibilidades de ahorro, por ejemplo, en los precios de los medicamentos, que siguen siendo elevados en comparación con otros países. También piden que se incentiven los tratamientos ambulatorios, menos onerosos que la hospitalización. Los detractores de esta iniciativa—entre los que se encuentran varias asociaciones médicas— advierten de los “nocivos efectos secundarios” de esta reducción de costes que, en el peor de los casos, podría conducir a largas listas de espera y a una “medicina de dos niveles”. El Consejo Federal y el Parlamento también han rechazado esta propuesta por considerarla demasiado rígida, pero han elaborado una contrapropuesta indirecta, según la cual el Gobierno fijaría objetivos de costes y calidad cada cuatro años, teniendo en cuenta factores como el envejecimiento de la población y los avances de la tecnología médica; esto permitiría determinar con mayor transparencia cuáles gastos se justifican desde el punto de vista médico. Cartoon: Max Spring Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 7

Suiza y la UE negocian un nuevo acuerdo El 18 de marzo de 2024, Suiza y la Unión Europea (UE) reanudaron las negociaciones sobre un acuerdo que regule sus relaciones mutuas. Estas reuniones estuvieron precedidas por un largo periodo de incertidumbre: hace tres años, el Consejo Federal rompió unilateralmente las negociaciones en curso sobre un nuevo acuerdo marco con la UE, y a raíz de este fracaso se entablaron largas conversaciones exploratorias. Los resultados de estas conversaciones constituyen ahora la base de las negociaciones propiamente dichas, que deberían concluir este año. El proceso no será fácil para Suiza. Al comenzar las negociaciones, la Presidenta Viola Amherd subrayó que aún quedan muchos problemas por resolver. Suiza concede gran importancia a la regulación de sus relaciones con la vecina UE: no solo para la libre circulación de personas y mercancías, sino también en el campo de la ciencia y la investigación. (MUL) Un parque natural con estupenda oscuridad nocturna El Parque Natural de Gantrisch, que abarca parte de los Prealpes berneses y friburgueses, recibió en marzo la certificación de “Dark Sky Park” por parte de Dark Sky International. Es la primera y única zona de Suiza con oscuridad nocturna certificada. La Directora del proyecto, Nicole Dahinden, señala que esta certificación demuestra el “gran valor que se concede a la oscuridad nocturna”. Y para Lydia Plüss, de la Asociación para la Promoción de la Región de Gantrisch, esta certificación viene a recompensar el esfuerzo de todos “los que trabajan para preservar el paisaje nocturno”. La región de Gantrisch es también una importante zona de paso para bandadas de aves migratorias. Preservar la oscuridad contribuye directamente a su protección, así como a la de los anfibios, insectos y especies nocturnas en general. Panorama Suizo ya presentó esta iniciativa en 2019 (véase revue.link/noche). (MUL) Los tribunales sentencian que el gobierno suizo viola los derechos humanos con su política climática El 9 de abril de 2024, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo dictó una sentencia que podría servir de modelo para la protección climática más allá de Suiza: el tribunal concluyó que el gobierno suizo viola los derechos humanos con su política climática. Un grupo de mujeres mayores suizas puso la denuncia (véase el artículo de “Panorama Suizo”: “Protección climática insuficiente: las abuelitas denuncian a Suiza ante los tribunales”, 6/2023). Este colectivo de mujeres argumentó que el Estado tiene la obligación de proteger a los ciudadanos de forma preventiva y de salvaguardar el derecho a la vida. Y que con su política climática demasiado laxa no lo está haciendo. El TEDH comparte este punto de vista y afirma que al no llevar a la práctica la reducción de emisiones de CO2 que se impuso previamente, Suiza hace demasiado poco contra la amenaza existencial que emana del cambio climático. La sentencia podría ahora obligar a Suiza a impulsar las medidas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con mayor esfuerzo y rapidez. (MUL) Onur Boyman Meses después de una infección de coronavirus, algunas personas siguen padeciendo secuelas: agotamiento, dificultad para respirar, problemas de memoria… La Oficina Federal de Salud Pública se refiere a esto como enfermedad post-Covid-19; otros hablan de Covid largo o persistente. El hecho de que algunos de los infectados no se recuperen es un misterio