Panorama Suizo 3/2024

Hakan Yakin liga alemana; Yann Sommer juega en el Inter de Milán, un gran equipo de la serie A italiana; Manuel Akanji en el Manchester City, otro de los grandes de la Premier League inglesa, ganador de la Liga de Campeones en 2023. En los últimos años, el fútbol suizo ha estado en pleno auge. Hay innumerables clubes de fútbol con listas de espera para sus equipos juveniles; apenas hay un fin de semana en el que casi todos los campos de fútbol del país no se llenen de mayores y jóvenes con historias familiares cercanas o lejanas. Sin embargo, la historia del fútbol como factor de integración es la estrella brillante que eclipsa al resto. En agosto de 2022, la Asociación Suiza de Fútbol (ASF) contabilizaba 179 nacionalidades, repartidas entre 300 000 jugadores con licencia; el porcentaje de jugadores con pasaporte extranjero, algunos de ellos con doble nacionalidad, era del 34 %. En aquel entonces, la ASF publicó un amplio estudio sobre “La integración social en los clubes de fútbol suizos”. A pesar de todos los esfuerzos y progresos realizados, el estudio constade “interés nacional”. Pero, aunque la anécdota suena bien, se trata de un falso rumor. La verdad es que Ogi se limitó un día a declarar en nombre del Consejo Federal que, “en casos excepcionales, las solicitudes de naturalización pueden ser objeto de un procedimiento acelerado”, sobre todo si existe “un interés público superior”. En el caso de Yakin, sin embargo, “no hubo procedimiento acelerado de naturalización”. A veces se sobrestima el poder del fútbol como factor de integración. En una ocasión Türkyilmaz fue tachado de “turco de mier**”, jugador nacional o no. Se retiró temporalmente de la selección, aunque probablemente su origen rara vez fuera relevante en el propio equipo. “A la hora de la verdad, todos perseguimos el mismo objetivo, y no importa si tienes raíces extranjeras o no”, declaró Hakan Yakin al diario NZZ am Sonntag, en 2016, cuando se le preguntó si había algún debate en el vestuario cuando un jugador (como hizo una vez Stephan Lichtsteiner) hablaba de los “suizos de verdad” y “los otros”. Hakan Yakin respondió: “En la selección te concentras en el próximo partido. ¿O acaso crees que los jugadores nos Yann Sommer Manuel Akanji Kubilay Türkyilmaz Stephan Lichtsteiner sentamos a la mesa y abrimos el debate?” De Minelli a Türkyilmaz, pasando por Xhaka, todos estos jugadores de la selección nacional reflejan la evolución política, los flujos migratorios o las guerras; y son la prueba viviente de los grandes beneficios que el fútbol suizo ha obtenido de ello. La última influencia duradera fue la migración de Europa del Este como consecuencia de la guerra de los Balcanes, en los años noventa. La selección suiza participa regularmente en campeonatos mundiales y europeos. En los últimos veinte años, solo ha faltado a un torneo, la Eurocopa de 2012; también participará en la próxima Eurocopa de Alemania, a mediados de junio. Y desde 2014, siempre ha superado la fase de grupos en el Mundial de 2014, la Eurocopa de 2016, el Mundial de 2018, la Eurocopa de 2020 y el Mundial de 2022, a diferencia de España, Alemania, Inglaterra, Portugal, Bélgica y Croacia. Los pequeños suizos son grandes en el fútbol. En todos los sentidos. Granit Xhaka juega en el Bayer Leverkusen, un equipo puntero de la BundesPanorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 15

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