Panorama Suizo 3/2024

de abril de 1926 en Yverdon, casada con un abogado y madre de tres hijos, y que a sus casi 98 años sigue escribiendo en su casa a orillas del lago Lemán, cerca de Cully, a pesar de su avanzada ceguera. Una saga familiar de cuatro tomos Hasta 2019, año en que se publicó el cuarto tomo, titulado “S’il plaît à Dieu” [“Si a Dios le place”], la escritora estuvo trabajando en su magna obra: una novela histórico-biográfica de 1 756 páginas, cuyo primer tomo, Un arbre de vie [“Un árbol de vida”], se publicó en 1995, el segundo, “Exils” [“Exilios”] en 1997 y el tercero, “La tourmente” [“La tormenta”] en 2001. En el centro de este memorable ciclo se encuentra una antepasada de la autora: Elisabeth Antoinette, hija de la antigua familia Gonzenbach, propietaria del castillo de Hauptwil (Turgovia) en el que el mismo Hölderlin CHARLES LINSMAYER “¿Morirás al mismo tiempo que papá?”, pregunta Jeanne, de siete años, a su madre, sumiéndola en el mismo desconcierto que a los demás adultos, irritados por las impertinentes preguntas de la niña. La pequeña se atreve incluso a criticar la religión: si bien es protestante, no duda en hostigar al capellán católico con sus preguntas acerca de las numerosas imágenes que adornan su iglesia. Cuando muere su abuela, considera que es algo totalmente natural: “Era vieja, viuda y estaba enferma”. Pero cuando Michou, como ella llama a su joven madre, enferma de septicemia, su pregunta infantil de antaño adquiere de repente un significado trágico; y cuando al final su madre muere de verdad, este acontecimiento proyecta una sombra indeleble sobre su infancia, hasta entonces protegida, feliz y despreocupada. La última frase de la novela transmite una sabia reflexión sobre la muerte: “Cuando nadie nos espera, siempre llegamos demasiado pronto”. Una obra profunda, pero de grácil lectura L’enfant et la mort [“La niña y la muerte”], una obra que por discurrir esencialmente en forma de diálogos es de grácil lectura a pesar de su contenido profundo, es la tercera novela publicada bajo el seudónimo de Suzanne Deriex, en 1968. Este nombre apareció por primera vez en 1961, en la portada de la novela Corinne, la historia de una profesora que se enamora de un alumno. En 1964 salió la novela San Domenico, una especie de thriller cuyo personaje principal es una joven que se deja seducir por un espía italiano. Tras el seudónimo Deriex se esconde Suzanne Piguet-Cuendet, hija de un médico y nacida el 26 Una conmovedora historia infantil y una brillante saga familiar A sus 98 años, Suzanne Deriex es una de las grandes plumas de la Suiza francófona. “Por qué, por qué, esto es injusto, una mujer tan joven”, se lamentan la tía Ida y la prima Odile. Jeanne sabe por qué. Michou tenía una marca en la frente. La gente no la ve. Gérard dice que la guerra empeorará en Vietnam y que los amarillos invadirán Europa. Dios se lleva consigo a quienes quiere librar del cataclismo final. Ahora el caballo negro ya puede salir del mar”. (Suzanne Deriex, Suzanne Deriex: “L’Enfant et la Mort”. Plaisir de lire, 1988) Suzanne Deriex (*1926) ejerció de preceptor. Esta serie de novelas, que abarca todo un periodo de su historia familiar, comienza en 1763 en Hauptwil, con el fallecimiento de la madre de Elisabeth: dejó marido y tres hijas, entre ellas Elisabeth, apodada “Elsette”, que conocería a los grandes de la época, desde Pestalozzi y Lavater hasta Albrecht von Haller y Voltaire. Ya en 1968, Suzanne Deriex había dado a conocer en forma literaria la biografía de su abuela, en una obra titulada “Les sept vies de Louise Croisier née Moraz”. Comprometida con los rebeldes y los marginados Además de estas novelas en que la vida de su familia se enlaza con la historia contemporánea, la autora se ha dedicado en repetidas ocasiones a abordar temas sociales con gran compromiso personal: Pour dormir sans rêves [“Para dormir sin sueños”], de 1980, es un apasionado alegato a favor de un mejor trato a los jóvenes delincuentes, cuya autenticidad radica en el hecho de que el hijo mayor de Suzanne Deriex fue encarcelado a finales de los sesenta por pertenecer a un grupo de jóvenes rebeldes. También en L’Homme n’est jamais seul [“El Hombre nunca está solo”], de 1983, esta poetisa profundamente religiosa que, tras una experiencia de despertar espiritual, estudió teología con Karl Barth en Basilea, dirigió su atención a los marginados, sacándolos de su aislamiento mediante el encuentro con personas bondadosas y comprensivas. BIBLIOGRAFÍA: “L’enfant et la mort” está disponible en la colección “L’Aire bleue” de la la editorial Éditions de l’Aire, Vevey (2012). CHARLES LINSMAYER ES FILÓLOGO Y PERIODISTA EN ZÚRICH Panorama Suizo / Mayo de 2024 / Nº3 20 Literatura

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