para la medicina. El cuadro clínico consta de síntomas diversos, difíciles de identificar; no hay diagnóstico seguro ni terapias convalidadas. Una cosa es cierta: estos pacientes suelen causar baja laboral durante largo tiempo; el seguro suizo de invalidez ha registrado más de 5 000 casos hasta la fecha. “Es dramático para los afectados”, subraya Onur Boyman, catedrático de Inmunología Clínica en la Universidad de Zúrich. A los pacientes también les afecta que se minimicen sus síntomas achacándolos a problemas psicológicos. Ahora, un equipo dirigido por Boyman ha hecho un descubrimiento sobre el mecanismo de la enfermedad, en un estudio reconocido internacionalmente y publicado en la revista Science: un componente del sistema inmunitario humano, el llamado “sistema del complemento”, es en parte responsable del Covid largo. “Este ya no vuelve a su estado de reposo en los pacientes aquejados por Covid largo”, explica el inmunólogo. Este componente del sistema de defensa que se ha desbocado provoca daños, cuyos signos pudieron detectar los investigadores en la sangre. Eso significa que el Covid largo podría diagnosticarse algún día mediante un análisis de sangre. Según Boyman, esto abre nuevas posibilidades para desarrollar terapias más específicas, aunque para ello hará falta tiempo y más investigación. No obstante, los científicos de Zúrich ya han dado un importante paso en contra de la estigmatización de estos pacientes. SUSANNE WENGER Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 8 Selección Noticias

9 CHRISTOF FORSTER Todo comenzó con un comunicado emitido por los altos mandos militares: debido a las difíciles circunstancias financieras, el ejército había decidido cancelar varios eventos, entre ellos un gran espectáculo aéreo en Emmen. Este anuncio causó gran revuelo. A partir de ese momento, el Jefe de las Fuerzas Armadas, Teniente General Thomas Süssli, se esforzó por explicar a los alarmados políticos y medios de comunicación qué debía entenderse por “falta de liquidez”, ya que esta pregunta estaba en boca de todos. La Consejera Federal Viola Amherd guardó silencio durante mucho tiempo antes de intervenir personalmente. Desde entonces los ánimos se han calmado; pero al menos podemos afirmar una cosa: la dirección de las fuerzas armadas aún no ha alcanzado su pleno potencial en materia de comunicación. No fue casualidad que Thomas Süssli cancelara un espectáculo aéreo y otros actos públicos: aunque su coste es incomparablemente inferior al de los nuevos cazas, estos actos gozan de gran popularidad entre la ciudadanía. El jefe del ejército recibió así la atención que estaba anhelando. Una de las razones que adujo para la cancelación fue la “situación de liquidez”. ¿Pero a qué se refería con eso? ¿Acaso estaba el ejército al borde de la bancarrota? ¿Faltan mil millones de francos? Aunque ignoramos si fue casualidad o no, el hecho es que algunos días más tarde la radio SRF informó de un documento interno del Estado Mayor de las fuerzas armadas, según el cual el ejército tendría un faltante de más de mil millones de francos en 2024 y 2025 para pagar las facturas pendientes de los nuevos armamentos. El documento citado por SRF se refiere explícitamente a la “falta de liquidez”: un problema que es, al menos en parte, de cosecha propia, ya que el ejército no ha respetado sus propios planes financieros. Los encargados de la planificación financiera del ejército ya sabían desde hacía muchos años que la adquisición de nuevos cazas y el refuerzo de la defensa antiaérea serían una operación financiera de gran envergadura dentro del estrecho marco presupuestario asignado. Por esta razón se decidió que el ejército se abstuviera de encargar material de defensa, limitándose a unos pocos pedidos durante varios años, con el fin de liberar fondos. Sin embargo, este plan no se respetó: a partir de 2020, el ejército solicitó al Consejo Federal y al Parlamento que aprobaran compras de armamento mayores de las presupuestadas. Desde entonces, el ejército ha estado viviendo por encima de sus posibilidades. En 2022 surgió una solución inesperada a sus problemas: tras el ataque ruso a Ucrania, el Parlamento decidió aumentar rápidamente los gastos de defensa, elevando el presupuesto militar al 1 % del PIB hasta 2030, para que en ese lapso pasara de 5 300 millones a 9 500 millones de francos. Haciendo caso omiso de las advertencias del Departamento de Finanzas, los militares empezaron entonces a planificar sus compras de armamento en base a las resoluciones parlamentarias. Sin embargo, solo un año después, el Consejo Federal en pleno pisó el freno en vista del ajustado presupuesto federal: exigió que el presupuesto militar no aumentara al 1 % del PIB hasta 2030, como pedía el Parlamento, sino solo hasta 2035. El Parlamento aceptó este aplazamiento de cinco años que, si bien puede parecer poco relevante sobre el papel, no deja de tener importantes consecuencias: de aquí a 2035, el ejército dispondrá de muchos menos recursos (“solo” unos 5 300 millones de francos) para sus compras de defensa. De ahí que el ejército tenga contratos de compra pendientes para los que ya no dispone de presupuesto. Sobre este hecho han querido llamar la atención los altos mandos militares. Una terminología que crea confusión Sin embargo, debido a una comunicación bastante torpe y una terminología poco clara (“falta de liquidez”), el público tuvo la impresión de que el ejército se quedaría pronto sin recursos. Tal no es el caso, aseguró Viola Amherd unas semanas después, en una entrevista al Neue Zürcher Zeitung. La razón del malentendido, según Amherd, es que la expresión “falta de liquidez” no posee el mismo significado entre los militares y el público en general: en el ejército, no implica la imposibilidad de solventar las facturas pendientes. A corto plazo, los responsables financieros del ejército resolverán el problema aplazando regularmente sus proyectos y, por tanto, sus pagos. Pero esto no disipa el malestar de fondo: la discrepancia entre la lista de deseos del ejército y los recursos que se le destinan. Preocupación por la situación financiera del ejército ¿Disponen las fuerzas armadas de suficientes recursos? Esta es la pregunta que Suiza se estuvo planteando durante las primeras semanas del año. Una rueda de prensa con problemas de comunicación: el Jefe de Armamento Urs Loher, el Jefe de las Fuerzas Armadas Thomas Süssli y la Presidenta de la Confederación y Jefa del Departamento de Defensa, Viola Amherd, reunidos en Berna. Foto: Keystone Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 Noticias

SUSANNE WENGER Dayana Pfammatter Gurten, oriunda del pueblo de Mund, en las montañas de Brig, representa un nuevo capítulo de la música folclórica suiza. Esta joven de 31 años acaba de graduarse con un máster en Música, en la especialidad de yodel o canto a la tirolesa: es la primera graduada de un nuevo plan de estudios que se puso en marcha en la Escuela Superior de Lucerna, en 2018. “Mucha gente cree que allí me pasaba el día cantando yodel”, dice Dayana. Lo cierto es que asistió a un extenso programa musical en la Escuela Superior de Ciencias Aplicadas y Artes de la Suiza Central. Además de entrenamiento vocal y trabajo corporal, pasó cinco años y medio estudiando asignaturas como teoría musical, música rítmica e historia de la música. Junto con otros estudiantes de música de diversas disciplinas, tocó en un conjunto de música folclórica y aprendió a componer y hacer arreglos. “Esto me permitió adquirir muchos conocimientos”, dice Dayana, que ya tenía experiencia con el yodel por practicarlo desde niña. Su familia solía cantar a la tirolesa. También aprendió desde pequeña a tocar el Schwyzerörgeli, ese pequeño acordeón típico de la música folclórica Transmitir la tradición: el anhelo de la primera graduada en canto a la tirolesa Dayana Pfammatter Gurten, del Valais, es la primera cantante de yodel que ha obtenido un máster en su especialidad. ¿Pero no existe el riesgo de que este arte popular se convierta en una árida disciplina académica si se lleva al ámbito universitario? En absoluto, afirma Pfammatter, lo importante es transmitir la tradición. suiza. Al terminar la escuela realizó un aprendizaje como ayudante farmacéutica, pero mantuvo sus lazos con el yodel. Viviendo del canto a la tirolesa Asistió a cursos de formación organizados por la Asociación Suiza de Canto a la Tirolesa y, con solo 23 años, asumió la dirección del club de yodel “Safran” de su pueblo. Durante su formación se enteró de la nueva carrera de música que ofrecía la Escuela Superior de Lucerna, en la que se podía elegir el yodel como asignatura principal: ¡toda una primicia en Suiza! PreUnida a la tradición por el yodel, y a la naturaleza por sus lindas ovejas de hocico negro: Dayana Pfammatter en su tiempo libre. Foto Alain Amherd Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 10 Cultura

Boom de cursos de yodel en Suiza Dayana Pfammatter tiene especial predilección por el yodel natural, la forma más prístina de este canto: yodel en estado puro, sin letra. “El yodel natural es la música de mi corazón”, declara. Es lo que más le emociona, lo que más se le mete en la piel. Y no es la única. El yodel fue considerado durante mucho tiempo demasiado rústico y patriótico por los grupos de población urbana progresista de Suiza después de la Segunda Guerra Mundial; sin embargo, en los últimos años ha alcanzado gran popularidad. Los cursos de yodel están en auge, incluso en las ciudades. A Dayana Pfammatter no le sorprende: “En estos tiempos tan estresantes y ajetreados, muchas personas anhelan volver a sus raíces y reencontrarse a sí mismas”. Mientras que algunos meditan o hacen yoga, otros cantan a la tirolesa: “Se trata de un canto muy natural, un canto arcaico, que ayuda a la gente a enraizarse”, dice Dayana. Además de la docencia y la práctica diaria, Dayana sigue dirigiendo el club de yodel “Safran”, en Mund, que el año próximo tendrá el honor de acoger el certamen cantonal de yodel. Así que Dayana tiene mucho que preparar y organizar. Además, sigue actuando en pequeños grupos. En el recital con el que obtuvo el título de posgrado a principios de año en Bettmeralp, acompañada por dos mujeres músicas de la Suiza oriental, las tres tuvieron tanto éxito que están planeando un nuevo proyecto. Dayana también tiene otra pasión: las ovejas de hocico negro del Valais. “Mis animales me hacen sentir muy unida a la naturaleza y a mi terruño”, declara Dayana. y a más de 20 0000 visitantes. El yodel es parte del patrimonio cultural suizo y de la identidad de ciertos sectores de la población: de ahí que su evolución entre tradición, apertura y cultura popular sea objeto de atenta observación. En los círculos de música folclórica tradicional, por ejemplo, algunas personas expresaron sus dudas cuando, hace seis años, el yodel se convirtió en disciplina académica. No se trata de un canto artístico, argumentaron, sino de una costumbre con características regionales, que se transmite a través del canto. Al rescate del cancionero tradicional Si estas dudas persisten, al menos ya no se exponen ante Dayana Pfammatter, y esto tiene que ver con su trayectoria personal. Esta chica del Valais goza de sólida fama en el mundo del yodel suizo. Junto con su hermana dio conciertos “en los baluartes del yodel”, como ella dice. La Asociación Suiza de Canto a la Tirolesa la contrata regularmente para impartir cursos de yodel y fungir como jurada en los festivales. A partir de otoño, será responsable de la formación de directores de coro en dos asociaciones regionales. “La gente me conoce”, explica Dayana, “y sabe que no estoy dispuesta a perder autenticidad”. Durante sus estudios, Dayana Pfammatter se centró en la música folclórica experimental contemporánea y, al mismo tiempo, se adentró en las melodías tradicionales del yodel: “Escuchamos viejas grabaciones crepitantes y transcribimos estas canciones para que no desaparecieran”. Preservar la tradición y transmitirla en sus clases es muy importante para ella, y presta especial atención a la próxima generación de cantantes de yodel. Con los conocimientos de educación musical temprana que adquirió en la Escuela Superior, también enseña a cantar el yodel a los escolares. Como maestra, Dayana Pfammatter recibe numerosas solicitudes para impartir clases de yodel. Foto Alain Amherd Enlace: klangwaerch.ch sentó su solicitud y fue aceptada. “Esto me brindó la oportunidad de graduarme en educación musical”, señala Dayana. De hecho, desde que terminó su máster a principios de 2024, Dayana ha podido centrarse por completo en el yodel a nivel profesional: trabaja como profesora de canto en una escuela de música y como maestra de yodel por cuenta propia. También actúa como cantante. Por lo pronto ha dejado de lado su proyecto de ejercer en paralelo como ayudante farmacéutica. Y es que le llueven las solicitudes para impartir clases de yodel. “Me satisface mucho poder transmitir el cien por cien de mis conocimientos”, subraya. Cómo ha ido evolucionando el yodel El yodel, que anteriormente era un medio de comunicación de una montaña a otra, no se inventó en Suiza. Pero este sonoro canto alpino, a menudo a varias voces, que cambia rápida y reiteradamente de tono entre la voz de pecho y el falsete, desde el siglo XIX se ha vuelto muy popular en nuestro país, donde es practicado por una animada comunidad de clubes locales. Cada tres años, los coros cualificados compiten en el festival federal de yodel, un acontecimiento que en su última edición atrajo a 10 000 músicos Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 11

STÉPHANE HERZOG Desde los estremecedores acontecimientos del 7 de octubre y el estallido de la guerra en Gaza, se ha registrado en Suiza un notable aumento de actos y palabras dirigidos contra los judíos. Las dos organizaciones que agrupan a las asociaciones judías en Suiza, una en la Suiza francófona y otra en la Suiza germanófona, contabilizaron más de 2 000 casos en 2023, entre agresiones, insultos, amenazas y publicaciones de odio en Internet. En la Suiza francófona, la Coordinación Intercomunitaria contra el Antisemitismo y la Difamación (CICAD) señala un aumento del 68 % de estos actos con respecto a 2022. Entre octubre y finales de 2023, la Federación Suiza de Comunidades IsLa guerra en Oriente Próximo reaviva un antisemitismo latente En Suiza, las manifestaciones de antisemitismo suelen ser discretas. Sin embargo, los ataques del pasado 7 de octubre y la guerra en Gaza han desatado discursos de odio, que han desembocado en actos de violencia. Un hombre fue atacado a cuchilladas. Entre los judíos cunde el miedo. Reacciones en oleadas ¿Alcanzan los actos antisemitas que se han registrado en Suiza desde 2023 proporciones hasta ahora inauditas? El historiador Marc Perrenoud opina que nos falta retrospectiva para afirmarlo. Las tensiones antisemitas llegan en oleadas. Suiza tardó en conceder la igualdad de derechos a los judíos (en 1874). En 1893, la primera iniciativa popular en Suiza, que condujo a la prohibición de los sacrificios rituales, era de naturaleza antisemita, recuerda Marc Perrenoud. En el período de entreguerras, Suiza se sintió amenazada por el “judeo-bolchevismo”. Y entre 1939 y 1945, el antisemitismo fue uno de los componentes de la política migratoria. “Las autoridades afirmaban luchar contra la judaización de Suiza, cuando la comunidad judía jamás llegó a representar más del uno por ciento de la población suiza”, afirma este historiador. Durante la guerra de los Seis Días, en 1967, la balanza se inclinó a favor de Israel: “Los suizos podían identificarse con esta pequeña democracia atacada por sus vecinos”, analiza Marc Perrenoud. En 1995 estalló el asunto de los activos no reclamados, como consecuencia de la renuencia de los bancos suizos a restituir a las víctimas del nazismo el capital de sus cuentas bancarias. En ese momento, “los suizos se sintieron atacados en su identidad profunda, y algunas de sus reacciones inmediatas condujeron a un indiscutible recrudecimiento del antisemitismo”, escribe Brigitte Sion. Desde entonces, opina esta historiadora, “el antisemitismo se manifiesta en todas las capas sociales (…) y sale de la esfera privada para expresarse en la arena política, en los medios de comunicación y en otros foros públicos.” (SH) raelitas (FSCI) denunció seis agresiones físicas contra judíos, frente a una sola en 2022. “Presentarse en público como judío conlleva inquietud, contención, e incluso miedo”, lamenta esta organización, que pide a las autoridades que se impliquen más “en la vigilancia del antisemitismo y el racismo”. Por su parte, la CICAD exige que los representantes de la sociedad civil intervengan periódicamente en las escuelas para hablar sobre el rechazo del Otro: considera que este tipo de acción es más útil que las medidas de seguridad en torno a las sinagogas. La CICAD denuncia que, en las escuelas, el término “judío” se utiliza a veces como insulto. En un gimnasio de Ginebra, por ejemplo, se produjo un incidente en el que un escolar roció su desodorante sobre un muchacho, amenazándolo con “gasearlo como a todos los judíos”, relata Johanne Gurfinkiel, de la CICAD. De las palabras se pasa a los hechos. Las vidrieras de la sinagoga de La Chaux-deFonds fueron destrozadas con grandes bloques de nieve congelada. En Davos, la negativa del propietario de un restaurante a alquilar material deportivo a los judíos provocó un escándalo que trascendió el ámbito nacional. Y el pasado 2 de marzo, un joven suizo de origen tunecino hirió gravemente a un judío ortodoxo con un arma blanca en Zúrich. En un vídeo publicado antes del ataque, este adolescente de 15 años jura lealtad al Estado Islámico y llama “a la lucha mundial contra los judíos”, relacionando su acto con la situación en Oriente Próximo. Grafitis ofensivos en Ginebra En una obra reciente sobre la historia de los judíos en la Suiza francófona*, la historiadora Brigitte Sion afirma que el antisemitismo siempre ha existido en Suiza, aunque rara vez se ha expresado de forma violenta. “Se trata más bien de un zumbido que permanece en segundo plano y se manifiesta a través de comentarios verbales, discriminación en la contratación o promoción laboral, burlas o caricaturas, escritos anónimos”. Sin embargo, desde el 7 de octubre se han multiplicado las declaraciones en contra de los judíos. “Gracias Hamás”, se pudo leer en una pared de la Universidad de Ginebra. “El antisemitismo no necesita a los judíos para existir; funciona como una explicación del mundo”, comentó la socióloga Illana Weizman en un debate que se celebró en Ginebra en el mes de febrero. Esta activista ha publicado un podcast titulado “¿Quién teme a los judíos?”, que se hace eco de toda la gama de expresiones antisemitas: en relación con la Covid-19, por ejemplo, el confinamiento y la vacunación obligatoria Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 12 Sociedad

se compararon con la persecución de los judíos. “Lo que me preocupa es el desconocimiento de la historia de los judíos y del Holocausto”, lamenta el historiador Marc Perrenoud. El antisemitismo suele reactivarse con las crisis. En Lausana, la editora y activista de izquierdas E. G. (anonimizada por la redacción) expresa su amargura: “Mi hija se ha casado y me alegra mucho que se haya cambiado el apellido.” Ella misma se siente dolida por la retórica antisemita en las redes sociales: “Hubo muy poca empatía con las víctimas del 7 de octubre.” “El antisemitismo se manifiesta a través de toda una serie de pequeñas puñaladas”, explica Félix, un responsable de asuntos sociales de Ginebra, que una mañana de noviembre se encontró con un grafiti antisemita en la entrada de su casa: una cruz gamada unida a una estrella de David. Ese mismo día, Félix publicó un llamamiento en su cuenta de Facebook: “Si eres el autor de este grafiti, ven a hablar conmigo y te recibiré con toda humanidad”, decía su mensaje. Félix es el único vecino judío del inmueble: “Sentí miedo por mi hija de 15 años, que vive conmigo”, comenta Félix, cuya hija no es judía. “Me echan en cara mi identidad, cuando yo no formo parte de ninguna comunidad”, explica este ginebrino, cuyos recuerdos más lejanos de ofensas antijudías se remontan a sus años escolares. Los servicios municipales intervinieron rápidamente para borrar el grafiti. Nathan Alfred, nuevo rabino de la Comunidad Judía Liberal de Ginebra, compara el antisemitismo a una enfermedad, al igual que el racismo y el sexismo: “La misoginia no es culpa de la mujer. El problema no son las víctimas. Encontrar soluciones es responsabilidad de toda la sociedad”, afirma. Los miembros de la comunidad comparten con él sus inquietudes. ¿Se puede colocar una mezuzá —un objeto de culto judío— en la puerta? El rabino decidió colocarla dentro de su casa. “Hace seis meses la hubiera puesto fuera”, reconoce. * “Albert, Esther, Liebmann, Ruth et les autres – Présences juives en Suisse romande” [“Albert, Esther, Liebmann, Ruth y los demás: presencia judía en la Suiza francófona”]. Francine Brunschwig, Marc Perrenoud, Laurence Leitenberg, Jacques Ehrenfreund, Ediciones Livreo-Alphil, 2023. Cientos de personas se congregaron en Zúrich para expresar su solidaridad con la víctima del ataque de arma blanca, del 2 de marzo. La manifestación fue organizada por el grupo “Gemeinsam Einsam”, que promueve el diálogo entre personas de confesión musulmana y judía. Foto Keystone Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 13

Severino Minelli Milaim Rama Xherdan Shaqiri BENJAMIN STEFFEN* Así pinta el ambiente cuando la selección suiza de fútbol participa en un partido internacional: restaurantes abarrotados en los que se habla alemán suizo, francés o italiano; automóviles con matrícula suiza; aficionados enarbolando la bandera suiza o vistiendo la camiseta roja de la selección suiza masculina de fútbol. Y así fue el partido internacional de fútbol que disputó Suiza en Pristina, capital de Kosovo, en septiembre de 2023. Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, los futbolistas suizos más destacados de la última década, poseen raíces kosovares. “Kosovo te lleva en el corazón, Xhaka”, proclamaba un cartel que sostenía un niño. El propio Xhaka dice sentirse como en casa en Pristina: de allí proceden sus padres, que emigraron a Suiza “para darnos a mí y a mi hermano una vida mejor”. El hermano de Xhaka se llama Taulant y jugó en la selección albanesa; ambos se enfrentaron en un partido internacional de la Eurocopa, en 2016. Luego está Breel Embolo, por ejemplo, que, como los hermanos Xhaka, es jugador del Basilea, pero nació en Camerún. En el Mundial de 2022 jugó contra su país natal; incluso marcó el gol de la victoria. “Breel es como un hermano menor para mí”, comentó el entrenador del equipo contrario en un partido internacional regular de la selección suiza. El fútbol une a países y personas: es un factor de integración en todo el mundo, y en Suiza desde hace más tiempo que en ningún otro lugar. Todo empezó con un jugador como Severino Minelli, nacido en 1909; su El gran juego de un pequeño país En junio, la selección suiza de fútbol volverá a jugar una final. Con ello escribirá un nuevo capítulo en la exitosa historia de la integración. Lo que queda en la sombra: el fracaso en la promoción del fútbol femenino. padre había llegado a Suiza con la primera oleada de inmigrantes italianos, a principios de siglo. Minelli debutó con la selección nacional en 1930 y llegó a disputar 80 partidos internacionales, un récord nacional en aquella época. Hoy por hoy, quien ostenta este récord es Xhaka –adorado en Suiza, adorado en Kosovo–. El primer jugador de origen kosovar que vistió la camiseta de su país de acogida fue Milaim Rama, en 2003; en otros países, los miembros de la diáspora kosovar debieron tener más paciencia para lograrlo. Y el primer futbolista de origen turco en la selección suiza, Kubilay Türkyilmaz, debutó en 1988, más de diez años antes que Mustafa Dogan en Alemania. A Türkyilmaz le sucedieron los hermanos Yakin, Hakan y Murat, este último actual entrenador de la selección nacional. Murat, nacido en Basilea en 1974, tardó casi veinte años en obtener la nacionalidad suiza. Durante mucho tiempo se dijo y escribió que el propio Consejero Federal Adolf Ogi, gran amante del deporte, favoreció la naturalización de Yakin, por considerarla una cuestión Granit Xhaka Murat Yakin Breel Embolo Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 14 Deporte

Hakan Yakin liga alemana; Yann Sommer juega en el Inter de Milán, un gran equipo de la serie A italiana; Manuel Akanji en el Manchester City, otro de los grandes de la Premier League inglesa, ganador de la Liga de Campeones en 2023. En los últimos años, el fútbol suizo ha estado en pleno auge. Hay innumerables clubes de fútbol con listas de espera para sus equipos juveniles; apenas hay un fin de semana en el que casi todos los campos de fútbol del país no se llenen de mayores y jóvenes con historias familiares cercanas o lejanas. Sin embargo, la historia del fútbol como factor de integración es la estrella brillante que eclipsa al resto. En agosto de 2022, la Asociación Suiza de Fútbol (ASF) contabilizaba 179 nacionalidades, repartidas entre 300 000 jugadores con licencia; el porcentaje de jugadores con pasaporte extranjero, algunos de ellos con doble nacionalidad, era del 34 %. En aquel entonces, la ASF publicó un amplio estudio sobre “La integración social en los clubes de fútbol suizos”. A pesar de todos los esfuerzos y progresos realizados, el estudio constade “interés nacional”. Pero, aunque la anécdota suena bien, se trata de un falso rumor. La verdad es que Ogi se limitó un día a declarar en nombre del Consejo Federal que, “en casos excepcionales, las solicitudes de naturalización pueden ser objeto de un procedimiento acelerado”, sobre todo si existe “un interés público superior”. En el caso de Yakin, sin embargo, “no hubo procedimiento acelerado de naturalización”. A veces se sobrestima el poder del fútbol como factor de integración. En una ocasión Türkyilmaz fue tachado de “turco de mier**”, jugador nacional o no. Se retiró temporalmente de la selección, aunque probablemente su origen rara vez fuera relevante en el propio equipo. “A la hora de la verdad, todos perseguimos el mismo objetivo, y no importa si tienes raíces extranjeras o no”, declaró Hakan Yakin al diario NZZ am Sonntag, en 2016, cuando se le preguntó si había algún debate en el vestuario cuando un jugador (como hizo una vez Stephan Lichtsteiner) hablaba de los “suizos de verdad” y “los otros”. Hakan Yakin respondió: “En la selección te concentras en el próximo partido. ¿O acaso crees que los jugadores nos Yann Sommer Manuel Akanji Kubilay Türkyilmaz Stephan Lichtsteiner sentamos a la mesa y abrimos el debate?” De Minelli a Türkyilmaz, pasando por Xhaka, todos estos jugadores de la selección nacional reflejan la evolución política, los flujos migratorios o las guerras; y son la prueba viviente de los grandes beneficios que el fútbol suizo ha obtenido de ello. La última influencia duradera fue la migración de Europa del Este como consecuencia de la guerra de los Balcanes, en los años noventa. La selección suiza participa regularmente en campeonatos mundiales y europeos. En los últimos veinte años, solo ha faltado a un torneo, la Eurocopa de 2012; también participará en la próxima Eurocopa de Alemania, a mediados de junio. Y desde 2014, siempre ha superado la fase de grupos en el Mundial de 2014, la Eurocopa de 2016, el Mundial de 2018, la Eurocopa de 2020 y el Mundial de 2022, a diferencia de España, Alemania, Inglaterra, Portugal, Bélgica y Croacia. Los pequeños suizos son grandes en el fútbol. En todos los sentidos. Granit Xhaka juega en el Bayer Leverkusen, un equipo puntero de la BundesPanorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 15

Nico Elvedi Svenja Fölmli taba que los jugadores de origen inmigrante se veían “afectados significativamente más a menudo por la discriminación” que los demás: “Uno de cada diez denuncia haber sido discriminado”. También queda relegado a segundo plano, por no decir discriminado, el fútbol femenino. Al fútbol suizo le está costando avanzar en materia de igualdad de género. Pero al menos tiene conciencia de ello. En vísperas del Mundial femenino del verano de 2023, la ASF publicó un cortometraje que mostraba a una familia en la mesa. La hija pregunta a su padre si van a ver el Mundial, a lo que el padre responde: “Este verano no hay Mundial”. La hija insiste, por lo que el padre refunfuña: “Ah... la selección femenina. ¿Acaso alguien la conoce?” En realidad, sí. Ramona Bachmann jugaba hasta hace poco en el Paris Saint-Germain, uno de los mejores equipos de la primera división femenina francesa, y recientemente se ha incorporado al Houston Dash (EE. UU.) de la National Women’s Soccer League americana; Lia Wälti juega en el Arsenal, un equipo puntero de la FA Women’s Super League inglesa; Riola Xhemaili es jugadora del VfL Wolfsburg, un equipo de primer nivel de la Bundesliga. Sin embargo, aquí ocurre lo mismo que en el pasado con Murat Yakin: el fútbol femenino no es objeto de ningún “procedimiento acelerado” en Suiza. ¿Acaso falta “un interés público superior”? La Women’s Super League dista mucho de ser profesional. En la cantera, afirman los expertos, la igualdad de oportunidades entre chicos y chicas brilla por su ausencia en cuanto a la calidad de los entrenadores o el acceso a opciones que concilien el deporte con la escuela. Cuando las mujeres se dieron a la tarea de crear equipos juveniles femeninos, algunos hombres llegaron incluso a sugerir que se abandonara esta idea por completo. Y en muchos clubes, los hombres siguen teniendo los mejores horarios de entrenamiento, reciben con mayor frecuencia camisetas nuevas, así como los campos mejor ubicados para sus partidos de liga. Las mujeres entrenadoras siguen siendo escasas, porque hace veinte años aún había pocas futbolistas; y también siguen siendo escasos los cursos de formación para entrenadoras, aunque las mujeres han señalado en reiteradas ocasiones que no siempre es agradable ser la única mujer en un curso de este tipo. Suiza, país modelo en integración, está bastante lejos de las demás naciones europeas en lo que respecta a la promoción del fútbol femenino. Sin embargo, en verano de 2025 nuestro país acogerá la Eurocopa femenina: se pretende celebrarlo en grande, con entradas agotadas para los partidos, restaurantes abarrotados en los que se hable alemán suizo, francés, italiano y albanés; automóviles con matrícula suiza; aficionados enarbolando la bandera suiza o vistiendo la camiseta roja de la selección femenina suiza. El verano de 2025 pondrá a prueba al fútbol suizo para que sepamos si es lo suficientemente fuerte como para integrar mejor a las mujeres. *El autor de este artículo acompañó como periodista a la selección nacional masculina suiza, de 2004 a 2024. Fotos de las páginas 14 a 16: Alamy, Players Forumfree, Schweizerischer Fussballverband/football.ch Fabian Schär Remo Freuler Céderic Zesiger Alisha Lehmann Noah Okafor Lia Wälti Ramona Bachmann Riola Xhemaili Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 Deporte 16

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